Grata sorpresa de las autoridades departamentales, municipales y universitarias en esta semana que culmina, porque lograron impulsar, trabajando juntas, gran actividad artística y cultural, permitiendo que Sucre vuelva con fuerza a la tradición que la ha caracterizado siempre, pero deprimida en el último tiempo.
En escenarios tan extraordinarios como las terrazas y los tejados de la Casa de la Libertad, de San Felipe Nery y la mansarda del Palacio de Gobierno, así como ambientes del Palacete de El Guereo, el Coro de la Catedral y patios coloniales, se reunieron invitados y visitantes para deleitarse con música, danza y colorido con la participación del ballet de Amparo Silva, de Gustavo Orihuela y de otros destacados y eximios artistas chuquisaqueños.
En sus respectivos discursos en los actos de presentación, las autoridades organizadoras expresaron su deseo de trabajar juntas y en coordinación para las celebraciones del Bicentenario. En pocos días se ha podido apreciar el trabajo de equipo y ojalá esto hubiera sucedido antes, cuando había tiempo de gestionar obras en beneficio de la ciudad y del departamento aprovechando tan singular ocasión.
Pero es necesario destacar lo positivo, impulsados por la extraordinaria belleza de esta ciudad más apreciada por los visitantes que por nosotros mismos, aunque hemos recibido un aliciente increíble viéndola desde las terrazas tan celosamente cerradas que se abren ahora como un atractivo más que se suma a los varios existentes.
Constantemente se menciona que el turismo es nuestro futuro, pero ese futuro hay que volverlo presente porque, cuanto antes se lo haga, beneficiará antes también a nuestra gente y a nuestros jóvenes, que se ven obligados a emigrar en busca de mejor destino, teniendo tan cerca algo que es cuestión de impulsar para explotar nuestras fortalezas en beneficio colectivo.
Para lograr ese objetivo se necesita la unión a la que se han referido insistentemente durante los últimos días nuestras autoridades, dentro de las que se ha destacado el señor gobernador, que ha sido positivamente reiterativo en sus diferentes intervenciones. La unidad mejorará la capacidad de gestión de la región y para ello hace falta sentirse chuquisaqueño, dejando en segundo lugar la filiación partidaria.
Falta poco más de un año para celebrar el Bicentenario de la fundación de nuestro país como nación independiente y soberana, es necesario trabajar unidos porque si algo no se recupera es el tiempo y sería lamentable que ese aniversario pase inadvertido como ocurrió con las celebraciones del Bicentenario del Primer Grito de Libertad, que no dejaron nada.
Es imprescindible un compromiso general, incluido el de la sociedad civil, que no encuentra eco, así como el de las entidades cívicas, que se han dejado llevar por intereses partidarios que finalmente no benefician a nadie.
Sucre es la capital constitucional de Bolivia y el lugar donde nació la patria, lo que nada ni nadie podrá modificar. Sin embargo, no podemos valernos solamente de títulos y de méritos pasados. El futuro depende de nosotros mismos y somos nosotros los que tenemos que forjarlo para beneficio de las nuevas generaciones, de la región y de la integración nacional.