
Vocero de Goni: Aún se necesita investigar sobre Octubre Negro
Este 17 de octubre, se cumplen 20 años de la renuncia del entonces presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, en medio de una revuelta social y represión que se cobró la vida de más de 60 personas en La Paz y El Alto.
El juicio en Bolivia no prosperó, pero sí un proceso civil en Estados Unidos, donde residen el exmandatario y su exministro más cuestionado, Carlos Sánchez Berzaín, que acordaron una indemnización a las familias de ocho víctimas.
Mauricio Balcázar, vocero y yerno de Goni, concedió una entrevista a CORREO DEL SUR, en la que acusó al expresidente Evo Morales y al fallecido dirigente Felipe “El Mallku” Quispe de ser los responsables de “Octubre Negro” y señaló que la situación actual de Bolivia es la que vaticinó Sánchez de Lozada. Este no se ha pronunciado directamente desde 2003, a excepción de junio de este año, cuando, por escrito, propuso al país una reforma constitucional.
Pregunta (P). Transcurrieron 20 años de los hechos luctuosos de “Octubre Negro” y de la salida del expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada de Bolivia. ¿Es para Goni un tema cerrado tras el acuerdo de conciliación con un grupo de víctimas?
Respuesta (R). Yo creo que desde el punto de vista jurídico es un tema cerrado, repito, jurídico. Hay un acuerdo y en el caso del juicio de Bolivia también es un caso cerrado, porque no se han cumplido ninguno de los procedimientos jurídicos de garantías ni nada, entonces ese juicio es inválido y, como todos saben, es un juicio político. Pero aquí no hay nada que celebrar, obviamente, porque murieron 57 personas, incluyendo Warisata, durante todo septiembre, octubre, y los resultados de esa manipulada Guerra del Gas los vemos hoy, que hemos perdido todo y estamos pidiendo permiso a Chile para traer petróleo y para sacar nuestro litio. Esta ha sido una derrota para Bolivia.
P. En junio de este año, Sánchez de Lozada planteaba una “Constitución de todos” y citaba entre sus objetivos lograr la estabilidad política. ¿Estabilidad política que faltó en 2003?
R. Desde que salió de Bolivia, él venía con esa idea, decía: yo tengo que ser muy crítico con mis reformas constitucionales y buscar una forma que dé estabilidad (…) y terminó con la propuesta que él hizo y se basa en un sistema parlamentario para que las crisis se puedan resolver cambiando un primer ministro y no teniendo que haber golpes ni ir a elecciones nuevamente como sufrió Bolivia desde el 2003 hasta el 2006 que tuvo cuatro presidentes.
Aquí se han dado cuatro golpes contra Goni, contra (Carlos) Mesa, contra (Eduardo) Rodríguez Veltzé dentro de un proceso democrático y de presión que ha producido cambios enormes en todo el gobierno e inestabilidad y después pudo estabilizarse el país gracias al gas que dejó Goni y los precios que subieron.
El tema de las elecciones directas deben considerarse, no necesitan aceptarse, pero la elección directa en muchos países lleva a un caudillismo que no da estabilidad y hace gobiernos durar más de lo que necesitan. Hoy tenemos ejemplos: (el gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando) Camacho, elegido directamente, pero no lo respeta para nada el Gobierno central y lo tienen preso (…)
P. Usted remarcaba en una entrevista anterior que Sánchez de Lozada no escapó de la justicia, sino de la persecución política. ¿Cómo leen las reacciones al acuerdo en EEUU con un grupo de víctimas?
R. Hay un comunicado conjunto y eso es todo lo que se puede hablar: es un acuerdo donde se reconoce que aquí no hay responsables, eso está reconocido por las víctimas y por Goni, está claramente escrito; es un acuerdo transaccional, evidentemente, pero elimina todo tipo de juicio o de reclamo posterior que pueda haber y las partes firmaron un acuerdo y yo creo que ya queda que se cumplan las cláusulas del acuerdo y haya una paz en este tema, que se pueda dejar este tema afuera porque Bolivia tiene, como dije, nada que celebrar de lo que vino a pasar en octubre.
Ese acuerdo es entre víctimas, las víctimas son víctimas; también son víctimas de la persecución Goni, pero los culpables de lo que ocurrió en octubre no están ni han estado en ninguno de los juicios. No ha estado ni siquiera un culpable confeso como es El Mallku (el fallecido dirigente campesino Felipe Quispe), que dijo “yo ordené la emboscada armada de Warisata”; no está Evo, que llamó al derrocamiento ya en enero; no han estado ni siquiera de testigos, ni siquiera se ha presentado o ha aceptado la Corte Suprema que el Mallku venga de testigo.
P. ¿Piensa que debe encararse una nueva investigación sobre lo sucedido en Octubre Negro?
R. Sí. Goni no renunció, él puso su cargo a disposición con la esperanza de que la democracia funcionara y no se aceptara que un gobierno sea derrocado. Sin embargo, la presión y cuando sitiaron el Congreso, logró que se acepte la renuncia y eso fue el paso a lo que estamos hoy día, se pasó a que después se violen todos los derechos humanos de las personas, las instituciones.
La persecución que vino después empezó por evitar una investigación y fue Carlos Mesa (vicepresidente y posterior presidente por sucesión constitucional) el que evitó la investigación a pesar de que el MNR mandó cartas a la Cancillería para que vengan Naciones Unidas, OEA (Organización de Estados Americanos), y se inicie una investigación sobre violación de derechos humanos, terrorismo, pero Carlos Mesa hizo llamadas a los embajadores ante la OEA y Naciones Unidas para que no den curso: no rechacen, pero no den curso a ese tema.
Bolivia todavía necesita una investigación. Espero que con estos 20 años se revelen muchas cosas y yo creo que sí se van a revelar muchas cosas, pero no con el sentido de revivir el tema, sino dejar claro ante la historia la responsabilidad real ante los hechos de octubre que fueron gracias a una intervención extranjera y yo creo que pronto se podrán ver pruebas.
P. ¿Habría habido salida al conflicto si el Congreso rechazaba la renuncia de Goni?
R. A Goni le aconsejaban que trasladara su oficina a Santa Cruz, donde no había problemas, y siendo un constitucionalista y habiendo jurado a la Constitución, él dijo que no podía ir y gobernar desde Santa Cruz. Así que se discutió. Tal vez para el país hubiera sido mucho mejor, pero es una pregunta que queda abierta en la historia (...)
Siempre recuerda la carta que él escribió donde dice exactamente lo que iba a pasar en Bolivia: que iban a motivar el odio de etnias contra etnias, regiones contra regiones, clases contra clases. Esa es una carta que debemos leer de nuevo. [P]
Escucha la entrevista completa realizada en Correo del Sur Radio: