En Sucre y Potosí, ¿cuáles son los lugares más inseguros?
Identifican como los más vulnerables a los adultos mayores, adolescentes, gente del área rural y, en general, a los distraídos
Los departamentos de Chuquisaca y Potosí no están catalogados entre los más peligrosos del país. En este ranking, que tiene a la delincuencia como principal protagonista, lleva la delantera el eje central del país.
Información compartida a PANORAMA por autoridades policiales da cuenta de una serie de estadísticas que sin dudas son valiosas para quienes tienen a su cargo la responsabilidad de cuidar la seguridad de los bolivianos, pero también lo son para los ciudadanos de a pie en muchos sentidos.
¿Cuáles son los lugares más inseguros en las ciudades de Sucre y Potosí?, por ejemplo.
ALGUNOS DATOS
Entre enero y agosto de 2021, la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) Chuquisaca atendió 1.530 denuncias de distinta índole. Esa cifra está muy por debajo de las registradas en 2019 y 2020 cuando, en el mismo periodo, fueron 2.768 y 1.867, respectivamente.
En ese mismo tiempo la Felcc Potosí registró 1.888 hechos variados que se incrementaron respecto a los 1.597 de 2020, en tanto que en 2019 fueron 1.874 delitos.
VIOLENTAS E INSEGURAS
Las ciudades más violentas e inseguras del país son Santa Cruz, Cochabamba, La Paz y el Alto, según una nota publicada en mayo de este año por el periodista Roberto Medina Buezo en el diario Ahora el Pueblo.
Esas cuatro grandes urbes concentran casi el 75 por ciento del total de delitos cometidos en Bolivia.
LOS CASOS DE SUCRE Y POTOSÍ
En este tema, el director departamental de la Felcc de Chuquisaca y comandante de la Estación Policial Integral (EPI) Patacón desde hace un año, teniente coronel Víctor Hugo Alarcón, afirma que “Sucre es una ciudad segura porque la inseguridad no es caótica”.
Luego, aclara lo siguiente: “Sin embargo, la actividad delictiva, en todas sus variedades, siempre está presente en las calles y hay que combatirla”.
Por su parte, el director departamental de la Felcc de Potosí, coronel Sergio Valdivia, indica que “pese a la cantidad de delitos que se investigan, Potosí es una ciudad segura. Tiene una Felcc altamente eficiente, hemos desarticulado seis organizaciones criminales y aprehendimos a alrededor de 40 personas involucradas en hechos delictivos, y también se hacen operaciones de prevención del delito”.
LUGARES INSEGUROS EN SUCRE
Los mercados y terminales de buses son áreas neurálgicas para los peatones y el transporte público, por la alta concentración de personas a causa de la actividad comercial. Allí, los delincuentes aprovechan para robar, especialmente, celulares.
En Sucre, la Policía tiene identificado al Mercado Campesino y sus inmediaciones como el lugar donde hay más actividad delincuencial. Luego le siguen el Mercado Central y la Terminal de Buses.
MODUS OPERANDI
Alarcón explica que dentro de los vehículos de transporte público los delincuentes suelen operar entre tres: dos varones y una mujer. Dice que esta última es la que distrae de alguna manera a los pasajeros mientras los hombres roban.
También se ven grupos organizados que cada día hacen sus fechorías por diferentes sectores del Mercado Campesino, donde ellos saben que la gente lleva consigo dinero en efectivo para hacer sus compras. Algo parecido ocurre por el Mercado Central.
En cuanto a la Terminal, la Policía sostiene que allí operan bandas de expertos en delitos relacionados con el asalto o embuste a pasajeros que arriban la ciudad o parten de ella.
ZONAS PELIGROSAS EN POTOSÍ
De acuerdo con información proporcionada por Valdivia, en Potosí un lugar inseguro es el Mercado Uyuni, ubicado entre la avenida Santa Cruz y calles Boquerón y Litoral, zona San Roque. Luego, el Mercado Chuquimia. Otra zona peligrosa: el Mercado Central y las arterias circundantes: Oruro, Camacho, Junín y La Paz, en la zona central. Del mismo modo, la Policía departamental sabe que el Mercado Calvario, ubicado en la calle Hernández, entre Surco y Díaz de Oropeza, constituye un sector de alerta.
SON SAGACES
Los delincuentes son muy sagaces. Siempre están ideando planes para quedarse con lo ajeno por los sectores mencionados.
Así como pasa en Sucre, la nueva Terminal de Buses de Potosí, en la zona Las Lecherías, también se ha convertido en un área insegura.
En ambas ciudades los delincuentes llegan incluso a hacerse pasar por policías, vistiendo de civil, con personas recién llegadas del interior. Les hacen creer que están en un operativo para detectar drogas o billetes falsos.
Mientras al “damnificado” le exigen la entrega de sus pertenencias para su revisión (objetos personales, billetera, celular, etc.), en ese preciso momento se inmiscuye una tercera persona (otro delincuente) que incita a la víctima a obedecer a la Policía para evitar problemas. “Más bien resolvimos varios casos de ese tipo”, asegura a Alarcón a este suplemento.
La autoridad aconseja exigir dos documentos para salir de la duda. “Un policía que está de civil necesariamente debe portar dos cosas: su placa policial y credencial. Si es un verdadero policía, mostrará sus documentos, pero si es falso es seguro que se dará a la fuga”.
LAS PRESAS FÁCILES
El mundo del hampa es como una selva en la que los depredadores siempre están buscando o vigilando a las presas más frágiles o vulnerables.
“Cualquier delincuente analiza a sus posibles víctimas: cuanto menos riesgo y más ganancia, mejor. Escogen a menores de edad o a los más distraídos. Cuando se está en la calle siempre hay que estar alerta a todo, no distraerse con el celular, hablando o chateando, porque puede ser víctima de un robo o asalto. Las personas distraídas son las más vulnerables”, enseña Alarcón.
En Potosí, según Valdivia, los sujetos más vulnerables de sufrir robos son las personas de la tercera edad, los adolescentes y las personas del área rural.
Él señala especialmente a quienes circulan distraídos por los centros comerciales.
DELITOS DE ESTAFA
Valdivia explica que en la Villa Imperial las estafas se realizan últimamente, sobre todo, mediante las redes sociales. Allí se ofrecen premios, promociones y sorteos indicando a potenciales víctimas que deben efectuar distintos tipos de transacciones para poder reclamar lo ganado.
La pandemia del coronavirus obligó a que buena parte del comercio habitual se traslade a la virtualidad de la internet. Aprovechándose de este contexto de transacciones vía digital, hay delincuentes que hábilmente captan víctimas usando redes como Facebook o Instagram.
Por ejemplo, Alarcón relata que un joven potosino que trabajó y ahorró dinero para comprar un celular de 3.000 bolivianos en Sucre, vía internet, fue estafado. Cuando recibió su producto, abrió la caja y en vez del teléfono móvil había una piedra.
“Es mejor comprar celulares de un lugar autorizado, donde piden el email del comprador. Así, si es que sufrirían un robo, la Policía tiene formas de hacer la búsqueda y seguimiento”, aconseja.
MENSAJES POR CELULAR
Alarcón también recomienda ignorar los mensajes de celular que anuncian premios de miles de bolivianos, de una camioneta cero kilómetros o la lotería, cuando ni siquiera se compró un billete.
“No caigan en esas estafas, deben pensar con lógica. Lastimosamente siempre hay incautos, algunos quieren conseguir dinero rápido, a otros les ciega la alegría de ser ganador de algo por primera vez en su vida. Entonces, la persona pregunta: ¿qué tengo que hacer para recoger el dinero? Y los estafadores les piden que manden una foto de su carnet de identidad. Con seguridad que esa cédula será utilizada en algún ilícito”, alerta Alarcón.
CUENTO DEL TÍO
Algunas personas no entienden cómo se pueden dejar engañar con el “cuento del tío”. A continuación, Alarcón relata un ejemplo: Un delincuente se hace pasar, ante una incauta, por un recién llegado de Tipuani (históricamente un lugar de minas donde se explota oro), que busca a un ingeniero para entregarle el preciado metal que le encargó.
Finge que se olvidó el nombre de la calle, pide la guía de la buena samaritana para encontrarlo. En ese momento, se une a la conversación otra persona y empieza a elogiar al oro de Tipuani como el más puro del país; expresa el interés de comprar el metal para venderlo después a más precio.
Proceden con tanta habilidad y credibilidad que logran convencer a la mujer para que ella también participe del negocio.
Van con ella a su casa y logran que les entregue una alta suma de dinero para ser parte de la transacción. Finalmente, deciden que al día siguiente se repartirán el oro y para que no desconfíe “le dejan el dinero y el metal”.
Cuando la mujer está a solas abre el paquete y solo encuentra latas y papel picado. Busca a los estafadores, pero no hay rastros de ellos. Al final, termina denunciando el caso en la Felcc.
TRABAJO EN PANDEMIA
Antes de la pandemia, cuando no se usaba barbijo, la Policía podía identificar a los malhechores más rápido viendo fotografías. En este tiempo es casi imposible reconocerlos porque, además del tapabocas, usan gorra, lentes o mamelucos. “Para identificarlos tenemos que ver una imagen decenas de veces. Observamos características como la ropa, calzados o tenis que usan. Cuadriplicamos los esfuerzos para aprehenderlos. Yo creo que nadie se ha puesto a pensar cómo la Policía puede identificarlos con barbijos”, dice Alarcón.
Alarcón concluye recomendando salir a la calle solo con el dinero necesario para hacer algunas compras, sujetar los objetos personales y no distraerse con nada. Si se va al banco, hacerlo en lo posible acompañados con alguien de confianza.
ALERTAN DEL INCREMENTO DE MUJERES DELINCUENTES
Un aspecto que llama la atención, a nivel nacional es el aumento de mujeres en actividades delictivas.
“Si bien por ahora no hay datos estadísticos que respalden esta afirmación, ese hecho es una realidad”, confirma a PANORAMA el director de Tránsito en Chuquisaca, coronel José Luis Assaf.
Hace años eran contadas las mujeres que se dedicaban a ilícitos, mientras que ahora cada vez hay más presencia femenina en las bandas de malhechores.
“Cuando los ciudadanos escuchamos hablar sobre un asalto o un robo, lo primero que hacemos es imaginarnos a una persona de sexo masculino y no a una de sexo femenino. El protagonismo de la mujer está en todas las actividades, crece cada día más, y el mundo del hampa y la delincuencia no es una excepción”, manifiesta Assaf al respecto.
La autoridad de Tránsito dice que para analizar el incremento de mujeres dedicadas a actividades ilícitas hay que tomar en cuenta factores externos e internos.
FACTORES EXTERNOS E INTERNOS
Con factores externos se refiere a la mujer que proviene de una familia de delincuentes y ella, casi sin salida, se inicia como “campana”, es decir, con la tarea es observar y alertar a sus secuaces cuando aparecen otras personas mientras el resto comete el delito.
Posteriormente pueden actuar como “pildoritas”, trabajando con cómplices en locales, discotecas, bares y cantinas. Meten pastillas somníferas en vasos de bebidas alcohólicas cuando su víctima va al baño o se descuida, dopándolo y robándole todo lo que tiene.
Los factores internos ocurren cuando una mujer queda embarazada y es abandonada por su pareja, y se introduce en el mundo del hampa por necesidad.
En este tema, las autoridades policiales afirman que existe presencia femenina en diferentes hechos delictivos, en concomitancia con los hombres.
Explican que en los casos de estafas es más fácil creer en las palabras de una mujer que en las de un hombre.
Por ejemplo, hubo un caso de robo en el que participó una tía (44 años) con su sobrino (26). Y mientras el hombre distraía a su entorno, la mujer cometía el hurto.