Este 2025, será el año de la serpiente de madera, según el calendario chino. Para entender mejor, la astrología china se basa en un ciclo de 60 años, con un sistema que combina 12 animales (Rata, Buey, Tigre, Conejo, Dragón, Serpiente, Caballo, Cabra, Mono, Gallo, Perro, Cerdo) y 5 elementos (madera, fuego, tierra, metal y agua). Lo que eres, tienes, y te representa según esa astrología, es un animal que se asocia con sabiduría, astucia e intuición.
Para Bolivia, esta predicción será fatal, ya que se repite la misma figura (serpiente de madera) que en 1825, año de nuestra fundación. Consultamos con el experto en política económica del país, Kago Shen Tao para que nos desvele estos misterios.
Nos dijo que el 2025, la serpiente será el ejemplo a seguir, ya que miles de personas se arrastrarán por los suelos, siguiendo a sus líderes como amarrawatos, llunkus, o como dicen en la China milenaria, “chin chu ma-cho”, para describir a los ciegos y obtusos por 2 pesos de poder.
Por otro lado, la predicción habla que este año traerá la peste de “Chin co-coche”, gente que no podrá usar sus autos y, deberán imitar a la serpiente en sendas filas por gasolina y diésel. Filas que se replicarán para aceite, pollo, carne, inspección técnica entre otros.
Personalmente, dudé mucho de las palabras de este experto, porque vivimos casi 20 años bajo la magia milenaria de Lu Chin Ming, el magnífico economista del régimen que nos habló de la industrialización y del crecimiento, pero ahora entiendo que se refería al crecimiento de funcionarios públicos que mes a mes, pagan su cuota al partido. Por eso, busqué a otro experto independiente, al famoso Ko Chi-nin que asesora a los opositores, para que nos brinde su punto de vista.
Su enfoque fue muy esperanzador, nos comentó que el 2025 será el año del cambio, que las elecciones venideras traerán rostros nuevos en el ámbito político, tan nuevos que los vimos en la papeleta electoral del 2002, del 2005, del 2009, justamente “esa juventud” es la que nos dará la tan ansiada libertad de los azules, como la que vivimos en el gobierno de transición del 2020, donde muchos estiraron las manos para beneficio propio, descubriendo que la pillería no es propia de un partido, sino de nuestras bajezas mentales.
En conclusión, no importa de qué color o lado estemos, parece que el 2025, año de la serpiente de madera, traerá a Ta Chin Gao, el milenario maestro de las cobranzas, para que siga a cargo de Impuestos Nacionales y siga persiguiendo y buscando a tanto empresario y emprendedor, porque de algún lado tenemos que recaudar para mantener las planillas. Ahora que el negocio del gas de hizo gas, y aunque el IDH haya perdido varias cifras, debemos seguir manteniendo a miles de estudiantes en universidades públicas y otros miles de funcionarios que te piden sellito, fotocopia y vuélvase mañana que ganan por calentar el asiento y recibir bono de té.
Iba a decir que este país está naufragando, pero recordé que en el calendario chino le dicen “Chin-Chu LanCha” a los países que se han extraviado, como el nuestro, y le brindan al gran dragón, dádivas como colmillos de jaguar para que sus súbditos “compensen sus falencias”, contratos para carreteras, exportación de carne que incluye millones de hectáreas incendiadas para cumplir la “expansión agrícola ganadera” y; por supuesto, créditos, desde satélites hasta chucherías en AliBaba. Nos prometieron abrir cuentas en yuanes, pero como van las cosas, la única cuenta que abriremos es con Doña Sofía, la que nos fía, la señora de la tiendita que nos avisa cuando llegan las garrafas y algunas frutas típicas como la manzana chilena o la chirimoya peruana.
Por esto y mucho más, te deseo un feliz 2025, que la serpiente devore a las ratas que pululan por doquier, y que Bolivia llegue a los 200 años con un poco de decencia y bienestar para la gente.
* Es periodista.