“Guardería” de dinosaurios completa los tres períodos, Triásico, Jurásico y Cretácico, en Bolivia

Profesionales de la U de Chuquisaca participaron en el estudio de huellas halladas en Tarija

El sitio exacto donde se encontraron las huellas que completan los tres periodos en Bolivia. El sitio exacto donde se encontraron las huellas que completan los tres periodos en Bolivia.

Redacción PANORAMA
Panorama / 25/07/2023 20:52

Las primeras huellas jurásicas y una de las primeras de manada del mundo encontradas hace algunos años en Bolivia, concretamente en el departamento de Tarija, completan la presencia de rastros de dinosaurios de los tres periodos de la Era Mesozoica: Triásico, Jurásico y Cretácico. En los estudios de esas huellas participó un equipo de profesionales de la Universidad San Francisco Xavier de Chuquisaca.

No se trata de las más antiguas descubiertas hasta ahora (las más antiguas son las del Triásico de Ruditayoj y Tunasniyoj, ubicadas en la región chuquisaqueña de Icla, departamento de Chuquisaca, e investigadas desde 2010. Datan de hace unos 210 millones de años). Hasta ahora, no se habían revelado detalles del estudio científico sobre las huellas de Tarija.

Al respecto, el paleontólogo argentino Sebastián Apesteguía, exdirector científico del Proyecto Parque Cretácico de Sucre, a cargo del equipo de expertos que reprodujo las esculturas de dinosaurios en Cal Orck’o, informa a PANORAMA que “la importancia fundamental de los nuevos estudios es que de Bolivia teníamos hasta ahora las (huellas) del Cretacico Superior (70 millones de años) y las del Triásico Superior (210 millones de años), que publiqué de Tunasniyoj y Ruditayoj. Estas de ahora van justo al medio, en el Jurásico Superior (150 millones de años). Con esto completan para Bolivia huellas de los tres periodos: Triásico, Jurásico y Cretácico”.

Por otro lado, agrega que “son las huellas más claras que muestran a dos adultos caminando con un montón de crías alrededor cada uno”. Una gacetilla elaborada por el equipo encabezado por Apesteguía refiere a esto último como “una guardería” lo encontrado en Tarija.

Y es –añade el especialista en vertebrados a PANORAMA– que “no es nada habitual encontrar eso y mucho menos poder probar que fue así, pero, en este caso tenemos, de los tres adultos, dos están caminando en la misma dirección y el del medio, en sentido contrario. Este viene solo, pero los adultos que van en la misma dirección van rodeados de crías: uno tiene crías a ambos lados y el otro, solo a la izquierda.

Una cosa muy interesante es que algunas huellas de crías pisan las de los grandes, pero muy poquito; entonces, el rastro del grande está casi limpio. Eso significa que van casi juntos, no vienen atrás… las crías no van debajo de la cola, van a los costados, y por eso no están pisando del todo los rastros del grandote”.

LOS AÑOS DE INVESTIGACIÓN

La investigacion científica nunca es inmediata. Hallazgos de huellas hay cada año, pero entender la importancia de algunas requiere de investigación. Así lo explica Apesteguía y lo confirma el profesor de Biología de la Universidad San Francisco Xavier, Ariel Céspedes, uno de los profesionales de Chuquisaca que participaron en los estudios de las pisadas del Jurásico Superior.

En primer lugar, un nuevo grupo de huellas fue descubierto por el geólogo Dr. Gustavo Méndez Torrez, sobre las barrancas del río Santa Ana, cerca de la localidad de Entre Ríos, en el departamento de Tarija.

Luego, en 2019 fueron mapeadas y medidas por un equipo de la Carrera de Biología de San Francisco Xavier integrado por el Dr. Ariel Ángel Céspedes-Llave y sus estudiantes Limbert Lovera, Roxana Lovera, William Machicado y Christian Gutiérrez, con la co-orientación del Dr. Sebastián Apesteguía, de la Fundación Azara. A este equipo se sumó el Dr. Raúl Esperante, de California (EEUU), con medidas y fotografías del material estudiado.

“Como el geólogo (Méndez) ya había hecho el descubrimiento el mismo año y tenía la patente del descubrimiento, se requería estudios en icnología (huellas) hechos por paleontólogos, por lo cual como biólogos tenemos la formación para poder hacer este tipo de investigaciones”, explica Céspedes a este suplemento.

Apesteguía, desde Argentina, complementa: “Nosotros mismos no estuvimos seguros de su importancia hasta que las mapeamos y estudiamos entre 2021 y 2022. Escribir el trabajo llevó cerca de un año y el envío a revista y discusiones con los revisores llevó otro año. Encontrarlas es el primer paso”.

Actualmente, Limbert Lovera y Gutiérrez hacen sus tesis en paleontología asesorados por Apestiguía gracias a un convenio marco entre la Universidad de Sucre, la Fundación Azara y la Universidad Maimónides de Buenos Aires.

ANTIGUAS

Las huellas más antiguas de Bolivia son las del Triásico, halladas en Ruditayoj y Tunasniyoj, en territorio chuquisaqueño, según reportó en su momento el equipo liderado por el paleontólogo Sebastián Apesteguía.

Las “huellotas” y las “huellitas”

Las huellas de Tarija son abundantes. Se registran en 10 niveles diferentes, que abarcan varios millones de años, pero las principales son las del nivel 1, el mejor expuesto al borde del Santa Ana, que muestra unas 350 huellas divididas en varios rastros.

La mayoría corresponden a dinosaurios saurópodos, de cuello largo, y unas pocas son de dinosaurios bípedos, carnívoros y herbívoros.

Destacan tres rastros de dinosaurios saurópodos muy grandes, dos yendo en la misma dirección y otro en la opuesta. Estas huellas grandes, de forma más bien redonda, pues tenían patas como de elefante, tienen cada una 95 cm y otra 75 cm de diámetro, por lo que se calcula que el animal tenía la cadera a 3,8 metros del suelo, con una longitud estimada de nariz a cola de 20 metros y caminaba tranquilo, a menos de 5 km/h.

La forma de sus huellas y el espacio entre ellas (trocha) indican que se trataba de saurópodos del grupo de los cetiosaurios o de los braquiosaurios. Lo curioso es que no iban solos.

El que iba a la izquierda tenía, a su vez, sobre su propia izquierda, una gran cantidad de huellas pequeñas, de entre 15 cm y 30 cm de diámetro, probablemente sus crías, que caminaban en la misma dirección, y con algunas que pisaban sus huellas (lo que indica que venían detrás). El gigante de la derecha venía, a su vez, rodeado por ambos lados de muchas más de esas crías de huellas pequeñas a ambos lados, algunas pisando sus huellas.

Lo curioso es que no se ven más de esas huellas pequeñas en el yacimiento, lo que indica claramente que venían por el mismo sendero o en grupo compacto con los dos gigantes, mostrando un comportamiento de manada y protección de las crías.

FUENTE: Gacetilla de prensa / Sebastián Apesteguía

Etiquetas:
  • Dinosaurios
  • Triásico
  • Jurásico
  • Cretácico
  • Compartir:

    También le puede interesar


    Lo más leido

    1
    2
    3
    4
    5
    1
    2
    3
    4
    5
    Suplementos


      ECOS


      Péndulo Político


      Mi Doctor