Teatro 3 de Febrero: El drama del escenario más importante de Sucre.
La restauración y el equipamiento de este centro cultural se deja esperar
El teatro 3 de Febrero es un testigo paciente de los tiempos y de la vida cultural de Sucre. Por sus tablas han pasado muchos artistas. Sólo en los últimos 20 años se podría iniciar un recorrido rememorando el paso que tuvo el cantautor español Paco Ibáñez, luego atravesar por las interminables presentaciones del “Curita Gerónimo” y terminar en la última puesta en escena de la desafiante obra “Mar” del Teatro de Los Andes.
El teatro forma parte de una antigua infraestructura que perteneció al cabildo en tiempos de la Colonia y como todo teatro que se precie de una larga tradición, el 3 de Febrero también tiene mitos que adornan su historia, uno de ellos señala que en parte de sus espacios se encontraban los calabozos del antiguo cabildo que funcionó en tiempos de la colonia en lo que se conoce como el Palacio Consistorial, donde actualmente son las oficinas del Gobierno Autónomo Municipal de Sucre.
Lo que no es un mito es que la estructura del teatro fue construida para celebrar el centenario del nacimiento del Mariscal Antonio José de Sucr:, entre 1894 y 1895 el teatro fue tomando forma a partir de lo que fuera uno de los patios del Palacio Consistorial.
Desde entonces el 3 de Febrero es uno de los puntos neurálgicos de la “Culta Charcas”, por citar un par de ejemplos, fue una de las primeras salas de cine, alojando a los famosos biógrafos de los hermanos Lumière que circulaban por toda Bolivia a principios del siglo XX; y ha sido el escenario de históricas presentaciones como las dirigidas por el filósofo y dramaturgo chuquisaqueño Luis Carranza Siles.
Un rumor que se escucha constantemente es que el 3 de Febrero es la réplica de un teatro europeo aunque pocas veces se dice exactamente de cuál; pero la verdad es que la estructura interna del teatro tiene la forma de un “Teatro a la italiana” que se caracteriza por la forma en herradura que se arma entre la parte exterior de la platea (patio de butacas) y los palcos. Este modelo viene del Teatro Farnese construido en la provincia italiana de Parma en el siglo XVII; sin embargo el 3 de Febrero no es una réplica única de esté, ya que el modelo de “Teatro a la Italiana” se constituye en una tendencia importante en la construcción de este tipo de edificios.
Con estos antecedentes, se podría decir en el mejor de los sentidos, que el 3 de Febrero, como el papel lo soporta todo, pero esto sería una exageración; el tiempo pasa e irremediablemente esto supone un continuo desgaste material del teatro que, a pesar de todo, sigue siendo la plataforma en la que las artes escénicas sucrenses cobran vida en cada función.
EN EL PRESENTE
En la actualidad, el 3 de Febrero se encuentra en un estado de deterioro lamentable, explican los distintos actores culturales que trabajan en este espacio, entre ellos Ricardo Rodríguez, director de la compañía “Umbral Teatro”, quien explica que a pesar de esto los artistas de Sucre siguen necesitando este espacio para realizar su trabajo “que además es un muy lindo teatro”.
También Alejandro Gonzales, organizador del Festival Nacional de Teatro Escenactual, se refirió al estado actual del 3 de Febrero en términos similares; especialmente destacó la lamentable situación de todo el sistema para ajustar los telones y la carencia de equipos de iluminación y sonido que los artistas deben alquilar de forma independiente si quieren usar el Teatro.
Por su parte el encargado del teatro, Juan Carlos Muñoz, tiene una perspectiva más optimista del mismo, ya que “el 3 de Febrero es el único teatro de Bolivia que trabaja los 365 días del año”, lo que muestra que hay una preferencia entre los artistas “porque siempre se sienten a gusto al desarrollar sus obras acá”.
Sin embargo, Gonzalo Callejas del Teatro de Los Andes, explicó las deficiencias puntuales de este edificio definiendo cuatro áreas.
Primera, la reconstrucción de todo el sistema de la tramoya, que es el sistema de encordados que permiten mover los telones y otros recursos en la escena. En el caso de la tramoya del 3 de Febrero, Callejas advierte que se trata de una estructura que tiene cerca de 80 años, cuyas maderas están apolilladas y las poleas se han roto hace tiempo, así que cualquier regulación significa una fricción de las cuerdas y su inminente desgaste, por lo que esta cuestión resulta incluso un peligro potencial para los artistas.
Segunda, la adquisición e instalación de equipos de iluminación y sonido. Callejas se refiere a este tema, aclarando que no se necesita mucho “Basta una consola de 24 canales para la iluminación y unos 20 faros", y "ya con eso se tendría lo que cualquier teatro de Bolivia tiene, y no se necesita un gran presupuesto” remarca.
Tercera, la restauración de la acústica del teatro. Desde la última refacción en la que se quitaron los 14 camerinos que flanqueaban el escenario, destruyeron la caja acústica que formaban para el escenario y dejaron un espacio vacío que, por el contrario, dispersa el sonido.
Cuarta, la funcionalidad del ambiente, la restauración de las butacas, el mejoramiento de los baños y el foyer, porque el público asistente tiene que esperar afuera cuando hay función, y eso es porque la parte delantera del teatro ha sido empleada para oficinas de la Alcaldía, concluye.
LA ÚLTIMA RESTAURACION
El 3 de Febrero depende de la Alcaldía, por lo que ésta es la institución responsable de su mantenimiento y su necesaria restauración. En 2007, durante la gestión de Aydeé Nava, se presupuestaron 400 mil bolivianos para dar inicio al proyecto de restauración del Teatro. Dicho proyecto contemplaba dos fases con un tiempo de ejecución de 18 meses. Éste nunca se llevó a cabo y no fue hasta 2009 cuando el Plan de Rehabilitación de las Áreas Históricas de Sucre (PRAHS) efectuó de forma parcial un trabajo de restauración del Teatro.
En esa oportunidad se abrió un pasillo para artistas por el costado izquierdo del teatro, se retiraron los camerinos que flanqueaban el escenario y se los instaló en el subsuelo, para lo que se habilitó dos ingresos a esta área del teatro y se instalaron los baños para artistas a un costado del escenario. Este trabajo realizado por el PRAHS ha sido sujeto de mucha controversia, espacialmente en lo referido a los camerinos, ya que los artistas que trabajan en el Teatro, explican que desde esa remodelación, la acústica del teatro se ha perdido en un porcentaje considerable.
“Nosotros analizamos que las reparaciones que se querían hacer no eran las necesarias, por el contrario podían afectar a la acústica del teatro y así sucedió, nosotros tomamos la consigna de que hay que defender nuestro teatro, y nos dijeron que no era nuestro, y que éramos como perros del hortelano, que no hacemos ni dejamos hacer”, recuerda Rodríguez.
Una de las falencias principales que identifican los actores culturales que trabajan en el Teatro es la carencia de un criterio técnico por parte del equipo que realizó el proyecto de restauración. “Queremos que se hagan estas reparaciones, son muy necesarias, pero debe ser alguien entendido en la materia, porque no es lo mismo un teatro que cualquier otro edificio, tiene que conocerse las necesidades del trabajo que se desarrolla un teatro, para que no pase lo que en 2009 con la acústica”, remarca Callejas.
Sobre este tema, el coordinador del PRAHS, Erland Ovando, responde que tan solo se pudo ejecutar una primera fase del proyecto, y que se recuperaron varias de las inquietudes de los actores culturales involucrados para su realización. Y específicamente sobre la acústica del teatro, explica que no se han realizado los estudios necesarios para establecer el grado de pérdida de la acústica del teatro ya que es necesario acudir a un especialista en este tipo de casos, pero además, aclaró que si existe el problema de acústica la solución también debe ofrecerla un especialista que forme parte del equipo que trabaje en una próxima restauración del 3 de Febrero.
La segunda fase del proyecto de restauración elaborado por el PRAHS quedó pendiente de financiamiento desde 2009, el monto estimado era de 1 millón de bolivianos, los cuales tendrían que ser presupuestados en las siguientes gestiones municipales.
Desde 2009 el tema en cuestión, el único tema referido al 3 de Febrero, el de la necesaria restauración del Teatro, se encuentra suspendido en el aire, las autoridades competentes saben que está ahí, pero no lo quieren tocar. La última oportunidad fue en 2014, cuando el entonces Director Municipal de Cultura, Carlos Flores, anuncio públicamente que por fin se daría marcha al proyecto y que sólo restaba la asignación de los recursos que ya habían sido presupuestados para dicha gestión. Flores manifestó a CORREO DEL SUR que las obras se podrían iniciar hacia el último trimestre del año, pero esto nunca sucedió.
PERSPECTIVAS ACTUALES
La actual Directora Municipal de Cultura, Stefani Lambertin, informó que en la gestión actual se tienen presupuestados 400 mil bolivianos para la restauración del 3 de Febrero. El principal inconveniente para su ejecución sería el hecho de que la agenda cultural de uso del Teatro se encuentra copada hasta fin de año, lo que representa una contradicción con los intereses de los actores culturales involucrados: por una parte, el 3 de Febrero requiere urgentemente su restauración, pero al mismo tiempo se trata del único espacio en Sucre que cuenta con los requisitos para la puesta en escena de diversas disciplinas artísticas.
Cerrar el Teatro por reparaciones implicaría un perjuicio temporal para los artistas sucrenses y para su público, sin embargo este sería el costo de contar con un teatro en condiciones óptimas. Salvando las distancias cabe recordar que el Teatro Colón de Buenos Aires estuvo cerrado desde 2007 hasta 2010 por un similar proceso de refacción y restauración.
El Teatro pacientemente aguarda el paso de los tiempos, en la espera infinita a ver si pronto será el tiempo del 3 de Febrero.
MITO
Un rumor que se escucha constantemente es que el 3 de Febrero es la réplica de un teatro europeo aunque pocas veces se dice exactamente de cuál; pero la verdad es que la estructura interna del teatro tiene la forma de un “Teatro a la italiana” que se caracteriza por la forma en herradura que se arma entre la parte exterior de la platea (patio de butacas) y los palcos. Este modelo viene del Teatro Farnese construido en la provincia italiana de Parma en el siglo XVII; sin embargo el 3 de Febrero no es una réplica única de esté, ya que el modelo de “Teatro a la Italiana” se constituye en una tendencia importante en la construcción de este tipo de edificios.
COPADO
Juan Carlos Muñoz - Encargado: Este debe ser el único teatro en Bolivia que trabaja los 365 días del año.
COMPROMISO
Stefani Lambertin - Directora de Cultura: En esta gestión tenemos presupuestados 400 mil bolivianos para iniciar los trabajos en el 3 de Febrero.