La tragedia del Poopó
El lago ya no está. El Gobierno dice que queda un 30%; los testimonios no son tan optimistas
Unos cuantos humedales se encaprichan en atestiguar que en ese lugar un día hubo un imponente ecosistema que albergó una variedad de aves, peces y plantas, llamado lago Poopó. La contaminación minera, la sequía, la salinidad y el desvío del agua para labores agrícolas e industriales terminaron de secar al segundo lago más grande del país. Oruro llora a su lago y pese a las alertas lanzadas, las autoridades recién vuelcan toda su atención a esta devastada zona que ha dejado sin sustento a decenas de familias.
El desierto de arcilla resquebrajada muestra lo grave de la tragedia, que involucra, además, a un par de centenares de familias que han perdido su única fuente de vida. Los restos de peces calcinados por el sol, los huesos y plumas de diferentes tipos de flamencos forman parte de un panorama lastimero del que en vida fue el segundo lago más grande de Bolivia, ubicado en el departamento de Oruro. La repentina noticia que sacudió al país, lanzada por el periódico La Patria a ruego de un oriundo de la zona, encontró a contrapié a las autoridades orureñas, entre ellos su gobernador, Víctor Hugo Vásquez, quien se hizo célebre en redes sociales por su incredulidad sobre el delicado asunto y la ligereza de su primera impresión. Dijo que con las primeras lluvias el asunto se compondría. Días después, obligado por las circunstancias, tuvo que treparse a una aeronave para constatar lo que los medios ya habían divulgado por todo el mundo: la inminente muerte de un rico ecosistema.
La alerta sobre la paulatina desaparición del lago había sido lanzada varios años atrás. Una investigación publicada en 1992 alertaba que la contaminación industrial, la sequía y la salinidad estaban mermando las aguas del Poopó.
El cambio climático y la frecuencia de los fenómenos de El Niño y La Niña terminaron de apresurar su debacle. Según técnicos y comunarios, el nivel del agua era oscilante, es decir, que siempre había mermas que con el pasar de los meses se recuperaban, en perfecta armonía con la naturaleza. Sin embargo, lo seguido de los fenómenos climáticos de la última década no le dio tiempo suficiente al Poopó para restablecerse como ecosistema. No es casual que en los últimos años, muchos pobladores de las comunidades circundantes hayan migrado dejando pueblos fantasmas. “Antes esto estaba lleno de pasto y agua. El canto de gaviotas y pájaros era fuerte porque el lago era su hogar, pero ahora no hay nada, ni agua ni animales, todos se han ido, hasta la gente está dejando sus casas”, relató al diario La Razón, Juana Collpa, vecina de Kusun Vinto (municipio de Quillacas), una de las pocas lugareñas que permanece junto a sus padres y hermanos.
Tres pequeños humedales quedan en lo que fuera el emplazamiento del lago, según resume el diario La Razón, tras una visita a la zona. Uno de ellos, a unos dos kilómetros de Quillacas, mide aproximadamente 500 metros cuadrados. La tierra quebrada y frágil para soportar el peso de una persona demuestra que en el lugar el agua se evaporó recientemente. A unos tres kilómetros, se ven otros dos que tienen algo más de agua que el primero.
El ingeniero agrónomo Milton Pérez, de la Universidad Técnica de Oruro (UTO), y el dirigente campesino Valerio Rojas afirmaron a la agencia EFE que durante una inspección realizada la anterior semana al lugar se comprobó la tragedia.
"El monitoreo aplicado al Poopó ha establecido que hoy está casi seco", enfatizó Pérez, investigador del comportamiento del lago.
Según Pérez, se trata de un ecosistema muy frágil, que tiene una profundidad muy baja, de 1,5 a 4 metros, y que sufrió la reducción de sus aguas debido a varios fenómenos climáticos.
Por su parte, el dirigente campesino de esa zona Valerio Rojas destacó que desde hace un año se veía la reducción de las aguas hasta que el Poopó se convirtió "en un lago sin vida".
Rojas es la autoridad indígena del Untavi, del municipio de Toledo, donde vive la población afectada. Relató que históricamente el lago sufría en diferentes épocas reducciones drásticas de las aguas, pero también se recuperaba. No obstante, ahora los campesinos creen que las aguas no serán recuperadas por el aumento de las temperaturas en el altiplano. "Tenemos un lago que ha desaparecido, ahora es una pampa, es un desierto donde no se puede sembrar nada, ni producir, ni hay nada, mucho menos vida", sostuvo al lamentar las pérdidas para centenares de campesinos y pescadores que abandonan el lugar.
Su tamaño
El lago Poopó tenía una dimensión de 84 kilómetros de largo por 55 kilómetros de ancho y un área de 2.337 kilómetros cuadrados; era el segundo lago más grande del país. Se alimentaba principalmente de las aguas del Titicaca, a través del río Desaguadero.
AUTORIDADES SORPRENDIDAS
El pasado martes, el gobernador Vásquez comprobó in situ que el lago ya no tenía agua, tras haberse resistido a creer en dicha información. Tuvo que sobrevolar la zona acompañado de un periodista del diario El Deber para cerciorarse de la lamentable noticia.
Desde la Asamblea Legislativa Departamental de Oruro recordaron que hace un año se promulgó la ley de declaración de emergencia departamental y zona de desastre al lago por la masiva muerte de peces y aves acuáticas. Sus miembros sólo atinaron a decir que pedirán cuentas al Ejecutivo del por qué no se cumplió dicha norma. Los asambleístas, no obstante, admiten que recién pedirán informes sobre el asunto.
Vásquez recordó que sólo está seis meses como Gobernador, con lo cual dejó entender que tampoco pudo hacer mucho. El pasado miércoles, durante su estadía en la Sede de Gobierno, Vásquez anunció la declaratoria de zona de desastre.
Según relata el diario El Deber, que acompañó a Vásquez en un sobrevuelo oficial por la zona, la autoridad estaba absolutamente segura de que iba a encontrar agua. En el lugar, con un silencio sepulcral, pidió al piloto seguir buscando agua y llegar hasta el centro del lago. Unos 12 minutos después, el oficial de la FAB que comandaba la avioneta lo miró y le dijo: “Señor, estamos en el centro”.
Vásquez no pudo disimular su desaliento. No había agua por ningún lado. “Se ha secado”, manifestó mientras observaba con resignación.
El avión volvió a tierra pasadas las 10:00, y en una sala del aeropuerto de la capital de Sebastián Pagador los periodistas esperaban a Vásquez con múltiples preguntas.
“El lago Poopó se ha reducido a la mínima expresión... No es tiempo de buscar culpables, esto es algo histórico, no es de ahora, hay que buscar soluciones urgentes, y a eso me abocaré”, señaló la autoridad.
a Asamblea Departamental de Oruro tiene representantes de todo el departamento, incluidos aquellos que vienen de las poblaciones cercanas al lago, sin embargo, ningún representante ni poblador de zonas cercanas al lago reportó que el Poopó se quedaba seco. Las últimas alertas se habían lanzado a fines de 2014 cuando se reportó la muerte de peces y aves.
Acciones a corto, mediano y largo plazo. ¿Tendrán resultado?
El gobernador de Oruro, Víctor Hugo Vásquez, pidió cesar los lamentos y encontrar soluciones y anunció reuniones con los pesqueros, la Universidad Técnica de Oruro, los municipios afectados y el Ministerio de Medio Ambiente.
Precisó que la estabilidad del lago presentó problemas incluso antes de la Guerra del Chaco y aseguró que ese cuerpo de agua se conserva con la intensidad de las lluvias.
Informó que la Gobernación trabajó en un programa para evitar la sequía y el desborde del lago con la sedimentación y dragado del río Desaguadero y anunció que se firmará un convenio con el Ministerio de Desarrollo Rural con el fin de crear fuentes de subsistencia para las familias que viven alrededor del lago.
Vásquez admitió que el Lago Poopó y el lago Oruro son contaminados por desechos bombeados por la mina San José y recordó que en la actualidad se ejecuta un proyecto para una planta de tratamiento de aguas ácidas.
Explicó también que el programa de Gestión Sostenible de los Recursos Naturales de la Cuenca del Lago Poopó se encuentra en la segunda fase y aseguró que el problema del lago se resolverá de manera gradual.
Por su parte, el viceministro de Recursos Hídricos y Riego, Carlos Ortuño, informó que el Gobierno viabilizará Bs 897 millones para ejecutar en cinco años el Plan Director de la Cuenca Poopó, con el objetivo de preservar y salvar ese recurso hídrico.
Precisó que ese plan se ejecutará en corto, mediano, y largo plazo; de cinco, 10 y 20 años, respectivamente. Dijo que para esta primera etapa del plan se destinaron Bs 8 millones para comprar maquinaria, realizar trabajos de dragado y ayudar a que el agua llegue al lago.
"Otra de las acciones de recuperación, (...) para reducir presiones, es que la empresa minera Huanuni está contribuyendo con un dique de colas para que sus aguas con contaminación no lleguen al lago Poopó, otro es la construcción de una planta de tratamiento de aguas asidas", detalló.
El ministro de Desarrollo Rural y Tierras, César Cocarico, confirmó que su despacho elaborará proyectos agropecuarios y pecuarios frente a la problemática medio ambiental que enfrenta el Lago Poopó, que sufre una grave sequía, para sustituir la matriz productiva y económica de comunidades aledañas a esa fuente de agua.
"Una vez surgiendo el problema (en el lago Poopó) hay que evaluar las deficiencias en su actividad económica, ahí el Ministerio nuestro para que pueda ingresar para generar proyectos de agricultura o proyectos pecuarios con el fin de sustituir la matriz productiva de las comunidades, pero veremos en su momento cuáles son las necesidades", explicó.
Causas: Clima, salinidad, minería...
La principal causa de la evaporación del lago Poopó, ubicado en el cantón de Untavi del municipio de Toledo, que en los últimos tres meses registró la desaparición del 60% del agua, es el cambio climático, señala el viceministro de Recursos Hídricos y Riego, Carlos Ortuño.
"Este es el mejor ejemplo de las consecuencias del cambio climático, nosotros como país desde años pasados hablamos que el cambio climático está afectando un elemento bien sensible que es el recurso hídrico, (...) en estos tres últimos meses han sido muy fuertes las temperaturas en la zona y bajos caudales en el río Desaguadero entonces esa congruencia ha generado factores para que baje", explicó al precisar que en esa región altiplánica se reportaron en los últimos 56 años, de 1959 a 2015, un incremento de temperatura de 0,35 a 2,6 grados centígrados.
Dijo que ese efecto natural causa el "secamiento" del agua de forma cíclica en los últimos 29 años, desde 1986, por el incremento de temperaturas. "Si uno analiza lo que pasó en el Poopó, uno ve en mayo cuando acabó la temporada de lluvia que el espejo de agua en el lago era relativamente razonable, estaba en sus límites normales, a partir de septiembre, octubre y noviembre se ve una disminución drástica de la cantidad de agua en el lago", explicó.
El Viceministro agregó que los principales aportantes del lago Poopó; los ríos Desaguadero y Ururu cortaron el abastecimiento de agua por un efecto natural. "El lago más o menos era unos 1.500 kilómetros la superficie después de la temporada de lluvias, ahora está –según la imagen– en un 30 por ciento, es decir sólo una tercera parte existe del lago", precisó.
Indicó que la evaporación del agua del Poopó fue más "rápida" porque sólo tenía 2,5 metros de profundidad, y actualmente alcanza a 30 centímetros.
"Cuando hay más sol y no tienen una superficie profunda del agua el proceso de evaporación es mucho mayor, (...) el Poopó tenía 2,5 metros de profundidad, en estas últimas inspecciones hemos visto que tiene ahora una profundidad de 30 centímetros es mucho más notorio el efecto de evaporación", apuntó.
Por su parte, el coordinador del Centro de Ecología y Pueblos Andinos (CEPA) de Oruro, Limberth Sánchez señaló la noche del martes que los principales factores para la desaparición del lago Poopó son el déficit hídrico, la contaminación minera y la sedimentación.
Indicó que sólo queda el 4% de vida del lago Poopó, según una entrevista difundida por el programa Anoticiando de la Red ATB.
"Uno de los grandes problemas que tiene el lago Poopó; el tema de déficit hídrico en el lago, ya no está entrando agua de los más 23 ríos tributarios, el principal río que tributa al lago Poopó es el río Desaguadero un 90% y esto por el tema de la sequía y el cambio climático prácticamente ya no está entrando nada de agua", señaló Sánchez.
El coordinador dijo que otro de los problemas es la contaminación minera ya que existen alrededor de 150 centros mineros en todas las cuencas hídricas que derivaban sus aguas al lago.
"Otro de los problemas grandes que tiene el lago Poopó es la contaminación minera de varios centros mineros, en el río Desaguadero hay varias operaciones mineras, en la subcuenca Huanuni también existen operaciones mineras y también en la subcuenca Poopó y también en Antequera, más o menos se ha calculado a 150 operaciones mineras entre grandes y pequeñas y cooperativas mineras en el lago Poopó", añadió.
Sánchez señaló que diariamente se evacúan grandes cantidades de aguas con altos contenidos de metales pesados al lago Poopó.
"Por día están entrando por ejemplo más de 760 kilogramos (kg) por día de Arsénico, de Cadmio 46 kg, de Cobre 100 kg, de Plomo 119 kg y de Zinc 1.328 kg, en sólidos suspendidos están entrando al lago 2 millones de kg por día; hay mucha contaminación en el lago Poopó por la contaminación minera que no sólo es de estos años, es de muchos años que lleva", manifestó el coordinador.
Precisó que se necesitan recursos económicos para hacer obras concretas como el dragado del río Desaguadero hacia el lago Poopó.
"Para hacer este dragado se requiere millones de recursos económicos para poder resolver este problema y el otro problema tiene que ver que muchas minas en Oruro no cuentan con diques de colas ni plantas de tratamiento de sus aguas ácidas, significa que las minas están enviando muchos sedimentos mineros", acotó. Indicó que si bien Oruro es un departamento minero la deuda ecológica que está dejando es grande y una de ellas es la muerte del lago Poopó.