Una guitarra portuguesa de la que sólo hay tres
El instrumento portugués del guitolão, que se caracteriza por tener mayor amplitud sonora que el resto de las guitarras, se ha convertido en una de las reliquias de la música lusa, ya que sólo se conservan
El instrumento portugués del guitolão, que se caracteriza por tener mayor amplitud sonora que el resto de las guitarras, se ha convertido en una de las reliquias de la música lusa, ya que sólo se conservan tres ejemplares en todo el mundo y apenas hay músicos que la tocan.
La idea nació de una necesidad que plasmó el guitarrista portugués Carlos Paredes en la década de los 70, cuando pidió al lutier luso Gilberto Grácio que le fabricara una guitarra con la que se pudiera eliminar la viola, que acompaña los tradicionales fados.
De esta manera, se creó un instrumento que aglutinó la guitarra portuguesa y la viola, con la posibilidad de ofrecer una sonoridad más grave y de mayor amplitud.
"Sólo hay tres guitolãos en el mundo y los tres están en Portugal, uno en el Algarve, otro en Coimbra y el tercero, que es mío, en la localidad de Castelo de Vide", explicó el guitarrista y compositor António Eustaquio.
El instrumento en sí "es un poco más grande que la guitarra portuguesa, ya que tiene un brazo más largo".