Desarrollo, relaciones internacionales y proyectos conjuntos de inversiones privadas con sostenibilidad son la clave para este quinquenio.
Sobre el particular: concepto sostenibilidad evolucionó de un enfoque ambiental a uno integral, y sistémico, incorporando resiliencia económica y gobernanza (cf: Agenda 2030, Acuerdo de París, Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal 2022 y FfD4 2025, Sevilla).
La sostenibilidad es pilar central en las relaciones internacionales de Latinoamérica (incluyendo a Bolivia) con Europa y Estados Unidos.
El contexto en el que globo se desenvuelve es: cambios políticos permanentes, cambio climático, transición energética y presiones geopolíticas, que inciden en las inversiones y relaciones. Las ciudades adquieren preponderancias significativas. Necesitamos nuevos enfoques para fomentar inversiones privadas para crecimiento económico con cadenas de valor verdes.
Latinoamérica –y especialmente Bolivia– tiene una oportunidad única, especialmente ahora que Bolivia abandonó el bloque socialista, para lograr que Europa y Estados unidos miren al sur con nuevo enfoque.
Europa y Estados Unidos, van a fomentar inversiones privadas en todo tipo de energía, especialmente ahora que la IA requerirá gigantescos centros de datos que consumen electricidad a ritmos nunca antes calculados.
Entonces, es una oportunidad absolutamente única: construir relaciones de amistad y comerciales con Estados Unidos y Europa para proyectos específicos en sostenibilidad: vale decir generación eléctrica renovable para proyectos latinoamericanos.
Adicionalmente, Bolivia tiene la industria potencial del litio que, de todas formas, necesita energía para su industrialización.
Necesitamos estar preparados para proyectos y negocios sostenibles en: hidrógeno verde, litio y generación eléctrica solar para centros de datos para IA.
El gas natural es componente principal en cualquier proyección de Bolivia. El gas es llave de desarrollo y es parte de la transición energética. Hasta Europa re clasificó, en su momento, al gas como “puente” entre fósiles y renovables.
Agreguemos litio (más de 23 millones de toneladas, ~20% global), biodiversidad (14 zonas ecológicas, 205 ecosistemas) y posición en la Amazonía, tiene un potencial único para innovar en sostenibilidad.
Bolivia, con nueva administración, tendrá mucha oferta para inversionistas de Estados Unidos y Europa con énfasis en estabilidad macrofiscal y apertura a inversiones impulsará aportes globales en transición energética, bioeconomía y resiliencia climática:
• Generación eléctrica renovable. Se requieren aproximadamente inversiones privadas de más de 4.200 millones de dólares para nuevos parques solares/eólicos para uso de electricidad interna y exportación.
• Impulso a proyectos de tierras raras para cadena de valor para baterías EV. Las tierras raras (REE, Rare Earth Elements) son 17 elementos esenciales para tecnologías verdes para baterías de vehículos eléctricos, turbinas eólicas y otros. Se deben lograr estimular inversiones privadas internacionales entre 500 y 2000 millones de dólares en éste acápite.
• Cadena de Valor Circular del Litio: que integra extracción, procesamiento local de baterías y reciclaje, usando subproductos (magnesio) para fertilizantes ecológicos.
• Centros de datos: la oferta de electricidad renovable para centros de datos para grandes macro procesadoras tecnológicas es, sin duda, un nuevo elemento de negocios a explorar.
Una nueva oportunidad se abre, con libertad y sin estatismo/socialismo autoritario. Es la vía de la democracia.