Pintor mexicano "resucita" alegres difuntos en su taller
Convencido de que la muerte "es bonita" y no debemos tenerle "miedo", el pintor mexicano Jesús Molina se inspira en "difuntos fiesteros" para "resucitarlos" con materiales reciclados en su taller automotriz.
Convencido de que la muerte "es bonita" y no debemos tenerle "miedo", el pintor mexicano Jesús Molina se inspira en "difuntos fiesteros" para "resucitarlos" con materiales reciclados en su taller automotriz.
"El Día de Muertos no es un día de tristeza, sino de felicidad para los que estamos en vida con nuestros difuntos", dice en su taller de chapa y pintura de automóviles en San Fernando (California) donde también crea piezas de arte para una exposición próxima.
"La muerte a mucha gente le da miedo; pero la muerte es bonita porque nos lleva hasta Dios y hacia nuestra familia en el cielo", indica junto al cuadro "Noche de fiesta", un esqueleto con falda batida al aire en plena danza callejera.
El artista de 34 años, que emigró a Estados Unidos en 2004 desde su natal México, crea lienzos y otras piezas con técnica mixta –algunas de gran formato–, a partir de láminas de metal que irían a parar a la basura. Algunas obras las regala a amigos que reparan sus vehículos en el taller.
Con la destreza de pintor que desarrolló desde pequeño, en 2011 comenzó a crear obras plásticas por encargo de sus vecinos.
Sus primeras exposiciones tuvieron lugar en la galería Gitana de San Fernando y en la sala de arte del cementerio Hollywood Forever.
"Me gusta trabajar con materiales que la gente ya no necesita para aprovechar las características propias del paso del tiempo", detalló Molina.
"El óxido de láminas metálicas me inspira y adapto mis figuras, para que ese color rojizo de la corrosión sea parte artística", agrega.