Señores:
Está muy bien que Sucre celebre el Bicentenario de la fundación de la República a través de la construcción de lo que se ha dado en llamar “mega obras”. Son trabajos que tendrán, de alguna manera, su repercusión en la vida de los ciudadanos, pero parece que hubiera un olvido de los “pequeños grandes” emprendimientos que deberían ser encarados de forma seria, responsable y sostenida por quienes tienen el deber (y por todos los ciudadanos que queremos y vivimos en la ciudad) de precautelar que Sucre se distinga por lo que fue: ciudad blanca, ciudad segura, ciudad limpia, ciudad patrimonio, ciudad estudiantil. Estos atributos son los generadores de que la gente quiera estar y quiera conocer Sucre, la Capital del Estado.
El logro de la reafirmación de nuestra identidad como ciudad pasa por plantearnos y responder unas preguntas que son esenciales:
¿Qué medidas concretas han asumido las autoridades para eliminar el caos vehicular?
¿Cómo frenan el abuso y la irresponsabilidad de muchos conductores del servicio público de transporte?
¿Cómo se precautela el centro histórico de la ciudad para que deje de avasallarse con manifestaciones que perjudican el libre desplazamiento de personas que tienen el derecho de circular libremente?
¿Qué medidas se han tomado para dar mayor seguridad de desplazamiento a los habitantes de la ciudad?
¿Cuándo va a funcionar la nueva terminal de buses?
¿Qué se hace para que los perros sean tratados con responsabilidad por sus dueños y dejen de merodear y de vivir en la calle?
¿Qué medidas se toman para que la ciudad sea blanca y no ciudad color ladrillo?
¿Cómo se garantiza que la ciudad se mantenga limpia y los habitantes se comprometan en su cuidado?
¿Qué se hace para que Sucre vuelva a distinguirse por la calidad de la educación que en ella se genera?
Pareciera que la opción por las “mega obras” se ha impuesto sobre las pequeñas realizaciones; razones habrá..., pero el atractivo turístico, que es lo poco que todavía tiene Sucre, no está movido por gente que vaya a ver tal o cual puente o avenida, sino por la tradición de Sucre como blanca, segura, limpia, patrimonio y estudiantil.
Se impone una respuesta a estas preguntas con realizaciones concretas.