Amenazas de Kim Jong-un alcanzan nueva dimensión

El régimen de Corea del Norte inquietó al mundo con la prueba de un potente misil

ARMAS. Foto reciente del líder norcoreano Kim Jong-un mientras supervisa el lanzamiento de un misil balístico... ARMAS. Foto reciente del líder norcoreano Kim Jong-un mientras supervisa el lanzamiento de un misil balístico...

Dirk Godder/dpa
Panorama / 09/07/2017 01:00

"¡Eso no pasará!", advirtió Donald Trump a través de Twitter en enero. El entonces aún presidente designado reaccionó de esa forma a una declaración del líder norcoreano Kim Jong-un, que había dicho que su país estaba listo para realizar una prueba con un misil intercontinental (ICBM).

A media semana, Corea del Norte informó sorpresivamente sobre una prueba exitosa con un misil de ese tipo, que se emplean sobre todo para transportar armas atómicas en distancias largas de al menos 5.500 kilómetros y están ideados para llegar a más de 10.000 kilómetros. Los países vecinos no pudieron descubrir a tiempo indicios de que Corea del Norte preparaba una prueba así.

Con la prueba de un misil con un alcance cercano al de un ICBM, Corea del Norte abre una nueva y peligrosa dimensión en el conflicto por su programa atómico. El presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, advirtió a su país vecino durante un encuentro con el ex primer ministro británico David Cameron, el martes en Seúl, acerca de cruzar "una línea roja". De acuerdo con un asesor, dijo que él mismo no sabe cuáles serían las consecuencias si Corea del Norte continúa con sus provocaciones.

La prueba también demuestra que a pesar de las advertencias de su vecino y Estados Unidos, Corea del Norte no quiere ceder en la disputa por su programa atómico. La Academia en Ciencias Defensivas estatal explicó después de la prueba que Corea del Norte es una potencia nuclear en toda regla que tiene la capacidad de alcanzar con sus armas atómicas "cualquier parte del mundo". Sin embargo, su retórica fuerte se dirige sobre todo contra su archienemigo, Estados Unidos, al que acusa de "chantaje nuclear", una acusación que el Gobierno en Washington niega.

Japón y Corea del Sur señalaron que aún estaban investigando si el misil lanzado por Corea del Norte se trató realmente de un ICBM. De acuerdo con los dos países y Estados Unidos, el misil viajó durante casi 40 minutos hasta que cayó en el Mar de Japón, es decir, durante más tiempo que en las anteriores pruebas de Corea del Norte con misiles balísticos. Al parecer recorrió 930 kilómetros y alcanzó una altura estimada de más de 2.500 kilómetros.

El experto estadounidense David Albright concluye por estos datos que el misil podría haber tenido un alcance de 6.700 kilómetros si se hubiera movido en una "trayectoria normal". Dado que el misil sólo viajó unos 930 kilómetros, tiene que haber alcanzado una altura de más de 2.800 kilómetros. Los militares en Corea del Sur hablaron de un desvío del "ángulo de lanzamiento estándar" para un ICBM.

El momento elegido para el lanzamiento norcoreano también fue leído como una señal política hacia Estados Unidos y la comunidad mundial. La prueba se produjo cuando en Estados Unidos se celebraba el Día de la Independencia y pocos días antes de la cumbre del G20 en Alemania. Trump y Moon quieren aprovechar el encuentro, entre otras cosas, para hablar sobre el conflicto nuclear con Corea del Norte con otros participantes al margen del evento.

"La decisión de Corea del Norte de lanzar otro misil el 4 de julio aumentará la presión sobre los países del G20 para endurecer las sanciones económicas contra Corea del Norte", dijo el economista jefe de la zona Asia-Pacífico del servicio de información global y análisis IHS Markit, Rajiv Biswas. Estados Unidos ya dejó claro que usará la cumbre para aumentar la presión económica y financiera sobre Pyongyang.

Las sanciones internacionales contra Corea del Norte han sido hasta ahora bastante infructuosas. Su fin es cortar las fuentes de financiamiento del país – con un sistema defensivo fuerte pero empobrecido– para que no pueda seguir ampliando su programa atómico.

Cuando India probó hace cinco años su primer ICBM de tipo Agni V, los costos de desarrollo del mismo fueron estimados en casi 500 millones de dólares.

Esta nueva prueba norcoreana es además un nuevo obstáculo a las esperanzas del presidente surcoreano de poder retomar el diálogo con Pyongyang. El lunes, Moon advirtió a su vecino durante un encuentro con el ex presidente estadounidense Barack Obama en Seúl de haber echado a perder la última oportunidad para un diálogo.

Los misiles intercontinentales cuentan con un cohete de lanzamiento, un sistema de dirección incorporado y están equipados con varias ojivas. Estos misiles tienen un alcance de al menos 5.500 kilómetros e incluso más de 10.000 kilómetros.

Los misiles intercontinentales alcanzan en poco tiempo velocidades de hasta 30.000 kilómetros por hora. Además, llevan acopladas entre dos y tres plataformas de propulsión que se van activando una detrás de otra para aumentar su alcance. Pueden funcionar con combustible sólido o líquido.

Cuando el cohete de lanzamiento ya se ha quedado sin combustible se desprende y cae de nuevo a la Tierra o se destruye en la atmósfera. Entonces la cabeza del misil –comparable a una bala de cañón– continúa describiendo una parábola en el espacio a una altura de hasta 1.000 kilómetros y vuelve a entrar en la atmósfera poco antes de alcanzar su objetivo.

Estos misiles se asocian normalmente con las cabezas nucleares, pero teóricamente pueden llevar también otras armas de destrucción masiva como químicas o biológicas.

Hasta hace solo unos años, los únicos países que tenían misiles con un alcance de más de 10.000 kilómetros eran China, Rusia, Estados Unidos y Reino Unido.

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