Una propuesta que adopte cualquier título, ley, agenda o programa, es lo de menos, lo importante es que tenga la virtud de aprovechar una coyuntura crítica, como es el festejo del Bicentenario del nacimiento de la República, para encarrilar a la institucionalidad local en busca de un cambio económico sustancial en la región con la condición de que las organizaciones y entidades que la conforman puedan alcanzar una interacción virtuosa en las distintas tareas preparatorias.
¿Por qué es importante la coyuntura del Bicentenario?:
En primer lugar, porque se presenta en un período en el que este acontecimiento y la confluencia de factores que trae consigo pondrá a Sucre en un lugar privilegiado en el epicentro de los festejos nacionales, momento ideal para plantear, una estrategia de desarrollo sistémico, holístico y, si se quiere, disruptivo encaminado a reemplazar el modelo de crecimiento burocrático-rentista que nos acompaña cuyo resultado principal es la concentración de la riqueza en camarillas relacionadas con el régimen, en las ciudades del eje donde se ha instalado una mejor infraestructura productiva pública y donde la actividad empresarial es fluida y deriva en más oportunidades para el trabajo y el capital.
Allí se trasladan recursos humanos y capital de manera sostenida desde la periferia, al extremo de dejar grandes espacios vacíos, paralizados a niveles de sobrevivencia.
En segundo lugar, por la urgente necesidad de modificar este ciclo vicioso de pobreza adoptando un modelo alternativo de “base ancha”, instalando rubros que se caracterizan por ser intensivos en mano de obra, con crecimiento sostenido, con amplios efectos multiplicadores como el turismo; el turismo, que progresivamente se recobra de la crisis del covid, habiendo alcanzado por lo menos al 80 por ciento de 1.000 millones de viajeros que se trasladan a distintas partes del mundo.
En tercer lugar, porque los cambios en la demanda resultantes de la crisis han creado otra ventana de oportunidades para aprovechar las ventajas comparativas de Sucre para operar un turismo cultural vivo al colocar como centro de atención de los turistas las “experiencias ” en lugar de solo el viaje o la visita, también los destinos de menor costo
A todo esto se añaden los cambios “geoeconómicos” del país que colocan a Santa Cruz, un destino a 30 minutos, con una población de 2,5 millones de habitantes y un total de viajeros potenciales de 200 mil personas, todo ello acompañado de convertirse en nódulo focal de las llegadas de extranjeros al país.
Factores que han transformado las perspectivas del desarrollo de Chuquisaca que debe insertarse al eje económico mediante el turismo que debe ejercer un papel desequilibrante para los sectores tradicionales del interior.
Si, la institucionalidad de la ciudad adopta una mira abierta al cambio y, los actores con visión empresarial moderna logran superar a los reactivos tradicionales, se podrán encarar las mejoras urbanas estructurales urgentes para que sobre esta base se lleven a cabo innovaciones que permitan diversificar y mejorar la calidad de los productos turísticos.
Me refiero a sacar museos y expresiones culturales a la calle y abrir el turismo al aprendizaje e intercambio académico al turismo de congresos, todo ello con la idea convertir a Sucre en un destino de más larga estadía.
Sin embargo, no se debe olvidar , que el turismo es una actividad que requiere una competitividad sistémica , totalizadora que requiere cadenas de calidad , pues las percepciones de los viajeros son integrales y no se pueden separar unas de otras , requieren cadenas de calidad donde romper un eslabón afecta al otro y a todos entre sí.
Por eso no basta con políticas internas locales sino del concurso de las autoridades nacionales para mejorar la “conectividad” y superar el aislamiento del país y, de esta región impulsando la concurrencia de líneas áreas para ofrecer pasajes baratos además de facilidades para disminuir trámites engorrosos para el ingreso de visitantes.
Los otros requisitos para transformar la economía local a partir del turismo son el papel central que debe ejercer el municipio, ya que no hay posibilidad de triplicar cifras de llegada de europeos y de viajeros de países vecinos con capacidad de consumo si no homologamos nuestra calidad de vida general de acuerdo a parámetros más exigentes, a saber:
Servicios de salud de mejor calidad, agua suficiente mediante la construcción de embalses en las cuencas cercanas, un centro histórico preservado sin polución, llevar a cabo una reingeniería del transporte con vías alternativas para vehículos ecológicos todo esto acompañado de una planificación urbana de barrios cuyos habitantes no requieran de más de 15 min para acceder en su propio medio a escuelas, mercados, atención de salud y otros servicios.
Si fuera así, aprovechando la coyuntura crítica del Bicentenario con la voluntad de sus habitantes, estaría asegurado el camino de la transformación económica para Sucre y la región. De otro modo, este evento será un período caracterizado por actividades inocuas y otras parafernalias…