¿Cómo están los teatros en Sucre?

El teatro 3 de Febrero ha pasado por varios cambios y refacciones en los últimos años; la última fue en 2016, cuando se hizo una reconstrucción completa de las butacas para el público en la platea. Las quejas de los actores que utilizan este espacio son constantes, porque no se hizo una refacción del escenario.

Tampoco se cuenta con sistema de luces y de sonido, lo que también genera quejas. Para subsanar este problema, la autoridad de la Alcaldía indica que se está trabajando en la adquisición de un nuevo sistema básico de luces y sonido, que estaría listo a finales de este mes o mediados de diciembre.

“Es una herramienta, un espacio importantísimo que genera para diferentes artistas, instituciones y ciudadanos de nuestro medio la posibilidad de poder socializar la producción artística y cultural que tiene”, admite el director municipal de Cultura, Robles, respecto al papel que juega el 3 de Febrero en Sucre, pese a todas sus deficiencias.

Para la actriz y gestora cultural Marisol Campos, la remodelación ha sido una decoración porque no se tocaron los aspectos que necesitan más atención como el sistema de cableado y la parte de la tramoya, constituida por sogas y barras de madera que se están cayendo. Al hacer las refacciones se perdió la acústica y los camerinos que no están como deberían ser, apuntó.

Pese a estas dificultades, “hay que luchar para que no se pierda y crear conciencia en los jóvenes para que sigamos creando más”, indica Campos. 

EN BUSCA DE LEY MUNICIPAL

Debido a la ausencia de una normativa específica que permita la reinversión del alquiler del teatro 3 de Febrero, se está trabajando en una ley municipal para la nivelación del costo. Actualmente, el alquiler del teatro por noche cuesta Bs 200, Robles apunta que este ingreso sólo cubre la limpieza.

“Ya va a ser un año que se está trabajando con el Legislativo en una ley municipal de cultura, que está en el pleno del Concejo para su aprobación”, explica Robles.

Esta norma permitirá una nivelación en los precios que, debido al uso intensivo del teatro, con actividades casi diarias, significaría una recaudación importante.

¿Y EL GRAN MARISCAL?

El teatro universitario, como indica su administrador Víctor Quevedo, está en buen estado y mantenido en comparación con otros espacios culturales en el país, por el mantenimiento interno que se le hace en la pintura e iluminación, una vez al año, entre enero y febrero, por la poca utilización que tiene esas fechas. De septiembre a diciembre es la temporada más alta y se lo llega a ocupar casi a diario.

Se le hizo un arreglo general en la estructura externa y hace tres años se cambió el tapiz de las butacas. En la Asamblea Constituyente, en 2007, sufrió una modificación cuando se tapó la fosa ubicada en el escenario, destinada a orquestas musicales, después de la caída del entonces asambleísta Román Loayza; Quevedo asegura que ésta se abre cuando es necesario.

Sobre este tema, el contratenor Rodrigo Alcoreza indica que ese cambio deterioró la acústica del teatro. Para las presentaciones de ópera que él gestiona es difícil que la universidad destape la fosa. A la par de este inconveniente hace notar los altos precios del alquiler, tomando en cuenta que el público de Sucre no está acostumbrado a pagar elevados costos por una función artística.

A pesar de estos inconvenientes sostiene que el Gran Mariscal “es el mejor teatro que tiene Bolivia en cuanto a belleza y acústica pese al deterioro que ha sufrido”.

El teatro Gran Mariscal actualmente es un espacio utilizado para presentaciones de danza, conciertos, show de comedia, pero no para funciones teatrales. También es el escenario de actos protocolares de la universidad San Francisco Xavier y  de otras instituciones.