Recientemente el INE ha publicado datos del Producto Interno Bruto (PIB), crecimiento económico y otros, tanto de Bolivia como de sus nueve departamentos, correspondientes a 2023. Esta actualización es algo tardía considerando que, al momento de su publicación, estábamos finalizando el octavo mes del año. Incluso, también se dio a conocer el crecimiento económico del país en el 1er. trimestre 2024, que fue de 1,31%, menor al de 2022 y 2021 comparando el mismo periodo.
Bolivia en 2023 tuvo un crecimiento económico del 3,08%, menor al de 2022, que fue de 3,61%, y al 6,11% de 2021. Si lo comparamos con 2014, su crecimiento bajó en 44%. Después del año de la pandemia se observa una ralentización o enfriamiento en la economía, posiblemente en un nuevo ciclo contractivo. Inclusive, se habla de que estamos a pasos de una estanflación debido principalmente a la crisis fiscal, que ha derivado en un proceso inflacionario sostenido, sobre todo, en lo que va de 2024.
A nivel subnacional, el departamento cuya economía creció más en 2023 fue Oruro con 7,84%, y la que menos creció Pando, con 0,34%. Un año más, Tarija presenta un decrecimiento en su PIB real con 0,38% en 2023, siendo el único del país; desde 2014 hasta 2023 su crecimiento ha caído en 108%. En el caso de Santa Cruz, La Paz y Cochabamba, el año pasado su crecimiento fue del 3,71%, 2,23% y 2,83%, respectivamente. Bolivia, como sus principales economías departamentales, creció menos que en 2022.
Sobre la participación departamental respecto al PIB nacional, era de esperarse que Santa Cruz sea el más importante: tuvo un peso del 31,48%. En cambio, el menor fue Pando, algo también previsible, con una participación de solo 0,92%. Durante 2014-2023, Santa Cruz aumentó su participación en solo 11%, en cambio Beni en 26%. Tarija es el caso más crítico: su peso económico a nivel nacional ha descendido en 54%, aunque sigue manteniendo un cuarto lugar como economía departamental gracias, principalmente, al alicaído sector hidrocarburífero.
Si hacemos un ranking, el 1er. lugar lo ocupa desde 1997 Santa Cruz, la principal economía de Bolivia. La Paz, desde ese año hasta la fecha, está segunda dentro del peso económico nacional como departamento. Le sigue Cochabamba. En realidad, entre Santa Cruz y La Paz la diferencia no es muy grande, aproximadamente de 3 puntos porcentuales. En cambio la economía cruceña supera con más del doble a la cochabambina, si hablamos en términos de tamaño y peso económico.
En el PIB nominal, Bolivia en 2023 llegó a $us 45.464 millones, uno de los más altos de los últimos años: desde 2014 creció en 37%. Sin embargo, solo creció en 3% respecto a 2022, gracias a los precios internacionales favorables, sobre todo de productos no tradicionales exportados por el país.
En el nivel departamental, Santa Cruz tuvo un PIB nominal 2023 por un monto de $us 14.314.290.201, representando el 31% del PIB de Bolivia, lo cual lo ubicó en el 1er lugar. En cambio, Pando solo representó el 1%, con un PIB de $us 416,75 millones: fue la economía más pequeña de Bolivia.
Si comparamos los años 2014 y 2023, el departamento que más creció en su PIB nominal fue Beni, con un 73%; en cambio Tarija fue el que presentó una mayor contracción (37%), debido a su gran dependencia del sector hidrocarburífero, el cual presenta una caída sostenida en su producción y exportación desde 2014 (cerca del 50%).
A lo que se refiere el PIB per cápita nacional, en 2023 Bolivia refleja un valor de $us 3.736, el cual se incrementó en 20% desde 2014 debido un crecimiento más acelerado de su PIB que de su población, lo cual es diferente a nivel departamental. Santa Cruz, a pesar de ser la 1era. economía del país, no tiene el PIB per cápita más alto, lo tiene Tarija con $us 4.731; sin embargo, desde 2014-2023 este indicador descendió en 46%. Durante el mismo periodo, el departamento que más aumentó en PIB per cápita fue Pando: 47%.
La clasificación sería: 1 Tarija, 2 Santa Cruz, 3 Oruro, 4 La Paz, 5 Chuquisaca, 6 Cochabamba, 7 Potosí, 8 Pando y 9 Beni. Aunque este ranking parece contradictorio, hay que tomar en cuenta que el PIB per cápita no solo tomó en cuenta el PIB nominal de cada departamento, sino también su tamaño poblacional. Es por ello que Tarija, a pesar de ser la 4ta. economía del país, tiene el PIB per cápita más elevado, lo que se debe a su población pequeña.
Aunque en términos nominales nuestra economía parece que es pujante y creciente, sobre todo por el efecto precio, en términos reales no es tan así. Desde la pandemia no se recupera plenamente, más bien demuestra signos de un enfriamiento con tendencia recesiva. Durante el periodo 2014-2023, Bolivia, como todos sus departamentos con excepción de Oruro y Beni, ha reflejado un descenso en sus ritmos de crecimiento; el más alto Tarija con un 108% de caída. Las perspectivas de crecimiento por organismos internacionales indican que Bolivia crecerá menos del 2%, muy por debajo del 3,71% gubernamental. Este año se agudizó el tema fiscal, dando lugar al desabastecimiento de carburantes, escasez de dólares y devaluación de la moneda por términos inflacionarios, a lo cual se suman conflictos sociales, políticos y poca gobernabilidad, que hacen prever que se tendrá un crecimiento económico menor al de 2023.
* Es Pdte. Colegio Departamental de Economistas Tarija.