Queda claro que estudiar Derecho no sirve, porque si comemos papa genéticamente modificada tendremos conocimiento de Derecho. Esa es la propuesta del naturista Cyborg Kanashiro, quien presentó este plan junto con su postulación para ser magistrado del Tribunal Constitucional Plurinacional de Bolivia.
Su plan consiste en incorporar el genoma humano de un abogado constitucionalista en el cultivo de la papa. Pretende que, con este alimento, la gente adquiera conocimiento y sepa reclamar sus derechos.
Aseguró que así se mejorará la justicia, puesto que las personas adquirirían conocimiento de sus derechos y obligaciones con la alimentación. Dijo que, con esta tecnología, quedará obsoleta la forma actual de estudiar.
Aparte de lo descabellada que pueda sonar esta idea, ojalá comiendo papa los magistrados aprendieran a respetar el cargo. Y la justicia se administrara adecuadamente.
¡Imagínate qué lindo país seríamos si solo comiendo un pastel de choclo terminaría la corrupción!
¿Te imaginas qué clase de país seríamos si a la chicha le metes un gen que enseñe a respetar el semáforo en rojo?, ¿o si en el chuñito que comes viniera el conocimiento que este señor en su excentricidad quiere poner? Así, la juventud aprendería por qué sucedió la Guerra del Chaco o la del Pacífico, en lugar de llevar una bandera azul kilométrica para quedar bien con el jefe de turno.
Si por comer tu sajtita o tu chairito aprendieras por qué se fundó este país y así te darías cuenta de que los caudillos y personajes que le ponen su nombre a cuanto escuela existe, no es más que angurria del poder. Si con solo una marraqueta transmitieras conocimiento, podrías decir “no más dictadura”, “no más abuso de poder”, “no MÁS”.
Si tan solo comiendo una papa aprendieras a proteger el medio ambiente, no tendríamos que parar a los autos por ley un día, dejaríamos de importar chutos, de subvencionar la gasolina y comenzaríamos, como en el Primer Mundo, a estimular el uso de energías limpias. Si con una papa se logra eso, señor tiene mi voto. Y que mañana se declare el Día Nacional de la Papa. Si una papa logra eso, por favor, solo papa en el desayuno escolar, así nos ahorramos 200 días de clases y desfiles irracionales por el Día del Mar o cuando la realidad superas la ficción, y el “líder de los humildes” manda a golpear a sus enemigos políticos y sus fans acérrimos. Eso pasa cuando estás enceguecido de poder. Esta vez la papa que necesita Bolivia no debería ser un alimento, sino un quintalazo en la cabeza de alguien.
Soluciones así de descabelladas son las únicas posibles para un país inviable como Bolivia.
* Es periodista.