Ni generalización ni encubrimiento

EDITORIAL Editorial Correo del Sur 17/05/2023
PUBLICITE AQUÍ

Desde este mismo espacio lo hemos dicho ya, pero, es preciso señalar, nuevamente y con contundencia, que el del diario íntimo del sacerdote jesuita español Alfonso Pedrajas, alias “Pica”, no es un caso generalizado dentro de la Iglesia católica.

Si bien involucra a la Compañía de Jesús en Bolivia, a la que perteneció el religioso señalado por su propio sobrino mediante una publicación del periódico madrileño El País, resulta evidente que no se puede acusar a toda esa congregación ni tampoco a todos los sacerdotes católicos.

También es necesario señalar que, como todo el mundo sabe, los casos de pederastia protagonizados por religiosos no se circunscriben al territorio geográfico nacional, sino que han sido denunciados en diferentes países y desde hace décadas. El Vaticano ha encarado investigaciones y se ha manifestado en distintas oportunidades al respecto.

Además, a lo largo de los años, se ha conocido de casos contra pastores o autoridades de otras confesiones, pero, debido a la particularidad de la institución en cuestión, a la que incluso a veces se le endilgan vínculos ideológicos —o, en determinadas circunstancias, directamente políticos—, solo se suelen mediatizar los que afectan a la Iglesia católica.

Incluso a nivel de la Compañía de Jesús se deben cernir las cosas. El de Pedrajas es un caso y, luego de destaparse este, se supo de otros, pero de ninguna manera se puede decir que la pederastia es una conducta extendida en esa orden cuyo aporte a la historia boliviana viene desde la biblioteca y el primer colegio que se abrió en Potosí hasta la vigencia de medios de comunicación prestigiosos como la radio Fides y la Agencia de Noticias Fides (ANF), pasando por la Universidad San Francisco Xavier, que está a punto de cumplir 400 años de existencia. Habrá que recordar también el indudable aporte reciente de jesuitas como el padre Luis Espinal o José Gramunt de Moragas, entre otros.

Pero, al margen de esas aclaraciones, no puede pasar desapercibido que, según varios indicios colectados hasta ahora, la conducta de Pedrajas era de conocimiento de algunos miembros de la Compañía de Jesús y, en su momento, no se hizo lo suficiente para frenar sus abusos.

Más allá de la conmoción natural que provoca lo sucedido con ese cura español, que confesó por escrito haber abusado sexualmente de cerca de 80 estudiantes de un colegio en Cochabamba y en otros de la región, décadas después, ha quedado en evidencia la falta de una reacción positiva y oportuna a favor de un resarcimiento de las víctimas menores de edad.

Aunque la justicia boliviana no haya confirmado nada aún, cabe señalar que los casos de encubrimiento de crímenes sexuales de sacerdotes, por instancias superiores eclesiásticas, tampoco son una novedad en el ámbito mundial. Varios han sido constatados por investigaciones independientes —en ciertos casos, encargadas por la misma Iglesia— y salpicado incluso a altas autoridades del Vaticano. Pero nunca, hasta ahora, se habían constatado “abusos y su encubrimiento, desde el otro lado, el del religioso agresor”, como publicó el diario español El País en uno de sus extensos reportajes sobre el asunto en las últimas semanas.

Ese “otro lado” revelado en los escritos del padre Pica muestra también un hermetismo cuya magnitud, seguramente incalculable, no solo afecta a víctimas sino a los victimarios abandonados en un infierno personal como el que, según lo deja entrever él mismo, vivía aquel sacerdote español.

Estamos ante la comisión de delitos cuyas consecuencias no podrán pagar los abusadores ya fallecidos, pero que sus víctimas aún padecen. Es sobre estas que se debe prestar la mayor atención y no sobre si se ataca o se defiende a sus victimadores, tal como parece estar ocurriendo, sobre todo, a partir de la rápida difusión de las noticias mediante las redes sociales.

La religión ocupa un lugar preponderante para millones de personas en todo el planeta. En Bolivia, Iglesia católica ha decidido llevar el caso en cuestión hasta la justicia y ahora se espera que esta actúe con todo el rigor de la ley investigando y estableciendo si, efectivamente, hubo o no encubridores. (R)

Compartir:
Más artículos del autor


Lo más leido

1
2
3
4
5
1
2
3
4
5
Suplementos


    ECOS


    Péndulo Político


    Mi Doctor