La crisis generalizada

EL TERCER OJO Lilian Acosta Rodríguez 22/10/2025
PUBLICITE AQUÍ

Leyendo y escuchando noticias desde la situación económica deficitaria del país registrada para el período 2025 a 2027 (fuentes: Banco Mundial, Cepal y otros organismos), las elecciones presidenciales, el descenso de la Universidad San Francisco Xavier en el ranking académico internacional y hasta el Premio Nobel de Economía, permite observar que, aunque diferentes, cuán enlazados pueden estar estos temas para explicar una característica base de incidencia en la situación de crisis social y económica de nuestro país.

Los economistas premiados con la presea Nobel demostraron cómo la innovación tecnológica que impulsa el crecimiento económico de los países porta el progreso para estos. Pero algo que rescato enfáticamente de la explicación de ese evento es la mención resaltada de la cultura del conocimiento.

Viendo el nivel educativo en el país, se infiere que la situación de crisis en todos sus ámbitos está enlazada con el rezago de la educación.

Persisten  los profundos  baches  entre  ciclos con una relación enseñanza-aprendizaje diferenciada y en un sistema donde no se invierte en estrategias para mejorar las capacidades docentes. Estamos en una época de avance tecnológico vertiginoso donde los dispositivos celulares han reemplazado el rol de padres y docentes en la guía familiar, educativa y social.

Esa formación desvinculada de las relaciones interpersonales, añadida a un modelo educativo obsoleto y sin recursos, va ahondando una carencia transmitida de generación en generación como un lastre que gira en círculo vicioso, deviniendo en una sociedad con bajo sentido de valores y conocimiento.

Sin olvidar que “la educación se imparte en casa y en la escuela la instrucción”, la formación de las nuevas generaciones debería ser una responsabilidad compartida, con una solidez e impulso hacia el desarrollo de una sociedad consciente, crítica y activa que fortalezca la democracia en pos del bienestar colectivo.

En un mundo donde la economía es interdependiente de la política, más aún a nivel de decisiones, la falta de conocimiento deriva en un trastoque de la política en politiquería, con un ejercicio arraigado de esta que conduce a la incorporación de gente no calificada en instituciones públicas, corroyendo la precaria institucionalidad de estas. Por tanto, conocemos una de las tantas causas conducentes al debacle.

Podemos además observar lo que ocurrió en el espectro político, donde nos vimos obligados a elegir entre candidatos –léase contendientes– que reflejan, en cierta forma, la mediocridad en que estamos inmersos. ¿Qué nos quedaba entonces? Reflexionar y discernir para elegir de los males, el menor. No obstante, se irán abriendo entretelones que mostrarán al pueblo si fue correcta su elección.

 

* Es economista y socióloga.

Compartir:
Más artículos del autor


Lo más leido

Suplementos


    ECOS


    Péndulo Político


    Mi Doctor