La consultora canadiense AMC Mining Consultants terminó el trabajo que le fue encomendado por la transnacional New Pacific Metals Corporation. El 9 de enero recién pasado, esta última presentó los resultados que son sorprendentes para quienes no están familiarizados con la minería: el yacimiento denominado “Silver Sand” (“Arenas de Plata”) tiene reservas de hasta 170 millones de onzas de plata, suficientes para una explotación lucrativa y sostenida de hasta 15 años.
Se trata de una “Preliminary Economic Assessment” (PEA) o “Evaluación Económica Preliminar”; es decir, todavía sujeta a confirmación de un estudio definitivo, pero lo que este vaya a revelar cambiará muy poco puesto que el trabajo realizado por AMC es confiable, puesto que se trata de una de las empresas líderes a nivel mundial en planificación e ingeniería minera. Por otra parte, la PEA simplemente viene a ratificar lo que se había anunciado en noviembre de 2020, cuando el entonces alcalde de Betanzos, Juan Téllez, anunció que se había llegado a un acuerdo con la empresa minera Alcira, subsidiaria de New Pacific Metals, para proceder a la evaluación de los yacimientos ubicados tanto en ese municipio como en Tacobamba.
En otras palabras, el potencial de “Silver Sand” no es ninguna novedad. Lo que pasó en el todavía recién iniciado 2023 es que fue el mismísimo CEO, director y fundador de la transnacional, Rui Feng, quien salió al frente para informar de los resultados de la PEA. “Este estudio demuestra que el proyecto ‘Silver Sand’ puede convertirse en una de las minas de plata más grandes del mundo con una larga vida útil y una economía sólida. Su desarrollo traerá beneficios económicos a todas las partes interesadas, incluidas las comunidades de Bolivia y los accionistas de New Pacific”, dijo en una declaración oficial.
En 2020, cuando se informó oficialmente sobre este proyecto, se dijo que el primer cálculo sobre el potencial del yacimiento era de 150 millones de onzas de plata y, sobre esa base, Téllez calculó una ganancia neta de 4.000 millones de dólares, tomando en cuenta que la plata se cotizaba, entonces, en alrededor de 20 dólares por onza troy. La PEA ha revelado que el contenido de plata es mayor que el esperado y, además, la cotización de este metal, a enero de 2023, es de 23,6 dólares la onza troy. Las perspectivas, por tanto, han mejorado en casi tres años.
Pero el potencial de plata que tiene Potosí tampoco es algo nuevo ni reciente. En los primeros años de la invasión española, dos leyendas movían a los europeos que comenzaron a desplazarse por el continente afrontando todas las adversidades a su paso: el dorado y la sierra de plata. El primero era un lugar, o una ciudad, pavimentada de oro, mientras que la segunda se refería a montañas cubiertas de plata.
En ambos casos, los europeos recibieron información que se distorsionaba a medida que pasaba de boca en boca.
El Dorado es el resultado de una práctica que cumplían los gobernantes del pueblos muisca o Chibcha, en el norte de Colombia, que consistía en cubrirse el cuerpo con polvo dorado cuando eran coronados, para luego saltar a la laguna Guatavita. La versión real de “hombres dorados” dio paso a la leyenda de una ciudad dorada.
La Sierra de plata, en cambio, era una cadena montañosa de cerros con plata en su interior. Abarcaba gran parte del territorio de la nación qaraqara, que incluía a las actuales provincias potosinas Frías, Chayanta, Bustillo y Cornelio Saavedra, donde está el proyecto “Silver Sand”. Allí están minas de plata tan famosas como Colquechaca y el Cerro Rico de Potosí. Esta, entonces, no era una leyenda y lo estamos reconfirmando medio milenio después. (R)