
“No sé si las elecciones se ganan con programas”
Raúl Peñaranda, periodista y analista político boliviano, estuvo esta semana en Sucre para presentar su último libro en coautoría con Robert Brockmann, “Escape a los Andes”, que relata el rescate de miles de judíos que emprendió Mauricio Hochschild, uno de los tres “barones del Estaño”. Al margen de la historia del “Schindler” boliviano, el presidente de la Asociación de Periodistas de La Paz conversó con CORREO DEL SUR sobre la coyuntura política y la situación del periodismo nacional, que esta semana recibió la noticia de que otro periódico, Los Tiempos, determinó suspender temporalmente sus ediciones impresas de lunes a viernes.
Pregunta (P). Durante la presentación del libro “Escape a los Andes” en Sucre, ha sido una referencia constante “Control remoto”, un libro que escribió en un momento álgido para el periodismo boliviano y el país. ¿Cómo ve la situación actual?
Respuesta (R). Tenemos dificultades económicas, asfixia económica. Tenemos, sobre todo en La Paz, Santa Cruz y en otras ciudades, agresiones a los periodistas en coberturas. Tenemos presiones desde el Gobierno, acoso de fiscales y jueces. La situación de la libertad de prensa en Bolivia es difícil, pero también tendríamos que decir que los periodistas seguimos haciendo nuestro trabajo; aun con todas las dificultades y todos los problemas. Los periodistas estamos haciendo lo mejor posible para mantener informada a la sociedad boliviana.
P. ¿Somos los últimos periodistas tal y como nos vemos ahora?
R. Efectivamente, hay una crisis del oficio, hay una crisis de la industria, del modelo de negocios, de la manera cómo se hace periodismo. Ahora hay muchísima información por las redes; en algunos casos los youtubers nos están casi reemplazando, pero tengo la certeza de que mientras exista más inteligencia artificial que pueda generar noticias falsas, los periodistas vamos a ser más necesarios, porque vamos a ser los que digamos qué es falso y qué no (…) y creo que podríamos recuperar, los periodistas, una centralidad que hemos perdido.
P. En el pasado, durante la crisis de 2019, se habló mucho de la posverdad. ¿Piensa que esa posverdad se ha extendido a este momento marcado por la polarización de las dos alas del MAS?
R. Bueno, sí. La posverdad se refleja, por ejemplo, en la caída de Evo Morales y la fuga. Resulta que la posverdad nos está indicando que ha habido un golpe de Estado cuando objetivamente se puede establecer que no hubo un golpe de Estado. Hay una posverdad ahí, una idea que es falsa que se convierte en verdad.
Y ahora tenemos esta grave situación de nueva polarización, pero ya dentro del MAS. Y ahí es donde creo que más bien eso nos va a ayudar a encontrar información. Es muy chistoso que ahora los “evistas” y los “arcistas” estén acusándose de tantas cosas que son verdad; por ejemplo, que hay un dominio absoluto del Poder Judicial. Esas acusaciones nos están permitiendo ver también el tema de la corrupción y el narcotráfico.
P. ¿Y terminará una de las alas imponiéndose a la otra?
R. Creo que las dos alas se van a mantener; cada uno de los líderes, Luis Arce y Evo Morales, tienen una base importante. Si ambos se presentan como candidatos, creo que ahí se abre una oportunidad para la oposición porque tendríamos un escenario en el que hay una división del voto del oficialismo (…) Es pronto para decir, porque también hay un deseo del Gobierno de inhabilitar a Evo mediante el Tribunal Constitucional y es posible que suceda, pero también es posible que ambos candidatos se mantengan y ahí es donde yo veo esa posibilidad.
P. ¿Una oposición todavía sin programa, sin una propuesta ideológica clara?
R. Muchas oposiciones y muchos liderazgos, ¿no? Creo que hay algunas ideas que son importantes: recuperar el Estado de derecho, los valores democráticos; racionalizar la economía y también un sentido de unidad nacional y no de confrontación, de tratar de terminar con la polarización. También hay sectores de la oposición que más bien son más polarizantes, más extremos. Yo espero que esos extremos se vayan reduciendo y las posiciones que tratan de encontrar puntos en común y una solución a nuestros problemas ojalá prevalezcan. Tampoco el MAS tiene un programa. Tampoco sé si las elecciones se ganan con programas, creo que se ganan con candidatos y con algunas ideas fuerza; creo que hay algunas. Igual faltan dos años y en algún momento eso se irá decantando y veremos si la oposición puede ofrecerle algo interesante al país (…) Muchísimas personas me critican por eso, pero mi postura es tratar de encontrar un líder moderado, centrista, con capacidad de diálogo con un sector de la población que vota por otros candidatos. Si no logramos conquistar a ese otro sector que vota por el MAS, si ese candidato opositor no logra hacer ese diálogo, nunca va a ganar una elección. Entonces yo creo que más bien un Milei (en referencia al candidato libertario Javier Milei, de Argentina, que irá a segunda vuelta con el peronista Sergio Massa en noviembre) haría justamente lo contrario (…) Desde 2005, la oposición está intentando con un mecanismo y eso ha resultado en fracasos electorales, y si no cambiamos eso, van a seguir esos fracasos.
P. ¿Pero son tiempos para centros?
R. En general, la respuesta es no. En Argentina, los dos extremos han ganado: Patricia Bullrich que era de centro terminó perdiendo. En Colombia tampoco ganó el centro. El Presidente de Chile Gabriel Boric tampoco es de centro. Sé que a veces es una ilusión pensar que un candidato moderado pueda ganar una elección, pero pienso que ahí está el camino. La oposición ya ha perdido desde 2005, cuando se polariza en dos. Ahora hay esa oportunidad: que se divida el MAS, pero en esa situación, cuando se divida el MAS y haya un candidato opositor, ¿quién ocupará el centro? El centro podría ocuparlo Arce y ahí es donde yo creo que más bien aumenta sus posibilidades. En el caso hipotético de tres frentes –todavía queda muy lejos para saber–, Evo ocuparía la izquierda, habría alguien que ocupe “la derecha” y creo que en esa situación el mejor escenario es para Arce, ocupar el centro. [P]
Raykha Flores Cossio, Jefa de Prensa de Correo del Sur