Otro tema ineludible

EDITORIAL Editorial Correo del Sur 07/04/2025
PUBLICITE AQUÍ

Las actuaciones de los precandidatos presidenciales configuran un panorama preocupante de lo que podría ser la campana electoral propiamente dicha: preocupación por asuntos formales y olvido de los temas de fondo.

¿Qué es lo que les interesa a los precandidatos? Si los habilitan o no, si van a cometer algún error que los lleve a una posible inhabilitación o quién o quiénes serán sus acompañantes de fórmula. Con excepciones que confirman la regla, pocos son los que proponen soluciones a los grandes problemas nacionales. 

Hace una semana hablábamos, en este mismo espacio, sobre los efectos que causan las lluvias, que, cumpliendo pronósticos, continuaron cayendo en cantidades por encima de lo normal. En El Alto, por ejemplo, ayer hubo una granizada que causó zozobra a buena parte de sus habitantes.

Cuando la naturaleza se muestra hostil, con excesos de lluvias y precipitaciones pluviales, olvidamos la importancia que tiene el agua y, consiguientemente, la necesidad de cuidar ese recurso.

No debemos apartar de nuestra conciencia que el agua es un recurso limitado, y hace falta una mayor toma de conciencia para su preservación, porque si algún día llegara a escasear, traería consecuencias irreversibles para la humanidad.

El agua es un derecho fundamental para la preservación de la vida, en todas sus formas y es considerada como un derecho humano, aunque últimamente todo se ponga en cuestión, incluido el acceso al agua o al aire. 

Que sea un derecho no tiene nada que ver con que sea gratis su provisión y tratamiento, porque evidentemente todo cuesta; lo que quiere decir es que alguien debe asumir los costos de la forma más solidaria, y ese alguien siempre es el Estado, y sí, este valioso e indispensable recurso natural no llega de forma segura a un gran número de personas en distintos países, sobre todo a los más pobres, donde el agua potable no es accesible, como en muchas comunidades y algunas regiones de Bolivia.

En Bolivia sigue faltando un verdadero Plan Hidrológico Nacional que ordene las cuencas, mapee los riesgos y priorice las inversiones para garantizar el agua limpia a todos los ciudadanos. Desde siempre y hasta hoy se trabaja de forma aislada con comunidades o municipios, a veces al calor de algún proyecto de cooperación o alguna buena idea, pero sigue faltando una unidad que nos dé certidumbres de futuro: Bolivia es uno de los países más vulnerables del mundo al cambio climático, y aunque este año las lluvias están siendo generosas hasta el exceso, las sequías han sacudido duramente al país durante años.

Ahora, que haga falta una intervención pública de alto nivel no nos exime de nuestras pequeñas responsabilidades en el día a día. Todos podemos hacer algo para ahorrar agua, para mantenerla limpia, para aprovecharla al máximo y para reutilizarla de forma responsable.

El agua es clave, ojalá entre todos seamos capaces de hacer conciencia en estos tiempos de crisis y escaseces.

Lo que se ha visto hasta ahora es que el agua sigue siendo objeto de muchos programas y referencias de inversión en los tupidos discursos de rendición de cuentas, pero lo cierto es que sigue sin existir un Plan Hidrológico Nacional que aúne esfuerzos y planifique inversiones que garanticen la provisión nacional y, además, garantice una gestión de cuencas adecuada que cumpla con las necesidades productivas.

Bolivia es uno de los países más vulnerables al cambio climático y urge garantizar el tema del agua de forma integral lo más rápido posible, pues el tiempo avanza demasiado rápido y nuestros proyectos avanzan a paso de tortuga o simplemente no avanzan. Este es un tema que debe formar parte de todas las propuestas de programa de gobierno.

Compartir:
Más artículos del autor


Lo más leido

1
2
3
4
5
1
2
3
4
5
Suplementos


    ECOS


    Péndulo Político


    Mi Doctor