Venta de CD piratas Un negocio que crece con el tiempo
Con ganancias mensuales que van de Bs 6.000 a Bs 9.000, este comercio crece sin control
Con una inversión mayor a los 10.000 bolivianos las tiendas y puestos de CD han establecido un negocio rentable sobre la base de la piratería, que inició hace más de una década en Sucre, con el flete de películas. En ese entonces pocas tiendas ofrecían ese entretenimiento; ahora se ha convertido en un comercio, que prolifera no sólo en los centros comerciales importantes de la ciudad, sino incluso en las áreas periurbanas.
En Bolivia, la piratería, según la Ley N° 1322 de 13 de abril de 1992 de Propiedad Intelectual, es el plagio de la propiedad intelectual, sancionado en el Código Penal con tres meses a dos años de cárcel. A pesar de la norma, esta actividad ha creado una cultura de consumo y un negocio creciente.
Hace algunos años, los comerciantes debían viajar al Desaguadero, región conjunta entre Bolivia y Perú, al norte de La Paz, para comprar los CD al por mayor. En la actualidad, son pocos los que hacen este viaje y también existen otros que trasladan el producto para ofrecerlo a las tiendas.
¿CUÁNTO SE INVIERTE?
La inversión varía de acuerdo con el lugar donde se vende y a la cantidad.
En un puesto instalado en las aceras se coloca un capital que oscila entre los Bs 1.000 Bs y Bs 2.000. Maribel Esquivel, dueña de un negocio de este tipo en el Mercado Campesino, cuenta que aún viaja a Desaguadero para obtener los CD al por mayor. En cada viaje, ella adquiere un aproximado de 2.000 discos, a 30 centavos cada uno, y vende mínimamente 50 por día a Bs 3.
Obtiene una ganancia mínima de Bs 6.000 al mes, pero a ese monto hay que descontarle los gastos de transporte para adquirir la mercancía y alquiler de su puesto.
Algunos comerciantes indican que no registran buenos ingresos a diferencia de lo que se cree, aunque Esquivel opina que las ventas “dependen de la voluntad de cada persona” y que lo que más se venden son las películas infantiles.
En un negocio más grande, en una tienda, la inversión es de Bs 12.000, aproximadamente, y la ganancia depende de la ubicación y el ritmo de la venta que varía por día.
En el caso de una tienda de CD piratas ubicada en el Mercado Central, que se abrió hace 12 años y los actuales propietarios compraron hace un quinquenio, la inversión está más en muebles, indica su administrador que prefirió mantener en reserva su nombre.
Ellos también hacían el viaje hasta Desaguadero. Pero los comerciantes de CD de La Paz comenzaron a comprar las bolsas plásticas y el papel para la impresión en grandes cantidades, por lo que ahora muchos comerciantes locales consideran a este punto el centro de la piratería en Bolivia.
Este establecimiento recibe envíos desde La Paz o compra el producto de comerciantes que vienen a vender dos veces por mes. Recibe dos o tres cajas, lo que representan 1.500 discos aproximadamente, que se venden por unidad a Bs 4, generando un rédito de Bs 8.000 a Bs 9.000 al mes, sin descontar de este resultado el pago de alquiler, sueldo de empleados y los servicios de electricidad y agua que consume este negocio.
Los comerciantes que tienen sólo un puesto no pagan estos servicios, a opinión del administrador, eso representa una ventaja para ganar más. Los alquileres de tiendas en el Mercado Central oscilan entre Bs 1.500 y Bs 8.000.
Respecto a la preferencia de consumo, explica el administrador que al tratarse de un video club, no adquiere tanto material de estreno como otras tiendas; se dedica más a la comercialización de películas clásicas. Por ello, cree que las nuevas plataformas como Netflix y la digitalización del entretenimiento no podrían afectar a su negocio porque estos sitios no manejan producciones antiguas.
Sobre la rentabilidad del negocio, “muchas personas piensan que se gana bien y han comenzado a abrir otros videos clubs, pero se han dado cuenta, me imagino, y lo han cerrado. Cuesta mantener”, indica el administrador.
Contra las normas
Esta actividad que infringe la ley, a opinión de la consumidora Marlene Tapia, tiene su fundamento en los altos costos de lo legal. Un disco original tiene el precio de 25 dólares, se vende con factura y no se lo puede encontrar en cualquier tienda, porque debe ser enviado por la misma productora.
“Es muy caro para comprar si compramos al precio original. Es más barato para nosotros”, comenta Tapia.
Negocios Independientes
En 2003, cuando inició este negocio con el alquiler de videos, existía la "Asociación de Trabajadores que fletan y alquilan videos". Se fundó por la proliferación de esta actividad y la falta de control que existía. Todos los comerciantes de este rubro del municipio de Sucre, un total de 20 personas, la conformaban.
La asociación, indica Osvaldo Cuevas, que fue su presidnte, ejercía el cumplimento de la ley en cuanto a la piratería: no comercialización de material nacional ni local.
Con el crecimiento y el cambio de la actividad, estas normas se fueron rompiendo.
Actualmente, esta actividad ha proliferado “fundamentalmente por la falta de trabajo”, opina Cuevas. Ya no existe una asociación y cada comerciante es independiente.
Controles
Espectáculos Públicos, dependiente de la Alcaldía, realiza controles en todos los puestos y tiendas de CD piratas, pero no para la verificación y fiscalización de la originalidad de los productos. Efectúa inspecciones mensuales para controlar la venta de pornografía.
El responsable de Espectáculos Públicos, Fernando Villca indica que no poseen jurisdicción para el control de la piratería y su trabajo se limita al decomiso de material pornográfico. “No vemos el tema de originalidad. Sólo la venta de pornografía” explica.
Existen lugares que ofrecen este producto bajo el rótulo de “películas para adultos”. Al constituirse en un peligro para la integridad emocional y estar al alcance de menores de edad se realizan controles una vez al mes.
Los sitios donde se encuentra este material son notificados en primera instancia y reciben un informe del reglamento, sus prohibiciones y derechos.
En una segunda ocasión, se procede a la clausura del establecimiento por un par de días y se cobra una multa económica de aproximadamente Bs 900. La tercera vez corresponde a un cierre definitivo con la baja de la licencia de funcionamiento, explica Villca.
A la par, se incurre en un delito más grave: la venta de pornografía infantil, de la cual no se sabe la procedencia.
El material decomisado es quemado en el botadero municipal, con la fiscalización de la Dirección de Seguridad Ciudadana.
Se recomienda a las tiendas de venta de CD “que no vendan este tipo de material, saben que está prohibido. Y los vecinos, transeúntes que miran esto que denuncien”. “Porque es un daño a la integridad y ahí comienza el tema de la delincuencia”, concluye Villca. El teléfono de denuncia es: 64-39565
La Sociedad Boliviana de Autores y Compositores de Música (SOBODAYCOM) también realiza un control del ruido de los parlantes, que algunas de las tiendas utilizan como mecanismo de atracción de clientes, y sobre todo de los derechos de autores de producciones nacionales.