Desnutrición infantil golpea a los municipios más pobres
El porcentaje más alto en menores de cinco años es de Villa Charcas e Incahuasi
La desnutrición crónica infantil es un problema todavía pendiente en Chuquisaca, donde si bien a nivel general las cifras se han reducido en los últimos años, incluso por debajo de la media de Latinoamérica, la desnutrición en municipios donde la pobreza golpea constantemente a las familias, se impone hasta mostrar porcentajes que incluso doblan el promedio de la región llegando hasta un 34% de niños desnutridos.
De acuerdo con datos del Programa Mundial de Alimentos (PMA), Latinoamérica y el Caribe tienen un promedio del 16% de desnutrición infantil que comprende a niños menores de cinco años. En Bolivia, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el promedio en desnutrición bajó a un 12% hasta noviembre de 2015, una cifra que motivó a que el país sea reconocido por ambos organismos internacionales.
Sin embargo, los datos registrados como media nacional evidencian que Chuquisaca está por encima del porcentaje promedio del país con un 14% también en niños menores de cinco años de edad.
Si se toma en cuenta otros grupos etarios, según un informe del PMA, en el país los niveles de desnutrición llegan incluso a un 25 ó 27%, un porcentaje que en análisis del jefe de la Unidad de Promoción de Salud del SEDES Chuquisaca, Julio César Huarachi, podría ser acertado al considerar que hay regiones bastante empobrecidas y con altos niveles de desnutrición que afectan al promedio general del país, aunque observó que en la información difundida del PMA a través de los distintos medios de comunicación en el país, no se precise la edad de las personas que tomaron en cuenta para ese promedio.
De acuerdo con el sistema de registro que se cuenta en todo el país, los datos de desnutrición que se registran de manera obligatoria sólo contemplan a niños menores de dos años de edad, menores de cinco y a mujeres embarazadas, por lo que prácticamente no hay información de otros grupos etarios también vulnerables a problemas de desnutrición como es el caso de los adolescentes y los adultos mayores.
A partir de este año, el SEDES Chuquisaca afirma que espera recabar datos de otros grupos etarios, solicitando reportes a los municipios, en particular de los adolescentes que en varias ocasiones exponen su estado de salud por seguir estereotipos de belleza, también de los adultos mayores, que suelen afrontar problemas de nutrición y descalcificación y otros, razón por la que desde 2015 se les distribuye un suplemento alimenticio a través de distintos niveles estatales.
CHUQUISACA MANTIENE ÍNDICES
Con relación a 2008, cuando Chuquisaca tenía un promedio de 34% de desnutrición infantil, el Departamento redujo en más de la mitad su prevalencia, empero desde que llegó al 15%, más o menos cinco años atrás, ha mantenido las mismas cifras.
¿A qué se debe? “Es un grupo ya duro, es poco difícil ya bajar, pero lo importante es que mantenemos entre uno o dos niños de cada diez con desnutrición en Chuquisaca”, comenta Huarachi, al complementar que la desnutrición no es un problema que sólo dependa del área de salud, sino que está fuertemente vinculado con la pobreza, la falta de acceso a servicios básicos e incluso la falta de educación, situación que prácticamente hace imposible bajar ese porcentaje sin que se desarrollen políticas públicas integrales que incidan en la mejora de la calidad de vida de las familias en el Departamento.
MENORES DE DOS AÑOS, UN OBJETIVO MÁS CERCANO
Respecto a los niños menores de dos años de edad, la evolución en la identificación de casos en Chuquisaca es más favorable, aunque al igual que con los menores de cinco años de edad, en los últimos años también se ha mantenido una tendencia en la cantidad de niños diagnosticados.
En 2008, el promedio de niños menores de dos años con desnutrición en Chuquisaca era de 34%, una cifra bastante alta que en ocho años se logró reducir al 8%, según datos contemplados de enero a noviembre del año pasado ya que todavía se centralizan los reportes municipales de diciembre.
“Hemos mejorado mucho en este grupo etario porque hemos estado fomentando la lactancia materna, en especial en niños menores de dos años con la lactancia materna inmediata, tardía y prolongada”, detalló el Jefe de Promoción de la Salud del SEDES.
De acuerdo con determinaciones a nivel nacional, la lactancia materna se debe realizar hasta los primeros seis meses de edad del niño, para que ese alimento aporte al desarrollo de todos sus órganos y capacidades de manera adecuada, gracias a la acción de nutrientes “protectores, formadores y energéticos, ya que la leche materna es el único alimento que contiene esos tres tipos de micronutrientes”, explica Huarachi.
Empero, según un estudio realizado en 2014 en los municipios de Icla, Presto y Tomina, de cada diez mujeres, seis no cumplen con la lactancia materna adecuada, es decir de manera exclusiva durante los primeros seis meses de vida del niño, y suelen alternar la alimentación del menor con alimentos de otro tipo incluso desde su tercer mes de nacido.
La relegación de la lactancia materna no es, sin embargo, una realidad que no alcanza a las familias del área urbana donde por razones estéticas y la falta de tiempo de las madres para amamantar a sus hijos afectan la adecuada nutrición de los bebés y alientan a que más mujeres decidan con mayor frecuencia no dar de lactar, afirma Huarachi, quien recogió estas valoraciones de distintos espacios de diálogo con las madres.
¿SE CUMPLE CON LA LEY?
De acuerdo con la Ley 3460 de Fomento a la Lactancia Materna y Comercialización de sus Sucedáneos, los empleadores deben proveer un espacio adecuado para que las mujeres que trabajan puedan dar de lactar a sus bebés en sus oficinas; sin embargo, no se cumple con esta obligación, aunque las madres tampoco se quejan al respecto, informa Huarachi.
Y es que prefieren hacer uso de su media hora de tolerancia para ingresar un poco más tarde al trabajo o salir antes para dar de lactar a sus hijos en la comodidad de su casa o, si los llevan a sus oficinas, les dan de lactar en los ambientes propios de la cocina, algún salón que no se usa constantemente u otros, detalla.
LOS MUNICIPIOS MÁS AFECTADOS
Los municipios que suelen tener mayores índices de pobreza son también los que muestran mayor porcentaje de desnutrición como es el caso de Poroma, donde el 37% de los niños menores de cinco años de edad tiene desnutrición crónica, en Villa Charcas e Incahuasi un 34%, y en Presto Icla y Tarabuco se tiene promedios por encima del 30%, según datos del SEDES.
En el caso de menores de dos años de edad, San Lucas tiene un 28% de desnutrición, Villa Charcas, Presto e Icla un 23%, y Poroma baja considerablemente al registrar un 17% de desnutrición, un resultado atribuido a la promoción de la lactancia materna, afirma el Jefe de Promoción de la Salud.
“Hay municipios duros donde sí hay que seguir trabajando y hemos contratado nutricionistas para que ellos puedan fortalecer la lactancia materna y cómo alimentarse a partir de los alimentos de la comunidad”, indica.
En contraste, los municipios de Monteagudo, Sucre, Yotala y Muyupampa suelen mostrar niveles de desnutrición por debajo del 10%, una meta que las autoridades esperan cumplir en más municipios.
INFORMACIÓN POR MEJORAR
Respecto al relevamiento de datos de niños con desnutrición en Chuquisaca, el responsable del área de desnutrición del SEDES, Weimar Oropeza, reconoció que hay fallas en el registro de información de menores con desnutrición debido a diversos factores, entre ellos, el cambio de personal médico en los distintos municipios, problemas con la calibración de los equipos de medición o errores en las escalas contempladas.
Por eso, este año comenzaron a visitar cada uno de los centros de salud en los que se tiene más dudas sobre la cantidad de casos reportados, entre ellos varios de Sucre, donde todavía no hay una Unidad de Atención Integral encargada para tratar temas de nutrición y desnutrición.
Actualmente, 25 de 29 municipios cuentan con sus respectivas unidades y se espera que este año continúe la ampliación de esos espacios en los que los médicos ayudan a que haya un mejor filtro en el reporte de casos de desnutrición, explica Oropeza.
Las unidades encargadas de trabajar en el área de nutrición, deberían contar con un equipo multidisciplinario, es decir que tendría que tener un médico, un nutricionista y un enfermero, “pero no se cuenta con este personal en la mayoría tenemos una licenciada en nutrición y un auxiliar en el mejor de los casos”, comenta Oropeza, que destaca que con la aplicación de esos equipos se logra mejorar la calidad de datos en las regiones donde se encuentran, ayudando así a que los datos que se registran en el Sistema Nacional de Información en Salud (SNIS) también sean mejor consolidados.
Actualmente, en particular en el área rural de Sucre, los datos recabados son considerados bajos, en contradicción a sus parámetros de pobreza, por lo que se teme que haya un mal registro, es así que hasta febrero estiman terminar con una revisión a los distintos centros de salud para capacitar al personal que desde este año ofrecería mejor calidad de información sobre desnutrición, una meta importante para las autoridades en salud y que podrá definir las políticas públicas en el área para el futuro.
Sobre nutrición
Luego de los primeros seis meses de edad, los niños pueden complementar su alimentación con otro tipo de comidas.
Las oficinas deben contar con espacios determinados para que las trabajadoras den de lactar a sus bebés.
La desnutrición crónica está relacionada con la talla baja de las personas, mientras que la desnutrición aguda al bajo peso.
El bajo peso puede afectar a un 1 ó 2% de la población en el país, por lo que la desnutrición crónica es motivo de seguimiento.