El Gastro: Un gran apoyo
En el Hospital de Gastroenterología, espera a CORREO DEL SUR el doctor René Fortún, él es uno de quiénes conformaron el equipo fundador del Instituto de Gastroenterología Boliviano Japonés (IGBJ) en Sucre.
En el Hospital de Gastroenterología, espera a CORREO DEL SUR el doctor René Fortún, él es uno de quiénes conformaron el equipo fundador del Instituto de Gastroenterología Boliviano Japonés (IGBJ) en Sucre.
Hace un breve repaso histórico y el primer nombre que menciona es Arnold Hoffman, el médico boliviano, quien junto a su esposa, Chikako Inoue, médico también, plantearon por primera vez el proyecto que después se concretaría en los tres hospitales de gastroenterología del país: en Sucre, Cochabamba y La Paz.
Después de varios años, finalmente el 22 de marzo de 1980 se inauguró oficialmente la infraestructura del Hospital de Gastroenterología. Recuerda que desde fines de 1978 y hasta 1979 una empresa japonesa con mano de obra local se hizo cargo de la construcción.
Agrega que algunas veces, cuando se proponen ciertas refacciones encuentran estructuras tan sólidas que no es posible removerlas, es un edificio antisísmico y énfatiza.
El Instituto de Gastroenterología nació con tres pilares fundamentales: la atención a los pacientes, la investigación y el intercambio de información y experiencias. Ningún hospital se asemeja al modelo del Hospital de Gastroenterología, expresa.
Fortún recuerda que Roberto Muñoz Vaca Guzman, fue electo como el director fundador del “Gastro” por una comisión Binacional (Japón - Bolivia), que además seleccionó al personal humano que sería parte del hospital, en sus inicios.
Entre ellos Gerardo Rios García, Carlos Alcocer Flores, Jose Luís Perez Chacón, Ismael Soriano, Jose Manuel Gutierréz, Teresa Rivera, Carmen Poppe, Maricruz Mújica, Julia Vacaflor y Moisés Salinas.
La tecnología del equipamiento fue un “boom” para Bolivia, Las capacitaciones que recibían por los expertos japoneses que arribaron a Bolivia, y los viajes de los profesionales a ése país, permitieron al Gastro convertirse en el “cisne más bello”, como solía decir el doctor Muñoz, recuerda Fortún, porque no sólo acogió a pacientes del Departamento, sino también de Potosi, Tarija y Santa Cruz.
En 1990 arranca la segunda fase de implementación de JICA y esto se prolongó hasta 1994 aproximadamente, cuando concluye la ayuda formal pero continúan los lazos con Japón.
El doctor Fortún recuerda que a partir de entonces debían guiar su trabajo de manera independiente. Con los ingresos locales se concretó la construcción del pabellón de internaciones del hospital, tiempo después.
A la fecha, se forman 15 médicos residentes en la especialidad de Gastroenterología, además de médicos rotantes de otros departamentos.
Fortún declara su respeto y admiración por la cultura nipona, y agradece a la vida por la oportunidad de visitar el suelo japonés en más de dos oportunidades, otras por capacitación y otras por invitación de amigos entrañables.