Por determinación de la Ley No. 512, promulgada el 21 de marzo de 2014, el 7 de septiembre de cada año es el Día Nacional de la Danza La Morenada y eso posibilita que se realice actividades conmemorativas a la fecha en todas aquellas ciudades cuyas autoridades lo planifiquen.
A priori –que generalmente suele aparejar una visión simplista– esta conmemoración marca el carácter populista de los gobiernos del MAS, pero, si se toma un poco más de tiempo en revisar lo sucedido en el pasado reciente, se encontrará con informaciones que arman toda una estructura en torno a la danza.
Hay que partir por la admisión de que la gran mayoría de las declaratorias de danzas como patrimonio inmaterial de Bolivia –y las que señalan días nacionales a algunas de ellas– corresponden a las administraciones gubernamentales de Evo Morales y Luis Arce. Aunque no se descarta que haya más, la revisión de la Gaceta Oficial de Bolivia permitió encontrar una ley, la número 1282, que fue promulgada en el gobierno de Jeanine Añez otorgándole ese carácter patrimonial a la danza del salay.
La mayoría de esas leyes son breves, casi lacónicas, y se limitan a las declaratorias. De no existir el Decreto Supremo 2931, que creó la Escuela Boliviana Intercultural de Danza (EBID), se podría pensar que esas normas fueron aprobadas y promulgadas sin investigaciones ni criterios de planificación. No obstante, la EBID, que funciona en la zona Ciudad Satélite de El Alto, va rumbo a una década de existencia bajo el manto del Reglamento del Sistema de Evaluación del Desarrollo Curricular de la Formación Superior Artística que permite que el Estado boliviano emita títulos profesionales en ciertas disciplinas artísticas, incluida la danza. En otras palabras, Bolivia ya tiene profesionales en danza, hasta en tres categorías, y estos son los titulados en la EBID. Por ahora, todavía no se ha visto –por lo menos no de manera manifiesta– la mano de esos profesionales en danzas como La Morenada, cuyo día conmemoramos hoy, o Caporales, que tiene una conmemoración similar en enero en virtud a una ley promulgada por el presidente Luis Arce. Hasta el momento, estas manifestaciones siguen siendo folklóricas y sus jornadas de mayor lucimiento son las fiestas patronales o las “entradas” que cada vez gozan de mayor popularidad en el país.
Las “entradas” han pasado de ser fiestas patronales –mal vistas con criterios discriminatorios en sus inicios– a grandes manifestaciones culturales que mueven millones, como ya publicamos en nuestra revista Ecos y mencionamos en anteriores editoriales. Por ello, no solo es necesario normarlas, en el entendido de que involucran a miles de personas, sino que es urgente promover investigaciones no solo sobre su presente sino, fundamentalmente, su pasado, porque también es preciso protegerlas de los robos culturales que se ha estado denunciando en los últimos años.
Una prueba de que, pese a lo avanzado, la Morenada tiene todavía poca investigación es precisamente su día, 7 de septiembre. Según la Ley 512, se fijó a esta fecha como Día Nacional de la Danza La Morenada “en reconocimiento al compositor, autor e investigador orureño don José Flores Orozco ‘El Jach’a Flores’”, pero, si se revisa su biografía se encontrará que este ilustre artista nació el 22 de septiembre de 1941 y falleció el 1 de septiembre de 1998. Coincide en el mes, pero no en las fechas.
La Morenada es una danza que, por su espectacularidad, atrae a mucha gente y, en virtud a ello, algunas regiones peruanas intentan apropiarse de su origen. Las investigaciones ayudarán a reforzar las teorías sobre su origen boliviano.