El bellydance como sinónimo de libertad

Feminidad, libertad y amor son elementos importantes para la bailarina rusa Anastasia Chernovskaya quien a sus 29 años ha viajado por el mundo con el bellydance (danza del vientre) y visitó Sucre para ofrecer un espectáculo a invitación del Estudio de Danza Amparo Silva, en la temporada de sus Bodas de Plata.

La bella Anastasia concedió una agradable entrevista a CORREO DEL SUR, con la traducción de la también bailarina Ana Flavia Villa para conversar sobre el arte del bellydance.

De acuerdo con su portal web, la rusa es considerada una de las bailarinas, coreógrafas y profesoras de danza oriental más prometedoras y jóvenes. Dirige el Oriental Ensemble Bellyrina y Bellyrina School en Moscú, es coorganizadora del programa Bellydance Only en Tomsk y gracias a su talento es invitada en festivales internacionales en todo el mundo.

¿Por qué elegiste bellydance?

Probablemente porque la danza del vientre es un arte muy rico con el que puedo no sólo crear; es muy rico en su cultura porque hay folclore, se puede hacer clásico, fusión, muchos estilos de la danza árabe en la que puedo conectar mi alma y ser libre, ser más independiente porque no se necesita de una pareja como en otros estilos de danza.

El bellydance es un baile de la feminidad, en el que puedes ser diferente, es un baile para la mujer, me gusta bailar libre y es muy importante cómo te sientes, porque hoy en el mundo la mujer ya trabaja y se equilibra con el hombre, la danza árabe te hace sentir más mujer, más femenina. Las niñas que aprenden este tipo de danza desde pequeñas, pueden sentir esa feminidad y es como se sintieran princesas.

¿Qué es la feminidad para ti?

La feminidad es tener amor en el corazón y tener brillo en los ojos.

Con la tecnología las artes van quedando relegadas ¿Cómo ves la danza hoy y en el futuro?

Es una pregunta interesante. Claro, sí, ahora vivimos en un mundo más moderno y con este tipo de tecnologías, en todo lugar la gente está relacionada en la comunidad del internet, pero para los jóvenes no es suficiente ver el arte a través del celular o el internet que ser un artista y sentir lo que significa bailar o ver a un bailarín; sentir esas sensaciones que da la danza, el arte. No es lo mismo ver algo en tu computadora o en televisión, tenemos que compartir, movernos, bailar, sentir y eso es la danza para mí. La danza nos hace más artísticos, más sensibles, personas más tolerantes.

Creo que en el futuro seguirá siendo muy importante mantener el arte, porque también ayuda a que nos formemos. En esta época de modernidad tenemos que seguir desarrollando la danza; es una alternativa porque aún hay personas que están buscando algo más y lo encuentran en ella. Pienso que debe ser todavía una forma de conectarnos y compartir entre personas. La danza es más sentir que pensar y no es como la tecnología, que es sólo pensar y no sentir.

¿De acuerdo con tu experiencia, dónde se practica más el bellydance?

Es difícil decir que una ciudad es la que más se ha adaptado a la danza árabe, pero hablando de este tipo de danza, se puede dividir en tres lugares donde se practica más: Argentina, en Latinoamérica; Rusia, Ucrania y los países alrededor, y en Asia: China, Corea y toda esa región, pero en Egipto es más acogida porque proviene de allá.

Es conocida mundialmente y depende mucho de la forma de pensar y de la cultura de cada región. Cuando empiezas a entender lo que es la cultura egipcia, puedes empezar a entender el bellydance, porque no es solamente ver el baile o la coreografía, es mucho más profunda de lo que la gente ve.

¿Cómo viviste tu primera experiencia en Bolivia?

Muy feliz. Bolivia es un país hermoso, era un gran sueño venir porque está muy lejos de Rusia. Es un país interesante, aunque sólo conozco una ciudad todavía no puedo decir mucho, pero pude ver que Sucre es una ciudad muy bonita y pude ver su alma, es realmente muy auténtica, la sentí algo nostálgica, pero también muy artística, histórica y aristocrática.

¿Estudiaste el folclore boliviano o te interesa alguna danza?

Pude bailar la cueca, en la “Cuecoteca”, fue una bonita experiencia. Me parece una danza muy elegante y lo que me sorprendió es que las personas que no son bailarines profesionales la bailaron. Lo más sorprendente fue ver bailar a los más jóvenes, lo hacían bien y se comunicaban. Me gusta el folclore boliviano, es una forma en la que se puede compartir y disfrutar.

¿Algún consejo para quienes incursionan en el bellydance?

Es una muy buena opción porque cuando empiezas a bailar tu vida cambia, te vuelves más atractiva, femenina, y más feliz porque la danza trae felicidad a nuestra vida. Pienso que para estudiar bellydance debes escoger una buena maestra para aprender las cosas correctamente y ponerle muchas ganas. Las personas piensan que es muy fácil y no es así, es algo mucho más grande en lo que necesitas aprender desde lo más profundo.

A veces hay personas que hacen danza por hobbie o por divertirse, pero paso a paso, después de un tiempo tu vida va cambiando y hace que seas más feliz. A través de mi experiencia por el mundo he visto que cambió la vida de mis bailarinas, la danza ha hecho que sus vidas sean más interesantes, más felices.