En Bolivia, y por lo tanto en Sucre también, se necesitan y con urgencia campañas de educación en todo nivel. Tenemos que aprender a cruzar las calles; a saber que como en todas partes del mundo los peatones tienen prioridad sobre los vehículos; que el transporte público acerca a los pasajeros a su destino, no necesariamente los lleva al lugar exacto al que se dirigen; a abordar el transporte público en lugares establecidos. En síntesis, hay que aprender a respetar, asimilando que los derechos de una persona terminan donde empiezan los de los demás.
Imposible citar todo lo que se debe hacer con el detalle que se requiere para programar campañas para cada caso, pero lo primero es hacer que la Alcaldía acepte su condición de líder, representada obviamente por el propio alcalde, lo que implica cumplir su obligación y ejercer su derecho, para beneficio de la ciudad y de su propia gestión.
Por supuesto que puede delegar, pero no abdicar. Por ejemplo, no debería ser difícil establecer paradas oficiales para el transporte público ahora que no se puede parquear en el centro. Esa función le corresponde a la Dirección de Tráfico y Vialidad y el control a la Unidad Operativa de Tránsito, haciendo que ambas dependencias cumplan una labor importante, cosa que no hacen. La primera de las nombradas permite calles de doble vía con parqueo a ambos lados y la segunda se ocupa de poner grapas. La consecuencia es el caos vehicular existente.
Otra campaña prioritaria tendría que ser la higiene de la ciudad y retornar a la característica de Sucre como ciudad limpia. Hasta después de media día los contenedores están repletos de basura y, así, no se incentiva el turismo. Da vergüenza recorrer las calles y avenidas y, peor durante los fines de semana.
Ambas campañas requieren esfuerzo y dedicación y dinero solamente para la señalización, no muy difícil de financiar, si se convoca a un esfuerzo colectivo.
¿Y la característica de Ciudad Blanca? ¿Será muy difícil crear incentivos para que los dueños de casa sean motivados a pintar las fachadas de sus casas de color blanco, en el centro y en la periferia?
Las celebraciones del Bicentenario deberían empezar por la imagen de nuestra ciudad, en base al orden y a la limpieza. Sucre se lo merece y los ciudadanos también, si se pretende incentivar el turismo que genera recursos considerables si se lo sabe explotar.
Las campañas de educación son imprescindibles. El mal ejemplo cunde, pero felizmente el bueno también. Habría que proceder en consecuencia.