Adriana Salvatierra, expresidenta del Senado, sigue activa en el Movimiento Al Socialismo (MAS) desde la militancia de base, en procesos de formación y reuniones. No se declara “arcista” ni “evista”, pero comparte las denuncias realizadas por el expresidente Evo Morales contra autoridades del gobierno de Luis Arce, respecto a una eventual inhabilitación. Defensora de los pasos que se dieron para buscar la reelección del exmandatario, refuta a quienes afirman que la objetaron desde el principio. ¿El MAS no quiere hablar de ese tema? Si vamos a realizar autocrítica, “tiene que ser sobre todo”, responde.

Pregunta (P). ¿Cree que el Congreso del MAS podrá unificar al partido o terminará por sellar su división?

Respuesta (R). El congreso tiene como función principal generar un contexto y un marco de unidad. Lo importante hoy es llegar al congreso. Creo que existe la intención de poner piedras en el desarrollo del congreso y esas piedras vienen hoy de la mano esencialmente de la justicia, instrumentalizando la justicia, instrumentalizando las normas, instrumentalizando la ley, el uso de la justicia con fines políticos.

P. ¿Quiénes son los culpables de la crisis del MAS?

R. Yo no hablo de responsables, porque creo que hay diferencias ideológicas hoy y que tienen un carácter profundo y, en ese sentido, hay quienes cavan a dos palas una división, porque les puede ser funcional a sus intereses políticos. Hay quienes facturan lealtades y acceden a esas prebendas políticas y les interesa sostener esa división, porque en los medios de comunicación eso genera más expectativa, más visualizaciones, que quienes convocan racionalmente a la unidad. 

Esas diferencias ideológicas tienen múltiples elementos. Por ejemplo, para mí esta posición que ha asumido el actual ministro de Justicia, Iván Lima, en torno a una eventual interpretación o una manipulación de la interpretación de la opinión consultiva de la CIDH (sobre la reelección indefinida) es un elemento de carácter ideológico, porque busca desvincularnos del principal liderazgo que tiene nuestro instrumento político y que es el presidente del instrumento, Evo Morales. También es una diferencia ideológica el uso del poder del Estado no sólo contra Evo Morales, sino también desde el bloque popular, por ejemplo, lo sucedido en el Congreso de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb) o también la estigmatización del trópico de Cochabamba, también, por otro lado, la utilización del Órgano Judicial para asestar una puñalada a la elección por voto popular de las altas magistraturas. Esas cosas son diferencias ideológicas profundas y, sobre las cuales, no se puede mantener una equidistancia y requieren ser puestas en evidencia.

P. No es primera vez que la reelección se cuestiona en el seno del MAS. ¿El MAS no va a hablar de este tema?

R. Claro que lo hablamos. Hay quienes en este momento les conviene decir que en 2016 (en referencia al referéndum del 21 de febrero sobre la reelección) advirtieron algo dentro del MAS. Nadie planteó eso, todos hicimos campaña. Perdimos la elección, pero todos hicimos campaña. Hoy pareciera que buscan posicionarse en términos éticos, mintiendo y diciendo que objetaron algo cuando no objetaron nada, es mentira. Lo vi en el exministro de Justicia y actual embajador ante la OEA, Héctor Arce: por supuesto que emitió un criterio jurídico como militante para discutir sobre una eventual postulación de Evo Morales y después salió a decir que él no estuvo de acuerdo. Falso: él y todos nosotros estuvimos de acuerdo, hicimos campaña y perdimos la elección. Luego, dijimos: “No se puede modificar la Constitución”. Genuinamente buscamos alternativas jurídicas y sobre eso todos estuvimos nuevamente puestos en la campaña de 2019. Hoy quieren levantar la voz y manifestar una opinión contraria cuando en ese momento no dijeron nada y eso me parece una posición oportunista. Si vamos a realizar un marco, un contexto autocrítico, creo que tiene que ser profundo y tiene que ser sobre todo: sobre las virtudes que hemos tenido como proceso y que han permitido que el 2020 volvamos a ganar las elecciones o también, por ejemplo, sobre cómo se puede dar continuidad a este proceso de cambio. Esa es la autocrítica en todos los niveles.

P. Usted decía hace poco que no se puede concebir el MAS sin Evo Morales ni Luis Arce. ¿Mantiene esto?

R. Hablar de unidad requiere seriamente abonar ese espacio. Yo no puedo pretender hablar de unidad sin que estemos todos adentro, todos los que construimos este proceso, los que militamos desde diferentes espacios, incluso también por supuesto a quienes militaron desde el servicio público. Ahora eso no es lo que vemos esencialmente. Hoy encontramos que se ha hecho pública la voz del ministro de Justicia que en 2021 dijo que Evo Morales, de acuerdo a la opinión consultiva, estaba habilitado (…) y ahora que coyunturalmente se considera un adversario al liderazgo de Evo Morales su opinión cambia y dos años y una semana después, nos dice que en realidad tiene que aplicarse la opinión consultiva para inhabilitar a Evo Morales. Todos aquí sabemos que eso es una aberración jurídica, que eso no está bien, que se está intentando cometer un abuso y no podemos mirar a un costado.

P. ¿Cree que el MAS corre el riesgo de perder las próximas elecciones generales?

R. Yo creo que la gente no va a votar por el MAS en su crisis interna. La gente vota por lo que le ofrece el MAS siendo gestión de gobierno. Mientras el MAS siga dignificando eso (condiciones de vida y principios) para la gente, yo creo que la gente puede considerar al MAS como una opción electoral. Si la gente cree que el MAS representa el bienestar, la estabilidad económica, la esperanza, seguirá votando por el MAS.

P. ¿Aunque se parta en dos?

R. Esperemos que ese momento no suceda, esperamos que eso no suceda. Yo creo que debe existir un diálogo honesto y genuino entre nuestros compañeros que en este momento están en la función pública y quienes están en la conducción política de nuestro instrumento. Y ese diálogo honesto debe ser más bien alimentado en los medios de comunicación y reforzado también con la militancia.

P. Para cerrar: ¿usted se declara arcista, evista o está fuera de estas denominaciones?

R. (Se ríe) No, yo soy militante del MAS. Decidí serlo a mis 16 años, decidí inscribirme en este instrumento político y soy una mujer de una sola pieza. Evo Morales es el líder de este proceso de cambio, es el presidente de mi partido y es mi referencia de liderazgo político. Y Luis Arce ejerce como Presidente que representa ese partido político y creo que ese respeto es el que nos debe conducir a establecer puentes de diálogo. [P]

Raykha Flores Cossio, Jefa de Prensa de Correo del Sur