Guantánamo quiere lavar su imagen de zona pobre
Guantánamo quiere sacudirse el estigma de ser la Cuba más pobre, solo célebre por la base militar estadounidense, y busca el desarrollo sostenible mediante el cultivo de coco, café y cacao de excelente calidad, pese...
Guantánamo quiere sacudirse el estigma de ser la Cuba más pobre, solo célebre por la base militar estadounidense, y busca el desarrollo sostenible mediante el cultivo de coco, café y cacao de excelente calidad, pese a la eterna amenaza de los huracanes, que la obligan a reinventarse una y otra vez.
Mientras se habla del posible traslado de nuevos presos a la denostada prisión de alta seguridad, los primeros en más de una década, el medio millón de habitantes de esta provincia proclama que su "tierra heroica" es "mucho más que la base", y muy fértil, no sólo en términos agrícolas, ya que tienen la tasa de natalidad más alta de un país con serios problemas de envejecimiento.
En los dos últimos años, por este territorio oriental conocido como "la punta del caimán barbudo", al que recuerda la silueta de la isla, han pasado dos huracanes devastadores: Matthew lo atravesó en 2016 e Irma rozó su costa norte en 2017.
Ahora, Guantánamo –el 5 % de la superficie de Cuba– tiene como prioridad recuperarse de los ciclones y aprender de los errores del pasado, con inversiones industriales a pequeña escala que buscan por un lado el autoabastecimiento y, por otro, apuntalar la economía con la exportación de café y la producción de cacao y coco.
El impacto de los huracanes para estos dos últimos cultivos fue brutal, ya que sus ciclos de producción son largos –tres años el cacao y cinco el coco–.
El guerrillero argentino Ernesto "Che" Guevara, nombrado ministro de Industria por Fidel Castro poco después del triunfo de la Revolución (1959), quiso modernizar la isla en busca de soberanía tecnológica y alimentaria, pero desde entonces muchos de los equipos no se han renovado y hoy, herrumbrosos, lastran un sector potencialmente exitoso.
Un ejemplo del impacto de la economía del café es Punta de Maisí, el extremo oriental de Cuba, desde donde se pueden avistar, a lo lejos, las luces de la vecina Haití.