El totalitarismo y el abuso de autoridad –además de la corrupción– en las filas del verde olivo no parecen tener remedio. Mientras en las últimas semanas, para variar, dos oficiales de la Policía cayeron transportando droga, el viernes un humorista fue aprehendido por orden del Subcomandante departamental de la Policía de La Paz por efectivos de civil al salir de un estudio de TV al que había asistido para promocionar su show, por el “delito” de caracterizarse como policía. ¿O será que el show no les gustó?
En todo caso el video se ha viralizado en las RRSS y muestra un breve episodio que relata lo que todos conocemos: la Policía está profundamente penetrada por la corrupción y esa es la imagen que prevalece en el soberano, que opa no es y anota lo que ve cotidianamente. Al parecer, más allá que el humorista estuviera o no usando ese uniforme –el informe fiscal de inicio de investigaciones acredita que no– es harto evidente que en la realidad se trató de una vil represalia cometida por gorilas que le metieron nomás, prevalidos de su prepotencia e ignorancia.
Absurdo resulta el pretexto del respeto al uniforme, pues aquellos cultos medievales que rondan en el fetichismo quedan completamente descartados por la dura realidad que ese organismo atraviesa, que empieza por su indigno servilismo al poder político partidario, pasa por el temor y no seguridad que el ciudadano siente frente a sus efectivos y termina en actos tan burdos como ignaros de aprehender a quien está haciendo arte. Bien lo decía un famoso humorista boliviano, el disfrute del humor requiere de un grado mínimo de inteligencia.
Lo peor de todo es que –no podía faltar– el sistema de justicia penal, si bien terminó poniendo en libertad al humorista aunque sobrepasando el lapso máximo de aprehensión, pues el juez “de turno” no aparecía para firmar el papelito de liberación; un fiscal ha resuelto investigarle nada más ni nada menos que por el delito de usurpación de funciones que esta descrito para quien: “1. Ejerza funciones públicas sin título o nombramiento expedido por autoridad competente o sin haber cumplido los requisitos legalmente exigidos; 2. Ejerza funciones públicas después de haber cesado legalmente en el desempeño de un cargo público o, después de habérsele comunicado oficialmente de la resolución que dispone su cesantía o suspensión, continúe ejerciéndolo en todo o en parte; 3. Ejerza ilegalmente funciones correspondientes a otro cargo siendo servidora o servidor público; o, 4. Usurpe la calidad de servidora o servidor público”. Mientras…los prorrogados y autoprorrogados, bien gracias en las barbas del MP.
Tamaño dislate solamente podría ocurrir en un estado putrefacto de totalitarismo, abuso de autoridad y hasta sin sentido común, pues cualquier persona con un mínimo de raciocinio comprende perfectamente que la actuación realizada por el humorista es simplemente eso, una representación jocosa de la realidad o de la percepción que el artista tiene de ella y que forma parte de su libertad de expresión mediante el arte escénico del humor.
Por si acaso, en varias de sus célebres sentencias sobre esa libertad que constituye pilar de un genuino sistema democrático, la Corte IDH ha dejado sentado vinculantemente para agentes estatales internos incluyendo aquellos gorilas, que la protección de la libertad de expresión debe extenderse no sólo a la información o las ideas favorables para algunos, sino también aquellas que: “ofenden, resultan chocantes o perturban” a otros, destacando la importancia de: “Proteger la libertad de expresión en lo que se refiere a las opiniones minoritarias, incluyendo aquellas que ofenden, resultan chocantes o perturban a la mayoría”. En el Caso Canese Vs Paraguay, alegó que: “El derecho a la libertad de expresión es precisamente el derecho del individuo y de toda la comunidad a participar en debates activos, firmes y desafiantes respecto de todos los aspectos vinculados al funcionamiento normal y armónico de la sociedad (…) Muchas veces estos debates pueden ser críticos y hasta ofensivos para quienes ocupan cargos públicos o están vinculados a la formulación de la política pública”; ya que: “Aquellas personas que influyen en cuestiones de interés público se han expuesto voluntariamente a un escrutinio público más exigente y, consecuentemente, en ese ámbito se ven sometidos a un mayor riesgo de sufrir críticas, ya que sus actividades salen del dominio de la esfera privada para insertarse en la esfera del debate público”.
La grosera represión a la libertad de expresión como la que nos ocupa, prueba aquello de Esopo: “Cualquier excusa sirve a un tirano”. !!!”Laaarga vida a la libertad de expresión!!!
