¿Son malas las subvenciones en Bolivia?

Adriana Perez Camacho 04/09/2023
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En la discusión sobre el modelo económico en Bolivia, con frecuencia se presenta a las subvenciones (gasolina, diésel, maíz, y harina) con una perspectiva negativa. De hecho, se considera que el monto de $us 1,500 millones es un costo demasiado alto para la economía.

Lamentablemente, no se realiza un análisis económico acerca del impacto de las subvenciones sobre el bienestar de la población.

En efecto, un estudio serio debería comparar los beneficios de las subvenciones versus los costos de las mismas. Para lo cual es necesario agrupar los beneficios de las subvenciones, cuantificarlas y compararlas con los costos de las mismas. En primera instancia, el beneficio a analizar es el impacto que se tiene sobre el nivel de precios.

Bolivia se ha caracterizado por tener una baja inflación. A julio de 2023 la misma se ha situado en 0,3% y en 2022 la acumulada a 12 meses alcanzo a 3,1%.

Conforme a datos disponibles en la Memoria de la Economía Boliviana 2022 (pág. 284) publicada por el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas (MEFP), el gasto de consumo final de los hogares alcanzó a Bs 206,423 millones.

Suponiendo que se retirasen las subvenciones, esto haría que al menos el gasto de las familias se incrementase en un 10%, lo que implica que ellas tendrían que gastar Bs 20,642 millones adicionales o $us 2,965 millones. Es decir, las familias han ahorrado $us 3,000 millones, aproximadamente, gracias a las subvenciones.

El otro campo de análisis es el crecimiento económico.

La subvención permite bajar los costos para el sector de la agroindustria; de no existir la misma, los precios a los que tendrían que vender sus productos serían más altos, lo que restaría competitividad y por ende reduciría sus beneficios. Un caso muy conocido es el de la agroindustria, la composición del Producto Interno Bruto nominal por actividad económica muestra que la agricultura, pecuaria, silvicultura tiene un aporte de Bs 37,780 millones (Memoria de la Economía Boliviana 2022).

Si asumimos que el 90% corresponde a los costos y dentro de ellos una parte se beneficia de las subvenciones (especialmente en lo relacionado al diésel), se puede afirmar que, en caso de levantarse las mismas, el sector tendría que incurrir en un gasto de Bs 1,705 millones adicionales o $us 244 millones.

En resumen, las subvenciones permiten un ahorro para las familias y las empresas de $us 3,209 millones que, comparados al costo de las mismas, que alcanza a $us 1,500 millones arroja un saldo positivo de $us 1,709 millones, con lo cual el impacto sobre la población es altamente positivo, evidenciando que retirarlas se constituiría en un error a corto plazo.

Las estimaciones presentadas en este artículo son preliminares; sin embargo, un análisis econométrico y sectorial arrojaría montos más precisos, corroborando el impacto en el ahorro de familias y empresas.

La discusión acerca de la importancia de las subvenciones no solo debe limitarse a cuantificar sus costos sino que debe ampliarse a los beneficios que ellas otorgan. Esto también permitiría enfocar adecuadamente la discusión acerca de su sostenibilidad, ya que la economía debe concentrarse en la distribución adecuada de los recursos. A fin de concientizar a la población, la pregunta es: ¿Qué uso alternativo se le podría dar a los recursos que actualmente se destinan a las subvenciones? ¿El cambiar el destino de las mismas mejoraría la situación de las familias y las empresas?

 

* Es ingeniera comercial y especialista en planificación.

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