Morales y Arce, distintos y distantes

Morales y Arce, distintos y distantes

Péndulo político Eduardo Leaño Román 04/12/2022 02:52
Evo Morales, después de la contundente victoria electoral del MAS el 2020, probablemente imaginó ser el poder detrás del trono; sin embargo, la luna de miel con Luis Arce solo se prolongó por un año
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Evo Morales, después de la contundente victoria electoral del MAS el 2020, probablemente imaginó ser el poder detrás del trono; sin embargo, la luna de miel con Luis Arce solo se prolongó por un año, a fines del 2021 lo que empezó como una tímida sugerencia de cambiar a algún ministro, el año 2022 se convirtió en una radical exigencia que no fue satisfecha por el primer mandatario. Las pugnas internas empezaron a escalar con una serie de acusaciones, las disputas por el control del parlamento y la aprobación de la Ley del Censo aceleraron la crisis en el seno del MAS. 

En esta disputa interna existen dos liderazgos diferentes, uno con mejor perspectiva y proyección que el otro, esto lo confirma una encuesta cuyos resultados indican que la imagen positiva de Luis Arce alcanza al 51% y la intención de voto a su favor llega al 20%; en cambio, la imagen positiva de Evo Morales llega a 30% mientras que la intención de voto alcanza el 10% (Pagina Siete, 26 agosto 2022). El presente artículo intenta mostrar algunos rasgos comparativos entre ambos líderes que, en cierto modo, explican los resultados de esta encuesta.

Gestión económica. Evo Morales, como ex mandatario, considerando los altos ingresos económicos del país producto de los elevados precios internacionales del petróleo, utilizó de modo discrecional los fondos públicos, dispuso los recursos en la creación de empresas estatales que fracasaron y su gestión se distinguió por una serie de casos multimillonarios de corrupción; sin duda, esto le resta credibilidad aunque intente presentarse como el líder providencial que resolverá, de una buena vez y para siempre, los problemas del pueblo. Luis Arce, como presidente en ejercicio, con una situación económica menos propicia para Bolivia, está empeñado en llevar a cabo una gestión menos populista que su predecesor y más tecnócrata; según la Cepal, Bolivia se ubica entre las economías de mayor expansión el 2022, es el país que más reducirá la pobreza extrema en la región y tiene la tasa de inflación más baja. Evidentemente, esto hace que Arce Catacora tenga mayor credibilidad.

Gestión de conflictos. En 14 años de gobierno de Evo Morales, las formas de afrontar los conflictos sociales se distinguieron por su inflexibilidad y rigidez, los encaraba como un negociador competitivo y agresivo, intentaba obtener la mayor cantidad de beneficios, la estrategia de negociación que solía implementar era la de suma cero (el que gana, gana todo; y, el que pierde, pierde todo) y, casi siempre, salía airoso en los diversos conflictos que tuvo que afrentar. En cambio, en su corto periodo de gestión, el gobierno de Luis Arce, al principio intento imitar el estilo duro de negociación de Morales, pero en el proceso del conflicto viene flexibilizando su postura sino que termina firmando acuerdos con las partes en conflicto; esto sucedió en el conflicto con los cooperativistas auríferos (firmaron un convenio para que estos paguen un único impuesto de 4,8%) y, quizá, algo similar sucedió con el conflicto en torno al tema del Censo (sobre todo con la promulgación de la ley). El ser un negociador flexible le brinda un carácter menos autoritario y hace de Arce un presidente con quien es posible dialogar y llegar a acuerdos.

Posturas discursivas. El ex presidente Morales usaba y abusaba de la palabra, hablaba con el público de manera constante, atiza sus pasiones y todo ello sin limitaciones ni intermediarios, se asumía como el intérprete de la voz del pueblo y abominaba de la libertad de expresión, no toleraba la crítica y la confundía con la enemistad, alentaba y fomentaba el odio entre clases sociales y, finalmente, los chivos expiatorios de sus fracasos normalmente eran la derecha y el imperialismo. Toda esta verborrea ha disminuido sustancialmente con el presidente Arce: habla menos, sus ministros hablan más; sus discursos son más técnicos que apasionados; soporta con más paciencia la crítica; y, recurre menos a la derecha y el imperialismo para justificar sus fracasos. El giro en la postura discursiva de Arce Catacora, parece ser un importante acierto.

Así, cada una de estas dimensiones revela no solo las diferencias sustanciales entre Evo Morales y Luis Arce, sino que muestran también, como ilustran los resultados de la encuesta, una mayor preferencia por Arce Catacora.[P]

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