Durante aproximadamente dos siglos, la economía de Chuquisaca y de Sucre ha experimentado un crecimiento limitado. Sin embargo, en los últimos seis años ha sufrido una recesión económica más profunda, lo que ha resultado en escasez de empleos, un aumento en el comercio informal, la migración de profesionales jóvenes y la salida de empresas. Empresas emblemáticas de la ciudad, como Fancesa y Cotes, que antes eran símbolos del dinamismo económico local y departamental, actualmente enfrentan grandes dificultades financieras y problemas de liquidez. Esta crisis no se limita solo a estas empresas, sino que se ha extendido a otros sectores. Las encuestas de opinión reflejan una percepción negativa de la ciudadanía sobre el futuro económico en los próximos cinco años.
Frente a este panorama adverso, tanto el Gobierno municipal de Sucre como el Gobierno departamental han presentado constantemente medidas para reactivar la economía. Sin embargo, hasta ahora, las propuestas planteadas han generado dudas. Las estrategias de reactivación de la Gobernación de Chuquisaca se caracterizan por ser a largo plazo, enfocándose en sectores productivos mediante créditos para emprendimientos y programas destinados a combatir el desempleo juvenil, como el programa “Mi Primer Empleo”. Además, se han implementado acciones de promoción productivas basadas en elementos folclóricos, como eventos en los que se exhiben productos locales, y se llevan a cabo actividades culturales que son registradas y difundidas en la página institucional de la Gobernación, siendo su impacto muy limitado.
Por otro lado, la propuesta de la Alcaldía se centra en la creación de programas para emprendedores, quienes participan en ferias de un solo día para promocionar y vender sus productos, pero no se ha proporcionado un programa adecuado de promoción y capacitación para microempresas. Además, plantea interrogantes la idea de convertir la plaza 25 de Mayo en un mercado persa sin contar con las regulaciones necesarias.
En lugar de recurrir a licitaciones, que a menudo son procesos lentos y propensos a sobrecostos y corrupción, se propone implementar un sistema de asignación de contratos mediante un sorteo aleatorio. Esto garantizaría la participación equitativa y transparente de las pequeñas empresas constructoras locales en la ejecución de los proyectos. Además, es importante destacar que la Gobernación actualmente cuenta con Bs 92 millones sin asignar, lo que permitiría la pavimentación de más de 700 calles considerando un costo promedio por calle de Bs 126 mil (calculado en base a una longitud de 100 metros y un ancho de 7 metros, a un costo de Bs 180 por metro cuadrado de pavimento). Además, se estima obtener Bs 280 millones adicionales antes de finales de este año, lo cual contribuiría aún más a la implementación del plan de emergencia.
Es relevante destacar que esta iniciativa no solo beneficiaría a la comunidad y mejoraría la infraestructura de la ciudad, sino que también generaría ingresos adicionales para Fancesa, estimados en un rango de Bs 18 a Bs 22 millones. Estos ingresos adicionales mejorarían las utilidades de la empresa y fortalecerían su posición financiera en el mercado.
Es importante resaltar que esta propuesta tiene una limitante: no puede mantenerse de manera permanente ni ser sostenible a largo plazo. Sin embargo, tiene la ventaja de ser una medida rápida que puede generar un impacto inmediato, ayudando a superar la crisis durante al menos seis a 12 meses. Es evidente que cada nivel de gobierno tiene competencias y responsabilidades específicas: el Gobierno nacional, el departamental y el municipal. No obstante, dada la gravedad de la crisis actual y la incapacidad del Gobierno central, resulta justificable que el Gobierno departamental actúe como si fuera un Estado federado, asumiendo un papel excepcional.
* Es analista socioeconómico.