El pluralismo es un paradigma del ámbito cultural, consiste en el reconocimiento de las diversas culturas en condiciones de igualdad. El pluralismo supera al paradigma del multiculturalismo, que surgió en la modernidad, y superó, a su vez, al monoculturalismo.
En el monoculturalismo se asumía que en un país debía existir una sola cultura. Por eso exterminaban a las demás culturas, ya sea parcial o totalmente. Era atroz, ya que hasta se mataba a la gente por eso. Cuando llegó la modernidad, esto era “incivilizado”.
Entonces surgió la idea de la tolerancia cultural, para permitirles existir. Pero se les debía “educar” para que los “salvajes” se “civilicen”. Así surgió el multiculturalismo, donde, si bien se tolera la existencia de otras culturas, no se las reconoce como iguales a la cultura en gobierno. Por eso, se establecen diferenciaciones terminológicas para que quede clara la inferioridad.
Así, en lugar de referirse como idiomas a las lenguas los otros pueblos, se las llama “dialectos”. A las otras religiones, “sectas” y a los otros pueblos, “etnias”, negando su reconocimiento como otras naciones. Es de este paradigma que surge el concepto de “Estado-nación”, que significa que en un Estado sólo puede existir una nación.
Con la llegada de la era de los derechos humanos, el concepto de igualdad se posiciona y, con esto, surge el pluralismo. Esto no es otra cosa que aplicar la igualdad en la relación entre culturas diferentes.
En un Estado pluralista, se reconocen todas las lenguas como idiomas, así como todas las creencias por igual. Por eso, los estados pluralistas son por naturaleza estados laicos, lo que implica que no tienen una religión oficial.
Asimismo, a los pueblos de culturas diferentes se les reconoce a todos como naciones. De ahí es que surge la denominación de Estado plurinacional, que significa un Estado con varias naciones. El Estado plurinacional no se contrapone a la república, ya que esta tiene que ver con el modelo de gobierno que adopta un país, mientras lo anterior, con el modelo de Estado.
Todos los países que forman parte del sistema internacional de los derechos humanos son o deben ser por naturaleza estados pluralistas, indistintamente de que se denominen estados plurinacionales o no, ya que están obligados a aplicar la igualdad en la relación entre culturas diferentes.
* Es constitucionalista en temas de organización y funcionamiento del Estado.
