El alto costo de la falta de previsión

EDITORIAL Editorial Correo del Sur 24/01/2025
PUBLICITE AQUÍ

Apenas terminada la Navidad, desde este mismo espacio se recordó el problema que se repite todos los años por las lluvias y sus efectos y que, por tanto, sería conveniente exigir a las autoridades locales, departamentales y nacionales que se adopten acciones oportunas.

Cuando apenas comienza la temporada de lluvias se suele advertir que ninguno de los departamentos del país se encuentra preparado para afrontar las situaciones de emergencia (inundaciones, derrumbes, accidentes, etc.) que suelen presentarse en esta época del año por las intensas precipitaciones pluviales.

En un mundo ideal, las autoridades correspondientes deberían tomar los recaudos del caso, oportunamente, con el fin de evitar, en la medida de las posibilidades, que se registren pérdidas humanas y materiales como producto de las lluvias y los granizos, por lo menos procurar el menor perjuicio posible.

Pero, como en años anteriores, otra vez los hechos rebasan las previsiones y la capacidad de Defensa Civil y de otras entidades estatales para hacerles frente.

El Viceministerio de Defensa Civil informó que las lluvias han afectado a ocho departamentos del país, con la sola excepción de Oruro, y con un recuento, este año, de 18 personas fallecidas y 50.171 familias afectadas, de las cuales 16.136 han resultado damnificadas.

Al margen de los desastres, accidentes e inundaciones, los caminos mal mantenidos se están tornando rápidamente intransitables; las zonas topográficamente inestables de las ciudades no fueron evacuadas; no se implementaron contenciones de emergencia para los ríos proclives a desbordarse sobre cultivos y poblaciones, y tampoco se alistaron los suficientes equipos y vituallas requeridos para este tipo de situaciones. Por ello, los primeros derrumbes e inundaciones causaron serios daños materiales y la ayuda, sobre todo la que se requiere en zonas alejadas de los centros urbanos, tarda en llegar.

Y parece que se viene lo peor. Según las previsiones meteorológicas, la intensidad de las lluvias de las primeras semanas de enero podría mantenerse en el curso de los próximos días, lo cual hace prever que los problemas en distintos puntos del territorio nacional pueden ir en aumento. Esto significaría más comunidades y más plantaciones anegadas por la crecida de ríos, así como más deslizamientos de tierra en pueblos y carreteras, con los consiguientes daños humanos y materiales.

El país se halla indefenso ante las inclemencias del tiempo y a esta desprotección se añade el hecho de que, pese a su ubicación estratégica en el corazón de Sudamérica, cuenta con un deficiente sistema de vialidad, con todavía pocas carreteras totalmente asfaltadas y caminos de tierra intransitables en época lluviosa.

No puede ser que todos los años se advierta de la necesidad de tomar acciones preventivas, pero la reacción sea prácticamente nula, una indiferencia con altos costos para Bolivia.

Compartir:
Más artículos del autor


Lo más leido

1
2
3
4
5
1
2
3
4
5
Suplementos


    ECOS


    Péndulo Político


    Mi Doctor