Censo para corregir (II)

EDITORIAL Editorial Correo del Sur 15/11/2022
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Si el Censo Nacional de Población y Vivienda de 2012 estuvo mal hecho, puesto que se lo ejecutó sin realizar la necesaria actualización cartográfica, lo más lógico y coherente es que el próximo corrija no solo ese error sino los que devinieron de él.

Si no se hizo la actualización cartográfica, ¿cómo es que hubo censo en 2012? En julio de 2014, René Pereira Morató, sociólogo y magister en Estudios Sociales de la Población (Flacso), ex secretario técnico del Consejo de la Población (Codepo, 2004-2007), nos dio la respuesta:

“La cartografía fue principalmente elaborada desde el gabinete. El mismo ex director del INE, Ramiro Guerra, afirmó públicamente que la cartografía se realizará con imágenes satelitales y mapas de referencia digitales, en gran medida provenientes del anterior censo del año 2001, así como su complementación con el Google Earth, en virtud de las licencias adquiridas. Sin embargo, todo se quedó en el trabajo previo. Las imágenes y mapas pasados determinaron la existencia de un número de viviendas en cada comunidad y en cada manzano, pero no se verificaron los cambios que indudablemente se han producido en el tiempo. Es decir, no se realizó un trabajo de campo exhaustivo”.

Fue como si se hubiera realizado un informe en borrador, y se trabajó con eso.

Lo preocupante de la admisión presidencial, en el sentido de que el pasado censo se hizo con datos errados, es que nos seguimos manejando con estos. Eso quiere decir que la asignación de recursos, y la geografía política, traducida en escaños, tanto nacionales como subnacionales, está mal hecha o, por lo menos, necesita corregirse. La primera tarea, entonces, es esa.

Con la cartografía actualizada, los resultados del censo deben ser entregados a la brevedad posible, a fin de que sean aplicados por las entidades con la atribución para hacerlo como, por ejemplo, el Tribunal Supremo Electoral. La pregunta es “¿habrá tiempo para hacerlo?”.

Un detalle que los dirigentes cruceños no han tomado en cuenta es que la cartografía no es un trabajo de meses, sino de años. Si realmente hubiera responsabilidad por parte de los líderes de esa región, su principal preocupación debería ser que el censo esté bien hecho, no que se adelante lo más posible. Un censo técnicamente realizado será confiable, pero, si se realiza con prisas, como parece haber sido el caso del de 2012, entonces los resultados saltarán a la vista, como está ocurriendo.

¿Cuánto tiempo se requiere para una actualización cartográfica? En marzo de 2012, cuando el Censo ya estaba en puertas, el entonces comandante del Instituto Geográfico Militar, Mario Rojas, dijo que se necesitaba entre tres y cuatro años para terminar el trabajo. ¿Aguantarán tanto los cruceños?

Entonces, si no vamos a corregir el principal defecto del Censo de 2012, cual fue la falta de actualización cartográfica, ¿por qué nos apuramos? ¿Queremos seguir con datos errados?

Y, si de datos errados hablamos, no se debe olvidar que uno de los mayores errores que cometemos los bolivianos cuando hay censo es que movemos temporalmente a nuestra población, provocando así que los datos colectados por los censores sean equivocados. Ese movimiento se produce cuando los migrantes del área rural, que se fueron a vivir a las ciudades, retornan a sus comunidades de origen para hacerse censar ahí. ¿Cómo se puede evitar que eso vuelva a ocurrir en el próximo censo? Extendiendo un carnet de censado que las alcaldías puedan exigir a sus contribuyentes al momento de planificar la ejecución de obras.

Son propuestas que hacemos para corregir los errores en los censos, pero… ¿aceptará Santa Cruz? Los hechos están demostrando que sus dirigentes tienen objetivos definidos y un censo bien hecho no parece ser uno de ellos.

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