Summary: El surgimiento del liderazgo de Lara y su repercusión en el panorama electoral boliviano. El nacimiento de un nuevo populismo boliviano.
Todos quedamos asombrados al ver los resultados de la primera vuelta de las elecciones presidenciales de este 2025: ¿el hijo del gallo presidente? Tuto Quiroga superando a Samuel Doria Medina y Andrónico Rodríguez y el resto de candidaturas evógenas quedando rezagadas a un segundo plano producto de una ilógica posición evista respecto al voto nulo. Muchos nos concentramos en la figura de Rodrigo Paz Pereira, sin embargo (qué duda cabe) el artífice de ese 32% de votación fue la figura del capitán Lara. Pero ahora nos toca preguntarnos: ¿quién es el capitán Lara y por qué sacó aquel porcentaje?
Lara fue un capitán de la Policía Boliviana que al denunciar hechos de corrupción en su institución fue dado de baja; además, conocido es el video en donde el comandante departamental de la Policía en Santa Cruz, el coronel Holguín, lo agarra del cuello y arrastra, causando gran estupor y animadversión a la población, pero sobre todo generando ese grado de empatía necesario y suficiente para comenzar una carrera política.
La ciudadanía se sentía identificada con Lara, se proyectaban en él, en aquel que recibió abusos y atropellos por parte de una institución (sin desmerecer las denuncias que señalan a Lara en 2020 de ser un extorsionador). Sin embargo, conforme fue pasando el tiempo, su popularidad en lugar de descender aumentó. Una vez egresado como abogado, comenzó a ayudar a las personas con amparos y acciones legales con el fin de reparar injusticias propiciadas desde la Policía hacia la población; esto, por supuesto, aunado a una feroz campaña de redes sociales, contribuyó a glorificar, enaltecer y popularizar la figura de Lara como una especie de “protector” o “salvador” de la población humilde frente a un sistema –de más está decir– corrupto y abusivo.
Pero, ¿por qué ese porcentaje? Por supuesto, no hay que desmerecer el aporte de Rodrigo Paz a la fórmula, el cual al recibir el plan de gobierno de manos del mismísimo Jaime Dunn, y además de su postura de centro, logró ciertos votos de la derecha cansada de la clase política vieja y de constantes derrotas presidenciales (Rodrigo no es nuevo, sin embargo en la papeleta electoral de presidenciales sí, representaba una cara fresca y nueva).
No obstante, nos encontramos analizando la figura de Edmand Lara, que representa la base masista descontenta con la situación económica del país y cansada de las peleas internas entre el expresidente Morales y el presidente Arce. Logró unificar aquel descontento económico junto con un descontento político; aquellos sectores estaban cansados de la crisis del Movimiento Al Socialismo, sin embargo no lo suficiente como para votar por un Samuel Doria Medina o un Tuto Quiroga, por los cuales no se sienten para nada representados.
Basta mirar las figuras que componen la papeleta electoral para percatarnos de la desconexión que existe entre los candidatos presidenciales y sus fórmulas con el sector popular-indígena. Fue el mayor error que pudieron haber cometido. Doria Medina trató de acercarse a la centro-izquierda: queriendo acaparar mucho termina apretando nada, y el irrisorio 20% logrado es una muestra clara de ello. Doria Medina terminó perdiendo su propia identidad y no logró aquel concepto de unidad nacional; pensó que aquellos votos descontentos del MAS y la izquierda se irían para él, sin embargo su pasado y su figura pesan mucho más que cualquier discurso o aproximación. Todos aquellos indecisos resulta que no eran del MAS, o de aquel que estuviese primero en las encuestas; aquellos indecisos tenían nombre, apellido y hasta rango policial: capitán Edmand Lara.
Mientras otros candidatos se dedicaban a realizar ostentosos cierres de campaña y hacer guerra sucia el uno con el otro, Paz y Lara en silencio recorrían los pueblos y las provincias y se hacían cada vez más conocidos: acercándose a las personas en una campaña de calle, lograron arrebatarles a Doria Medina y a Tuto aquel importante sector del país: lo popular-indígena. De esta manera se explican las razones de la victoria de Paz y Lara.
¿Qué ideología tiene Lara? Un ser confuso, impulsivo muchas veces y desequilibrado para muchos, Lara no creo que encuentre horizonte intelectual alguno como para definirse de una ideología u otra, no creo que recoja las definiciones de Norberto Bobbio o el origen histórico de la Revolución Francesa. A Lara, en esencia y sin miedo a equivocarme, lo puedo definir como un populista (soluciones simplistas a problemas complejos). Existen posiciones que pueden verse relacionadas a la izquierda, como ser los bonos (Bs 2.000 de Renta Dignidad con una dudosa fuente de financiamiento y un mal cálculo), o posiciones de derecha como ser la reducción tributaria, el conservadurismo y fundamentalismo religioso que demuestra en sus discursos; y por otro lado su profunda admiración al señor Bukele, lo cual es sumamente preocupante. En diversas entrevistas señaló que mientras la Policía se “reestructuraba”, muchas funciones serían tomadas por las Fuerzas Armadas al considerarlas “menos corruptas” en una clara apología al militarismo, lo que es preocupante especialmente para los sectores profundamente democráticos a los que yo, como persona y ciudadano, me adscribo. Lara es caudillista, personalista, conservador, fundamentalista religioso pero, por sobre todo, un claro populista.
¿Qué nos podría deparar en caso de Lara ser Vicepresidente de Bolivia? No me animo, ni creo que sea perentorio el emplear futurología en estos momentos, mucha gente asevera y augura una victoria sin embargo tal como sorprendieron también podrían sorprender con una derrota producto de las torpezas y una mala campaña de segunda vuelta, pero eso se decidirá y verá en octubre, pero en caso de que el PDC logre ganar las elecciones ¿cómo sería un Lara de Vicepresidente? No pasó mucho entre la victoria en primera y la primera torpeza de Lara: llamar “viejo” a Carlos Valverde o insultar al expresidente Quiroga, e incluso amenazar a su propio compañero de fórmula, son los primeros episodios de la torpeza retórica e intelectual que nos va a demostrar Lara de ahora en adelante.
Ahora, la pregunta del millón será: ¿Lara derrocaría a Rodrigo Paz o “enderezar” se refiere a otra cosa? Si alguien cree que Lara estará contento con la Vicepresidencia, se encuentra muy equivocado. Tanto la gente de Lara como él mismo buscan la Presidencia. La primera idea de Lara era ser presidente; sin embargo, al no lograr su propio partido, terminó aceptando la Vice del PDC junto con el exalcalde de Tarija, el que curiosamente en su tierra natal apenas logró el 20%.
Exceptuando aquel curioso dato, tenemos que concentrarnos en el individuo en cuestión. Lara buscará la presidencia en 2030, pero tenemos que preguntarnos si dejará gobernar a Rodrigo Paz en caso de que ganen las elecciones.