Abril es el mes en el que se recuerda el que muchos denominan “primer golpe de Estado en Bolivia” en relación a lo sucedido el 18 de ese mes, en el año 1828.
Como se sabe, en esa fecha, se sublevó el batallón Voltígeros, en Chuquisaca; y cuando el presidente Antonio José de Sucre salió a sofocar la revuelta fue herido en un brazo. A partir de ahí, la historia es poco conocida. Es de dominio general que el gran mariscal fue a recuperarse de sus heridas a Ñucchu y, desde entonces, parece que la historia diera un salto hasta su renuncia, en agosto de ese fatídico año.
¿Qué ocurrió en ese lapso de tres meses? Eso es algo que no se va a encontrar en los textos de historia, ni siquiera en los publicados recientemente, ya con la solvencia de haber sido realizados por profesionales en esa materia.
Lo que sobrevino al motín del 18 de abril de 1828 es lo sucedido el 21 del mismo mes, un día como hoy: el prefecto de Potosí, Francisco López, llegó a Chuquisaca con sus tropas y comenzó a recuperar la plaza. Hubo combates incluso hasta el 30, cuando el guerrillero José Miguel Lanza, que luchaba para las fuerzas leales a Sucre, recibió el balazo que lo mataría. Mientras ocurrían estas cosas, el presidente fue evacuado a Ñucchu, porque era evidente que su vida corría peligro.
Desde La Paz, el jefe de Estado Mayor, León Galindo, salió con sus tropas, pero no llegó hasta Chuquisaca que, en su condición de capital de la República, era el centro político del conflicto. ¿Qué estaba pasando? Estos hechos no aparecieron en los primeros libros de historia de Bolivia, así que tampoco pasaron a formar parte de las versiones oficiales, que fueron las que llegaron a las escuelas y colegios.
Hubo silencio hasta 1877, cuando Gabriel René Moreno publicó un artículo titulado “Documentos sobre el primer atentado del militarismo en Bolivia” en la Revista de Chile. El contenido de ese trabajo es estremecedor, por decir menos. Lo que plantea el gran historiador cruceño es que el motín del 18 de abril de 1828 fue coordinado entre bolivianos encabezados por Casimiro Olañeta que pactaron con los peruanos liderados por Agustín Gamarra. Producido el motín, Gamarra ingresó a Bolivia, pero no llegó hasta Sucre, sino que pasó directamente a un pueblo llamado Siporo, en la jurisdicción de Potosí. Un oficial boliviano, Pedro Blanco, secuestró a Sucre en Ñucchu y se lo entregó a Gamarra en Siporo, que está cerca de ese lugar.
Entonces, en los tres meses que no aparecen en los textos de historia, desde el 18 de abril al 4 de agosto de 1828, ocurrieron hechos que no trascendieron porque tuvieron lugar en pequeñas poblaciones de Chuquisaca y Potosí. El 6 de julio se firmó el Tratado de Piquiza, que resultó ser humillante para Bolivia, pero fue el acuerdo al que se llegó para que la invasión peruana no avance. ¿Dónde está Piquiza? Cerca de Siporo.
El artículo de Gabriel René Moreno estaba acompañado de documentos, causó un terremoto político en Bolivia y fue respondido por los hijos de Pedro Blanco, Federico y Cleómedes. Por razones desconocidas, la segunda parte, que fue anunciada en la primera, nunca se publicó.
Documentación conservada en el archivo de la Biblioteca Central de la Universidad Mayor de San Andrés demuestra que entre junio y julio de 1828 las tropas de Galindo estuvieron rondando Siporo, asistidas por los gobernadores de las provincias potosinas, para evitar que Sucre sea asesinado.
Estos hechos desconocidos deberían ser investigados en un año como este, dedicado a recordar el bicentenario de nuestra independencia.