De Santiago a Sucre, en bici
Nicolás del Carpio cumple el día 15 de su largo pero inolvidable recorrido por tierras extranjeras. Tiene previsto llegar a Sucre el 10 de enero, aunque por la velocidad con la que avanza con La Furia Roja podría adelantarse unos tres días.
Nicolás del Carpio:
“Saliendo at dar todo y prácticamente bajo el riesgo del golpe de altura y el quedar sin comunicaciones hasta Bolivia”.
“Perdí el encuentro familiar por cumplir mi reto. Fue muy duro, pero es un sueño largamente deseado”
Nicolás del Carpio es un aventurero sucrense que se puso el reto personal de hacer en bicicleta la ruta entre Santiago (Chile) y Sucre (Bolivia), recorriendo alrededor de 2.500 kilómetros. Hasta la fecha la extenuante cruzada le hizo perder diez kilos de peso a puro pedal.
Para dar inicio a esta empresa, Del Carpio se trasladó de Sucre a Santiago vía aérea. Una vez allí partió de la capital chilena rumbo a la capital boliviana el 20 de diciembre. Actualmente cumple el día 17 de su largo pero inolvidable recorrido por tierras extranjeras.
Tiene previsto arribar a Sucre el 10 de enero, aunque por la velocidad con la que avanza podría adelantarse unos tres días, según manifestó a CORREO DEL SUR.
Actualmente Del Carpio se encuentra en Calama (Chile). Las fiestas de fin de año le obligaron a hacer una pausa de dos o tres días en su viaje ya que sería riesgoso rodar por los caminos con poca gente...
En la interminable ruta su única compañera de aventura es “La Furia Roja”, una bici marca Trek XCaliber 9, que le costó 14 mil bolivianos. “Escogí esa para que aguante el pedo que le iba a dar”, expresa Del Carpio.
También lleva a cuestas prendas de vestir “todo terreno” para encarar días lluviosos, de calor o de frío. Del mismo modo transporta herramientas para el mantenimiento de su velocípedo; comida en barras y en polvo que contienen proteínas y carbohidratos para alimentarse; pastillas de rehidratación; agua y una cocinilla para preparar sus alimentos.
Con suerte, hasta el momento no tuvo ningún tipo contratiempo en la ruta. Cuenta que al inicio recorrió un promedio de 160 kilómetros por día, ahora hace 200. Por eso dijo que es muy probable que llegue con tres días de anticipación a Sucre.
Del Carpio, registra su aventura en cada una de las paradas que hace. Publica su historia en formato bitácora mediante su página en Facebook.
“Así se van dos días de descanso, haciendo el mantenimiento y cambio de piezas a La Furia Roja. Mañana nos toca empezar a encarar lo que es la trepada rumbo a Bolivia, superando los 4.500 metros sobre el nivel del mar, saliendo a dar todo y prácticamente bajo el riesgo del golpe de altura y el quedar sin comunicaciones hasta Bolivia”, expresa Del Carpio en su bitácora.
Este joven aventurero de 21 años es hijo de Juan José Del Carpio y Gloria Barrón, tiene tres hermanos. Cundo tenía nueve años comenzó a participar en competencias de ciclismo con el apoyo de sus progenitores.
A los 14 dejó esa práctica por el motocross. Ahora es estudiante del sexto semestre de la carrera de Ingeniería Electromecánica de la Universidad San Francisco Xavier.
Reconoce que es la primera vez que pasa Navidad y Año Nuevo lejos de su casa y sin sus padres. Sus hermanos, que viven en otras latitudes, llegaron este año para pasar las fiestas con sus progenitores. “Perdí el encuentro familiar por cumplir mi reto. Fue muy duro, pero es un sueño largamente deseado”, comenta.
El recorrido a puro pedal exige una buena preparación física, es muy intensa, tanto así que en estos 17 días perdió 10 kilos de peso. Comenzó su reto con 86 y ahora pesa 76 kilogramos.
En uno de los comentarios en su bitácora, Del Carpio dice: “Buscando ganar dos días de descanso partimos de la negra con una meta clara, llegar a Calama. Pensando que ya habíamos pasado lo peor del gran desierto, este nos demostró que siempre tendrá sorpresas para nosotros. Hoy nos despedimos de la carretera Panamericana, la cual nos llevó a nuestros límites, pero me enseñó a sonreír incluso en el momento más duro del día. Gracias por eso. Tenemos dos días de descanso, aprovechando para hacer mantenimiento a ‘La Furia Roja’ que después de más de 1.000 kilómetros ya me lo pide a gritos”.
Del Carpio agradece a todas las personas que lo apoyan constantemente por las redes sociales porque le dan energía para seguir adelante. En especial a la gente que se encuentra en la ruta, que sin conocerlo le saludan y dan ánimos en medio del desierto donde sacan la máxima potencia y energía para alcanzar un sueño.
Este joven espera llegar triunfante a la meta, seguir sus actividades cotidianas hasta fin de año y lanzarse nuevamente por otras rutas a puro pedal.