Desde hace tiempo que Sucre reclama, y con toda razón, que los actos centrales de celebración del Dia de la Patria se lleven a cabo en la ciudad donde nació Bolivia, en la Casa de la Libertad, el templo de la independencia hispanoamericana.
Por fin se convoca a la Asamblea a Nacional para que sesione en la Capital del país. El 6 de agosto se cierran las calles que circundan la histórica plaza, se desplazan para otra fecha los tradicionales desfiles, se moviliza la fuerza pública y el señor Presidente difunde su mensaje a la Nación, bajo estrictas medidas de seguridad.
Más que un homenaje es un informe de actividades, de lo bien que lo hace el gobierno, de lo mal que actúa la oposición, de los opinadores, de los factores internos y externos que todo junto es causa de la crisis que no es estructural, sino coyuntural y el gobierno que ejerce su función deja al margen las celebraciones, sin tomar en cuenta para nada a ese pueblo en cuyo nombre dice gobernar.
A ese mismo pueblo le quiere dejar la responsabilidad de decidir si se continúa o si se cancela la subvención a los carburantes, sin explicarle que para subvencionar hay que tener con qué hacerlo. A ese mismo pueblo al que se le quiere preguntar una vez más sobre la distribución de escaños, o sobre la posibilidad de permitir que el poder se mantenga en sucesivas o alternas gestiones a los mismos personajes; es decir, sobre lo que ya se le preguntó, lo que el pueblo ya respondió.
Estamos a un año de celebrar 200 años de soberanía, cuando cada vez somos menos soberanos, porque nuestras decisiones dependen de Venezuela, insólitamente cuna de libertadores, de los verdaderos libertadores.
Estamos también a poco más de un año de nuevas elecciones generales. Ojalá en la campaña escuchemos a los candidatos decir la verdad, ofreciendo lo que se puede cumplir, explicando la realidad nacional por dura que sea, que la característica no sea la mentira y la demagogia, sino que todos, especialmente los actuales gobernantes digan la verdad, siguiendo el ejemplo de un ex presidente de hace muchísimos años afirmó que prefería la verdad que lo condene a la mentira que lo defienda.