Se define la disponibilidad social como las “estructuras mentales de los individuos que facilitan acciones en un contexto determinado, dando lugar a conductas, hábitos, estados de alerta, o tendencias a actuar de una manera específica”. La disponibilidad es consecuencia de un momento de acumulación social o está producida por descuido del poder, preocupado de otras circunstancias.
En este momento confluyen las dos circunstancias y corresponde, inteligentemente, actuar en consecuencia. Abramos los diques de la iniciativa ciudadana en temas que nos incomodan y que necesitamos respuestas distintas a las que nos están dando.
Quienes vivimos en Santa Cruz nos sentimos incómodos con esta campaña facilista de cargarles a “los cruceños” las consecuencias de las quemas y las humaredas. El laboratorio social que se vive en el departamento es bastante más complejo al mismo tiempo que comprobamos las reacciones a lo que está ocurriendo como la incomprensión que existe por lo que se está viviendo en Bolivia. Esta incomodidad está unida, además, a los resultados preliminares del Censo, que intenta ocultar la realidad de la migración desbordada de bolivianos hacia tierras donde la expulsión de población supone existen mejores condiciones para producir, hacer negocios o para aprovechar el descontrol generado por la falta de autoridad y orden democrático. Esta es una oportunidad para intentar superar prejuicios, conocernos más y mejor y aceptarnos.
Frente a las más de 7 millones de hectáreas forestales arrasadas por el fuego y a la necesidad de reconstruir el país, ¡estamos en el derecho de declarar como “mal nacidos públicos” a los 10 primeros iluminados que propongan bloqueo de caminos! No es posible tanta irresponsabilidad cuando lo que se necesita es trabajo, producción y recuperación del turismo como alternativa sostenible.
Otra. “El exministro de Justicia Iván Lima dijo que el caso Senkata, que involucra a la expresidenta Jeanine Añez, fue llevado a juicio penal por el ‘capricho’ del expresidente Evo Morales, lo que derivó en un conflicto judicial que ya dura cuatro años”. ¿No parece lógico que Iván Lima asuma la responsabilidad de corregir este entuerto jurídico y que la expresidente Janine Áñez se defienda donde le corresponde? Frente a la necesidad de palestra que tiene el exministro, los medios tendrían que entrevistarlo para que pueda liberarse de las atrocidades que, parece, le hicieron hacer.
Marcelo Soza escarneció espiritualmente y extorsionó económicamente a Santa Cruz por orden del entonces presidente Evo Morales. Él, personalmente, tomó lista de clubes, cooperativas y fraternidades, los hizo viajar a La Paz e impuso bajo presión y chantaje, libertad, perdón o encubrimiento. Está a disposición de quien lo busque el video de 2009 en el que el presidente Evo admite, en Caracas, que instruyó el operativo en el hotel Las Américas. Este es un buen momento para abrir puertas y ventanas, entre una ventolera que no deje nada en su sitio y se haga la luz. Mientras recordamos a Zvonko Matkovic Ribera, que se ganó el respeto por los 10 años de encierro al que lo condenaron por no aceptar el chantaje del juicio abreviado.
Y reitero: tenemos una deuda con Luis Fernando, Marco Antonio, Lucho, Mario, Paulo, Guido, Hugo, José María, Javier, Toño, Carlos... los nombres continúan; debemos terminar el escarnio de quienes son perseguidos por ser de la oposición, exigiendo juicios transparentes y respeto pleno al debido proceso pues los necesitamos libres de chicanas mañosas, en ejercicio de sus derechos y ayudando a reconstruir la patria.
Frente a tanta infamia, resulta grato recordar a José María Bakovic; en medio de este zafarrancho, comprobamos que crece en la dimensión de su conducta y sus principios. Cuando vuelva la democracia y el odio y el resentimiento sean parte de los recuerdos que no debemos olvidar, desde la sociedad, exigiremos para él, el Cóndor de los Andes. No lo necesita, pero será justicia.