¿Y si Dios existe?

LA AVENTURA DE CRECER CONTIGO Pedro Rentería Guardo 02/06/2025
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- ¡Vaya con la pregunta, padrecito! ¿En qué lío nos quiere meter hoy?

Y no pude por menos de sonreír ante vuestra admiración primero y después ante vuestro interrogante, changuitos con quienes comparto cada sábado estas cosillas. 

Lo cierto es que no pretendo complicar la vida de nadie. Simplemente tanteo alguna incertidumbre que nos sirva para conversar, para compartir quizá lo que nunca o casi nunca nos planteamos.     

- Pero usted padre tiene claro que Dios existe... entonces, ¿se trata de reprochar a los no creyentes su actitud, su distanciamiento de Dios?

No me cansaré de insistir chicos en vuestras observaciones siempre bien atinadas. Los adolescentes tenéis, las más de las veces, el acierto de plantear lo necesario en el momento oportuno. Por eso los educadores aprendemos y crecemos a vuestro lado, como tuve a bien bautizar este rincón de Opinión de nuestro diario capitalino. 

Pero no hay ningún reproche intencionado. Solo quiero pensar en alta voz con vosotros. La verdad es que quienes escribimos para el público tenemos la “manía” de buscar títulos sugestivos que llamen la atención, que sean un gancho para animar a ser leídos. Títulos, digamos, un tanto provocativos. 

Entonces, chicos, al navegar por las aguas, a veces tranquilas, a veces retorcidas del internet, nos encontramos con un sinfín de opiniones en textos o en imágenes que nos provocan calma, interrogantes, pesadumbre, confianza, aturdimiento... y si navegamos mucho tiempo podemos terminar con pensamientos, visiones o consideraciones perturbadoras. 

- Tras la pregunta de si Dios existe, amigos, escondo para vosotros y para quienes quieran leer estas líneas, la idea, para mí segura, de que en Dios concurre ese misterio que, creo, mueve el Universo lindo que nos rodea... el misterio del Amor. Dios es Amor nos dice la primera carta de Juan (1 Jn 4,8) Es uno de los versículos más poderosos y significativos de la Biblia. Es simple pero profundo y resuena en los corazones de los creyentes de todo el mundo. 

Hay controversias recurrentes que nos rodean, es decir, que se repiten machaconamente en muchas tribunas de opinión. Desde la existencia o no de vida inteligente más allá de nuestro bello planeta azul, hasta la admiración de la grandeza “infinita” del Universo en el que cada día aparecen más y más realidades raras que, como dicen, no debieran existir. En particular en los exoplanetas ya conocidos y escasamente estudiados. 

- Padrecito, no olvide el tema de las enormes distancias entre los diferentes astros o cuerpos celestes que hacen imposible, con nuestra tecnología actual, llegar a ellos sin morir en el intento, nunca mejor dicho...

Es verdad, chicos. Y quisiera llamaros la atención sobre la posibilidad de la presencia alienígena en algún lugar del cosmos o en nuestro propio hogar terrestre, como aseguran algunos. Dicen para defender esta idea que no es posible tanto derroche de Universo para solo constatar la vida en nuestra miniatura (¿alasita?) llamada Tierra. 

Todo esto se ilustra con las imágenes que el maravilloso James Web, el caro telescopio de la NASA, nos ha facilitado sobre el Universo profundo, descubriéndonos la luz de las galaxias más antiguas o, también, la existencia del exoplaneta K2-18b con posible vida y situado a 120 años luz de nosotros en la constelación de Leo.

- ¿Qué tiene que ver todo esto con Dios, padrecito?

Tiene que ver porque con estas consideraciones estamos tocando la posible existencia del buen Dios como Creador de tanta maravilla. Hoy el conjunto del mundo astrofísico no disimula en sus investigaciones la pregunta sobre Dios, a favor o en contra. Incluso para algunos la vida extraterrestre acabaría con la fe de las religiones o con la dimensión espiritual trascendente del ser humano.

Quiero entender, amiguitos, que a todas estas indagaciones o exploraciones comentadas les falta esa dimensión citada arriba del Amor divino. Amor que ensambla diferentes realidades, dando significado a tantas idas y venidas en que los hombres de ciencia están embarcados. Creo que más allá de misterios insondables o retos imposibles hoy por hoy, el Amor de Dios transforma las frías pesquisas de la ciencia en una más que posible certeza, confiada, de la existencia de Dios.

Por tanto, chavales... respondamos la pregunta: ¿Y si Dios existe?

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