Un mueble caído del cielo para casa
Llevarse a casa un mueble fabricado con piezas que han surcado miles de kilómetros por el aire será posible gracias a la idea de dos ingenieros de Airbus
Llevarse a casa un mueble fabricado con piezas que han surcado miles de kilómetros por el aire será posible gracias a la idea de dos ingenieros de Airbus, que han asociado en un proyecto empresarial el sector que conocen bien con la creatividad de un grupo de diseñadores.
Anaïs Mazaleyrat y Jérémy Brousseau han desarrollado un catálogo de muebles de diseño realizados con elementos de aviones del fabricante europeo. Un modo de "dar una segunda vida" en forma de sillones, mesas, aparadores o lámparas a materiales que estaban destinados a soportar vuelos a miles de metros de altura.
"Teníamos muchas ganas de hacer algo que fuera creativo y que estuviera en línea con nuestros valores", explica Mazaleyrat.
A partir del próximo día 15 podrán reservarse en la plataforma en línea que han creado, bautizada "A piece of Sky" (Un trozo de cielo), los muebles de un muestrario que actualmente cuenta con 22 modelos, de los cuales diez se van a producir en serie.
Los interesados podrán a partir de ese día hacer prereservas con vistas a que en enero del año próximo se puedan entregar unas 2.000 piezas. De acuerdo con sus cálculos, la iniciativa permitirá así la reutilización de entre cinco y diez aviones destinados inicialmente al desguace.
Entre los muebles hay un sillón para cuya realización se utiliza la "nariz" de un avión, y en cuya composición entran materiales compuestos, madera, cemento o un tejido confeccionado a medida.
También han elaborado una silla que tiene como respaldo un fragmento de ala, asociado con madera, o una mesa baja confeccionada a partir de la ventanilla de aeronave.
El reciclaje de las ventanillas también ha dado ideas a una de las diseñadoras seleccionadas (son 11 en total), que ha decidido convertirlas en espejo como parte de un tocador. Y las bielas encargadas de las transmisiones de movimientos en las aeronaves han inspirado a otros creadores para configurar aparadores.
"Hemos tratado de mantener la geometría de las piezas empleadas" y para eso esos 11 diseñadores se han esforzado en adaptarse a la forma original, indica Brousseau.
Él y Mazaleyrat tienen previsto recurrir, como materia prima, a aviones que ya se han retirado del mercado y ya no vuelan, pero también a diversos componentes que han servido en los laboratorios de Airbus o de los ensayos en vuelo.