¿Por qué un albergue de canes?

Abordamos uno de los temas que se han vuelto polémicos en estos días

Se construye el albergue de canes en Puca Puca, Distrito 6 de Sucre.

Se construye el albergue de canes en Puca Puca, Distrito 6 de Sucre. Foto: Correo del Sur

Se construye el albergue de canes en Puca Puca, Distrito 6 de Sucre.

Se construye el albergue de canes en Puca Puca, Distrito 6 de Sucre. Foto: Correo del Sur

Se construye el albergue de canes en Puca Puca, Distrito 6 de Sucre.

Se construye el albergue de canes en Puca Puca, Distrito 6 de Sucre. Foto: Correo del Sur

Se construye el albergue de canes en Puca Puca, Distrito 6 de Sucre.

Se construye el albergue de canes en Puca Puca, Distrito 6 de Sucre. Foto: Correo del Sur


    Redacción Panorama
    Panorama / 16/06/2022 21:26

    El abandono animal ha alcanzado niveles escalofriantes debido a la tenencia irresponsable, la cría descontrolada y la venta ilegal. A esto se suma la falta de apoyo y control por parte de autoridades y administraciones.

    Los perros callejeros son un dolor de cabeza recurrente en nuestro país. La encargada de Animales SOS Bolivia, Susana del Carpio, indica que en Bolivia hay una sobrepoblación de cuatro millones de canes. En la mayor parte del país el 90% tienen dueño, pero están en las calles. Las ciudades de Sucre y Potosí no escapan a esta preocupante realidad. 

    Alfredo Carvajal, responsable del Área de Control de Brotes y Enfermedades Zoonóticas del Servicio Departamental de Salud (Sedes) Chuquisaca, informa que en Sucre hay aproximadamente 80.000 canes y que cada día esta entidad atiende un promedio de 7 a 8 casos de pacientes que fueron atacados por perros.

    Del mismo modo, la médica veterinaria Verónica Zambrana, responsable de Zoonosis del Gobierno Municipal de Potosí, da a conocer que en la Villa Imperial hay cerca de 56.000 perros y que diariamente se atiende entre 4 y 5 personas agredidas por estos animales.

    Una solución paliativa

    En muchos países del mundo, los albergues son una solución paliativa a los problemas de sobrepoblación de animales domésticos, falta de conocimiento con la tenencia responsable de mascotas, alto índice de maltrato y abandono de mascotas.

    Según la española Diana Oliver, especializada en maternidad e infancia, vida sana y mascotas, los albergues son la salvación de los animales que han sido abandonados o maltratados, se han perdido o sus dueños no pueden seguir atendiéndolos.

    Gracias a estos centros sin ánimo de lucro, estos animales aspiran a tener una segunda oportunidad de vida. Por lo tanto, la prestación que ofrecen es de acogida temporal, con cuidados veterinarios, ejercicio físico, afecto, educación, alimentación y limpieza.

    Esto se complementa con acciones de tipo administrativo (cuestiones legales del centro, gestión de adopciones, coordinación del voluntariado), organización de actividades, eventos de promoción y concienciación y de formación de nuevos voluntarios. 

    La polémica en Sucre

    La construcción de un albergue de canes en Sucre está en medio de una polémica. Algunos sectores coincidieron en señalar que es un proyecto improvisado.

    En febrero de este año la quema de una casa rústica perteneciente a una familia integrada por cuatro canes callejeros se volvió viral en redes sociales y despertó el lado solidario de la población capitalina.

    En ese entonces, el alcalde Enrique Leaño anunció la construcción de un albergue que sería edificado inicialmente con una capacidad para 600 perros callejeros. La autoridad dijo que posteriormente se ampliaría para 5.000 o 6.000 y explicó que contaría con áreas verdes y otras con caniles –refugio–, para mascotas con alguna enfermedad, para los agresivos y para los estables por separado.

    Para que el plan sea sustentable, se implementaría el sistema de “padrinazgo”, es decir que cada ciudadano interesado en el bienestar de los animales podría aportar con ladrillos y placas Duralit de 80x80 para levantar los caniles y la Alcaldía se haría cargo de los agregados y el cemento. 

    Leaño anunció que los secretarios y otros funcionarios de la Comuna serán padrinos de al menos un centenar de callejeritos y que velarían por el bienestar de los mismos.

    Tiempo después, activistas por los animales expresaron su desacuerdo con la construcción del albergue de canes fuera de la ciudad. Argumentaron que, por la larga distancia del lugar y el costo del transporte, los dueños de mascotas no podrán recuperar sus perros y los animalistas tampoco llegarán con alimentos. 

    Este proyecto también fue cuestionado por la bancada opositora de República 2025, que señaló presuntas irregularidades como la falta de ficha ambiental, documentos de propiedad y el presupuesto.

    Un segundo caso de rabia canina fue identificado esta semana en el Distrito 3 de Sucre.

    La Alcaldía de Sucre responde a críticas

    Orlando Ceballos, secretario general de la Alcaldía de Sucre, dice a PANORAMA que el albergue “está en proceso de construcción y no se paralizará por las observaciones que hacen, por un lado, grupos de animalistas y grupos con afanes políticos”.

    El objetivo es solucionar dos problemas con los perros callejeros: ataques diarios a personas y contaminación ambiental con su excremento en calles y jardineras. “Solo tomando en cuenta a 10.000 canes, cada uno deposita 100 gramos de excremento al día; o sea, a diario hay 1 millón de gramos de excremento que se seca, se vuelve polvo y contamina el aire que respiramos los sucrenses”, agrega. 

    “No estamos en contra de los animales, desde ningún punto de vista, más bien es el cariño que les tenemos lo que nos impulsó a ejecutar el proyecto para que tengan las condiciones necesarias para vivir bien”.

    Sobre la ubicación del albergue, Ceballos aclara que no es un desierto, sino un valle donde hay una comunidad con habitantes. Y en cuanto al terreno, al estar ubicado en el área rural, asegura que será expropiado por el Gobierno municipal, pero previamente se hará el cambio de nombre de los actuales propietarios en el INRA.

    Según Ceballos, Severino Maturano Sandóval era el propietario de las dos hectáreas de terreno y él, antes de fallecer, transfirió el derecho propietario a Elsa Maturano Pinto y Esteban Carlos Ávalos, quienes asumieron un compromiso con la Alcaldía a través de un documento en el que manifiestan su conformidad con la expropiación (se pagará de acuerdo con el valor que el INRA determine). Aún no hicieron el cambio de nombre.

    La palabra de la Protectora de Animales

    Ricardo Rivera, presidente de la Protectora de Animales SA, afirma que no están en contra de que se construya un albergue, siempre que reúna las condiciones mínimas en cuanto a planificación, infraestructura, administración, manejo, atención y clasificación de qué animales albergarán.

    “Al construir este albergue se está dado a entender que será un centro de abandono. Tenemos como referente a Zoonosis, donde la gente va a abandonar a diario a sus mascotas, ya sea porque crecieron mucho, están viajando, se están mudando o simplemente se cansaron de sus animales”, advierte.

    Dice que les preocupa cómo será el manejo del albergue; sostiene que, con donaciones, no será sustentable, pues necesita planificación y un presupuesto óptimo. Rivera cita nuevamente el ejemplo de Zoonosis, que –afirma– no abastece para su actual capacidad: entre 35 y 40 animales. En el albergue, en algún momento, habría 5.000 a 6.000.

    Zoonosis está dentro del radio urbano, aun así, a veces les falta gas y dentro del presupuesto no consideran verduras para los animales, según Rivera. “Los voluntarios estamos pendientes de que les cocinen bien y constantemente llevamos verduras con fondos propios. Podemos hacer eso porque es acá y solo son 30 animales, pero ir tan lejos será imposible para nosotros, pese al gran amor que tenemos por los animales”, agrega.

    En su criterio, el albergue debe ser un lugar donde vayan transitoriamente canes hembras para ser esterilizadas y permanecer allí hasta que recuperen. Dice que también se debería atender a perros atropellados, heridos o en mal estado.

    Posición de un dirigente de los veterinarios

    Toda acción institucional o particular en pro de los animales siempre será bien recibida, pero se tiene que proceder según la ley, indica Jhon Flores Risco, vicepresidente del Colegio de Veterinarios de Bolivia.

    En su criterio, para el albergue de canes en Sucre se debe contar con el asesoramiento y el diseño de arquitectos en coordinación con médicos veterinarios, que conocen las características y necesidades de los animales.

    “Es una pena que se quiera improvisar un albergue de esas características ya que, hasta ahora, la Alcaldía no muestra el derecho propietario para que en base a él se asignen recursos económicos”, agrega.

    Él, al igual que varios animalistas, observa el mal estado de la vía de acceso al lugar y la falta de servicios básicos. En ese sentido, recomienda que el albergue sea un centro seguro de observación, con sectores de aislamiento para animales enfermos, por ejemplo, con rabia, en coordinación con el Sedes y otras instituciones, por salud pública. 

    Por otra parte, añade que el Colegio de Veterinarios siempre se ofreció para hacer un trabajo –no necesariamente remunerado– como un ente de asesoramiento, para mejorar las políticas públicas sobre la tenencia responsable de animales.

    Por último, Flores se muestra crítico al señalar que “hasta ahora la Alcaldía no muestra el derecho propietario para que en base a él se asignen recursos económicos”.

    Potosí no tiene albergue de canes

    La médica veterinaria Verónica Zambrana, responsable de Zoonosis del Gobierno Municipal de Potosí, relata a PANORAMA que trabajan con el objetivo de controlar la sobrepoblación canina en las calles a consecuencia de la tenencia irresponsable de perros.

    Hay canes “domiciliarios”, que están dentro de las casas, y “semidomiciliarios”, que deambulan por las calles durante el día y en las noches retornan a sus casas.

    Actualmente, en Potosí hay alerta sanitaria porque a fines de 2021 se presentó un caso de rabia humana. Este año detectaron a nivel departamental nueve casos de rabia canina.

    “Esto indica que los propietarios no están siendo responsables en hacer vacunar a sus mascotas contra la rabia”, manifiesta Zambrana. 

    Dice que todos los días trabajan concienciando e incentivando a los vecinos para que hagan esterilizar a sus mascotas, según indica la Ley Municipal 130, en cuyo reglamento trabajan en la actualidad. 

    Sin un albergue, Zoonosis debe rescatar a perros abandonados, recoger animales muertos, controlar la rabia, tonificar a los canes, realizar esterilizaciones cada día y atender conciliaciones. También hacer cumplir la Ley 553 sobre la Tenencia Responsable de Perros Peligrosos.

    “Este año el objetivo es equipar la unidad de Zoonosis para asesorar mejor a la población, brindar un buen servicio, velando por el bienestar de las mascotas y, por ende, de las personas”, concluye Zambrana.

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