Un día como hoy, domingo 29 de junio, pero de 1980, se desarrollaban las que probablemente fueron las elecciones más esperadas de la historia reciente de Bolivia, puesto que debían dar paso a una transición entre las dictaduras militares y la tan ansiada democracia.
Habían pasado casi diez años desde que Hugo Banzer depusiera a Juan José Torres, iniciando una dictadura que solo sería interrumpida en 1978, luego de que un movimiento popular, iniciado con una huelga de mujeres mineras, lo obligara a dar un paso al costado. Pero no se fue limpiamente: convocó a elecciones a las que se presentó su delfín, Juan Pereda, quien las ganó con un gigantesco fraude electoral, tan grosero que el proceso eleccionario fue anulado. Dos días después, con la excusa de que se estaba desconociendo la voluntad expresada por el pueblo, dio un golpe de Estado contra Banzer y asumió el poder.
A partir de aquel 21 de julio de 1978, en que se produjo el golpe, hubo un periodo de crisis política en el que hubo nueve presidentes en escasos cuatro años, la mayoría de ellos militares. Una de las tareas de Pereda fue la desaparición de toda prueba que pudiera incriminarlos a Banzer y a él en los negociados que hubo desde 1971. Por eso es que no queda documentación del fraude ni de los vínculos entre los dos militares y entre estos y los que vinieron después, particularmente Luis García Meza. Quizás por eso, los últimos libros generalistas de historia de Bolivia, redactados por equipos de historiadores, prácticamente pasan por alto este periodo.
Después de Pereda vino David Padilla y luego Walter Guevara, quien fue nombrado por el congreso de entonces, aplicando la sucesión constitucional, pero este sufrió el golpe Alberto Natusch quien fue obligado a ceder el mando a Lidia Gueiler, que también procedía del Poder Legislativo; ella fue depuesta por el golpe de su primo, García Meza, y a este sucedió Celso Torrelio. Esta lista se cierra con Guido Vildoso Calderón. Hasta García Meza, todos esos gobiernos fueron efímeros, puesto que ninguno pasó del año. Natusch, por ejemplo, gobernó apenas 15 días.
Las elecciones de 1980 se realizaron durante el gobierno de Gueiler cuyo propósito era entregar el poder al ganador de esos comicios. Pese a las presiones, especialmente de las Fuerzas Armadas, que plantearon su suspensión, se realizaron el 29 de junio con la participación de 13 candidaturas.
Acción Democrática Nacionalista (ADN), fundada por Banzer, debutó postulando al propio expresidente quien se presentó acompañado de Jorge Tamayo Ramos, y entre otras candidaturas estaba la del Partido Socialista-1 que presentó a Marcelo Quiroga Santa Cruz como candidato a la presidencia y José María Palacios a la vicepresidencia. El Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) se presentó en casi todas sus variantes o divisiones, con Víctor Paz Estenssoro encabezando la fórmula MNR-Alianza mientras que Hernán Siles Suazo y su acompañante Jaime Paz Zamora encabezaron una alianza formada por el MNR de izquierda, el Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR) y el Partido Comunista de Bolivia (PCB) que se presentó como Unidad Democrática Popular (UDP).
La UDP ganó las elecciones de 1980, pero no pudo asumir el poder porque menos de un mes después, el 17 de julio de ese año, se produjo el golpe de García Meza. Siles y Paz Zamora asumieron recién el 10 de octubre de 1982, pero debieron afrontar una mayoría opositora en el congreso que no le dejó gobernar. Finalmente, la crisis, agravada por la hiperinflación motivó la renuncia del presidente y el adelantamiento de las próximas elecciones.
Esa historia, entonces, terminó mal, pero abrió la etapa democrática que, pese a todo, seguimos viviendo.