Litio: la incertidumbre

SURAZO Juan José Toro Montoya 10/04/2025
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En Potosí hemos pasado de haber depositado las expectativas sobre las potencialidades del Salar de Uyuni para nuestro futuro económico a una angustiante incertidumbre sobre el futuro de esas reservas.

Lo que a mí me queda claro, después de ver pasar la historia del litio prácticamente frente a mis ojos, es que nos ha faltado información y es por eso que, por el momento, existen diversas opiniones sobre lo que está pasando con ese recurso.

Desde Paz Zamora a Arce Catacora existe un denominador común: a contrapelo de la lógica científica, los gobiernos han ignorado a la Universidad Autónoma Tomás Frías (UATF) pese a que esta acopió información y desarrolló conocimientos sobre el litio prácticamente desde que se reportaron las reservas del Salar de Uyuni.

Cuando el Comité Cívico Potosinista (Comcipo) protagonizó la primera gran huelga, en el gobierno de Jaime Paz, este se vio obligado a aceptar que la UATF elabore los términos de referencia de la licitación internacional y eso fue lo más importante que un gobierno le dejó hacer a esta universidad.

En los años siguientes, la UATF siguió investigando sobre el litio y, en ese afán, hasta se asoció con universidades europeas. Llegó al punto de desarrollar tecnología para la evaporación de salmueras que fue debidamente patentada, pero los gobiernos bolivianos simplemente la ignoraron.

Pasaron los años y el litio siguió durmiendo. Fueron notorios los movimientos de Gonzalo Valda que, ya sea como parlamentario o ministro de Minería, llegó a obtener beneficios de la inacción boliviana. Mediante la Ley 1854, redujo la reserva fiscal y eso permitió que privados consiguieran concesiones en el salar. La movida fue advertida por Comcipo, que consiguió que se derogue la ley que fue rebautizada con el nombre de aquel político.

¿Qué recibió Valda a cambio? El ex “cardenal” del MIR nunca dejó pruebas de sus movimientos. La única referencia que tengo es la que me dio un amigo abogado que, en el momento de mayor poder de aquel, manejaba parte de sus intereses. Me contó, entonces, que, por los asuntos que él atendía, había calculado que la fortuna de Gonzalo Valda llegaba a 15 millones de dólares, sin contar con los negocios que eran manejados por otros profesionales.

Hasta ahora, Bolivia no ha ingresado al mercado del litio. Durante sus casi 14 años de gobierno continuo, Evo Morales siempre encontró la manera de eludir ese paso. Esa acción ha permitido que las empresas que explotan litio en Australia, Chile y Argentina multipliquen sus ganancias, porque no tienen que competir con el país que supuestamente tiene las mayores reservas. Cualquiera de estas no se habría hecho problemas en pagar por el retraso.

En teoría, el litio es un energético que va a reemplazar a los carburantes, así que el negocio no es solo de millones, sino de miles de millones de dólares. Durante el gobierno de Arce se han negociado convenios con empresas de países con las que tiene afinidades ideológicas, así que lo político se ha mezclado con lo técnico. Para peor, se han denunciado supuestos negociados que no han sido aclarados hasta el momento de arrancar una nueva campaña electoral.

El futuro del litio boliviano está con diagnóstico reservado.

 

* Es Premio Nacional en Historia del  Periodismo.

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