Al César lo que es del César. Resulta que varias instituciones, como el Comité Custodio del Patrimonio de la ciudad de Sucre, los vecinos y algunas juntas vecinales, denunciaron ante la Dirección de Patrimonio la construcción de un edificio que ya estaba por el sexto piso, a cuatro cuadras de la plaza principal, en plena área patrimonial, sin que los propietarios hubieran solicitado siquiera aprobación de planos y menos autorización para la construcción, habiendo hecho caso omiso a varias instrucciones de paralización de obra que todavía siguen en la puerta de ingreso de la calle Potosí, que fueron colocadas, precisamente, por la Dirección de Patrimonio Municipal.
Ante este insólito comportamiento, cumpliendo lo establecido por ley, el señor Alcalde presentó a la Fiscalía de Distrito una querella criminal contra los propietarios que actuaron en contra de toda normativa.
En las redes sociales, aparecieron una serie de críticas a favor y en contra de la medida y muchas de ellas censuran que en Sucre no se pueda construir edificios en el centro frenando el desarrollo que “es envidiable en La Paz y Santa Cruz”, lo que demuestra una ignorancia total sobre la importancia de conservar y restaurar permanentemente el centro histórico, que es sin duda alguna el lugar donde se encuentran concentrados diversos museos y edificios que constituyen la riqueza arquitectónica, histórica y cultural de esta todavía bella ciudad.
Pero no se trata de pelearse con la gente que opina así, sino de educar a la ciudadanía en programas especiales para difundir la importancia del patrimonio, aclarando que es la fuente que promociona el turismo, que beneficia a todos porque crea fuentes de empleo y, sobre todo, ingresos. Invertir en turismo es sembrar para cosechar de inmediato y para que cosechen las futuras generaciones.
Proteger nuestro patrimonio arquitectónico es proteger nuestra riqueza, nuestra fortaleza, lo que no quiere decir que no sean necesarios los ajustes en las disposiciones que existen para revisar las prohibiciones de modificaciones interiores. Es absurdo ser tan rígidos en la apertura de una ventana en un tercer patio y tan liberales en permitir construcciones enormes que son un verdadero crimen a las características de nuestra ciudad, como es el caso de la obra que motiva esta nota. Una sola transgresión que sea sancionada con la demolición será suficiente para parar en seco este tipo de demostraciones de prepotencia, lo que debería haberse hecho ya hace tiempo para evitar que estas construcciones lleguen tan cerca al centro mismo.
Bien, señor Alcalde. Proteja Sucre.
