Cambia, todo cambia. Me animé a afirmar esto en mi último artículo y, al parecer, estamos en eso. El desbloqueo o “cuarto intermedio” de 72 horas de los afines al jefazo ya lleva varios dias y no hay señales de reactivacion de la impopular y absurda medida. Las amenazas, al menos por el momento, parecen haberse desvanecido sin gloria pero, quizás, con más pena para los fanáticos seguidores del líder.
Cerca de un centenar de bloqueadores han sido trasladados a La Paz y deben estar respondiendo ante las autoridades. Dos dirigentes notorios, Humberto Claros y Ramiro Cucho, han sido detenidos en San Pedro y Patacamaya respectivamente; además, pesa una orden de aprehension sobre Ponciano Santos y Ramon Quintana.
El MAS evista parece estar en desbandada, mientras el MAS arcista aprieta las clavijas.
Hace unos dias la fanaticada masista amenazó con movilizarse hacia Sucre, pero el anuncio quedó en nada por el temor de otros tantos a ser detenidos, a la par que muchos comenzaron a pensar y abrir los ojos y, seguramente, consideran que la marcha desde Caracollo hacia la sede del Gobierno, en principio, y el posterior bloqueo de Cochabamba fueron inútiles y no lograron conseguir lo que ansiaban. También se darán cuenta de que fueron utilizados y que un enorme porcentaje de la bolivianidad no los ve presisamente con agrado.
MANOTAZOS DE AHOGADO
El cocalero, parapetado en su reducto chapareño insiste en ser candidato presidencial. Lee en las redes sociales una “encuesta” a su conveniencia que, según él, le daría algo cercano al 25 por ciento en las elecciones. ¿Quién o quiénes habrán hecho la encuesta?, ¿será una empresa seria, fiable y neutral o alguien pagado para decir lo que el jefe quiere escuchar?
El jefe cree que se están deteniendo a luchadores sociales, a abnegados héroes salvadores de la patria, y así sindica al arcismo, a la oposición y, claro, seguramente su retórica alcanzará a Milei y a Trump, lo que no extrañará a nadie.
Pero los manotazos de ahogado son confirmados por su inefable hija que sitúa a Tupac Katari, tratando de parangonarlo con su padre, en pleno 1978, provocando la hilaridad de los internautas y mostrando el nerviosismo que ya cunde en las filas del evismo.
El individuo cree tener la solución a los problemas del Gobierno. Insiste en dialogar y se anima a dar consejos sobre los hidrocarburos, afirma tener contactos internacionales que darían una inyección millonaria de dólares a Bolivia. ¿Quiénes serán los contactos?
En síntesis, sigue mostrándose como el salvador de una nación, pero no dice nada sobre las acusaciones que pesan sobre él respecto a estupro y pedofilia. Si fuera capaz de aclarar aquello, acaso podría despertar en la gente cierto grado de fiabilidad. Pero no, solo disimula argumentando posibles soluciones cual si fuese un consumado estadista y estratega político. A estas alturas, todo es disimulo para seguir ganando cámara y micrófono. Son los manotazos de quien se hunde solo o quizás junto a su barco.
Y DALE CON LA PRENSA
Ahora el señor Morales entregará algún documental a la prensa extranjera haciendo notar que la prensa boliviana lo considera “enemigo número uno”. Una vez más, la victimización de alguien que no entiende el rol imparcial y simplemente informativo de la mayoría de los medios que se mueven en plena libertad consagrada por la Constitución, al igual que medios masistas, que los hay, no podemos negarlo.
Y, siendo un personaje público y dados sus antecedentes también públicos, es parte de la noticia, así no le guste. La prensa libre no tiene la culpa de sus errores ni de sus criticables gustos. Quizás hubiese sido mejor retirarse en su mejor momento a su chaco y cuidar su coca y sus tambaquis y todo esto no hubiera pasado nunca, pero…
* Es comunicador social.