El primer Boletín se publicó el 31 de enero de 1808, once años después de que el Dr. Aniceto Solares Lizarazu fundara la institución con el nombre de Sociedad de Estudios Geográficos. Agustín Iturricha, historiador y político liberal, en el editorial del boletín inicial afirmó que no solo el estudio de la geografía constituye el objeto de la Sociedad, sino que la historia nacional es otro de sus propósitos.
Hasta la fecha se han publicado 489 boletines, cuyos primeros números empezaron a ser digitalizados en la computadora que la Sociedad tiene en la Casa de la Libertad. Su contenido son disertaciones de investigaciones historiográficas como tesis de ingreso de los postulantes y de contribuciones de historiadores nacionales y extranjeros interesados en temas bolivianos, especialmente los que tienen que ver con el proceso independentista que se inició en Charcas.
La Sociedad también ha publicado dos poemarios: “Décimas, Romances y otras Hierbas”, de Germán Zelada Urioste, y “Poemas de los Gantier”. A pesar de que dentro de los objetivos específicos de la Sociedad no está la poesía, se corrió el riesgo con la sana intención de evitar la pérdida de la poesía clásica, que es también parte de la historia.
Además, en ocasión del Bicentenario del Primer Grito de Libertad en la América Hispana, la Sociedad, en colaboración con la Universidad San Francisco Xavier de Chuquisaca y la empresa privada, publicó un hermoso libro con la participación de historiadores nacionales y extranjeros, en el que queda sellada la primogenitura de la llama que dio origen a la emancipación de todo el continente iberoamericano. En la presentación del Boletín número 486, el año 2013, página 6, el Presidente informó que la Sociedad estaba liderando la conformación de un comité interinstitucional que funciona actualmente con el nombre de Comité Custodio del Patrimonio Arquitectónico, Histórico y Cultural de la ciudad. Afirmó entonces que una Asamblea general autorizó la decisión para resguardar la belleza arquitectónica de Sucre.
Es importante recordar que fue el patricio Alfredo Jáuregui Rosquellas, presidente de la Sociedad en la década de los 40, el que gestionó los fondos para restaurar el lugar donde nació la patria y que sirvió de Congreso hasta 1899, año de la revolución llamada federal que trasladó dos de los tres poderes del Estado a La Paz, lo que ocasionó que la bella casona se sumergiera en un alarmante proceso de abandono e indiferencia por más de tres décadas, según relata con detalle el excustodio Dr. Jorge Querejazu Calvo. En efecto, durante y después de la Guerra del Chaco, el monumento histórico se convirtió en garaje y depósito de materiales y, después, su infraestructura fue también afectada por el sismo de 1948.
Por decreto del 26 de octubre de 1939 la Sociedad fue declarada Responsable de Custodiar la Casa de la Libertad hasta mediados de los años 90, cuando pasó a depender de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (“Génesis del Museo y Archivo Histórico de la Casa de La Libertad”, páginas 13 a 27 del Boletín No. 484. GSA).
* Por viaje del columnista al exterior del país, esta columna se retomará recién en el mes de mayo próximo.
