Mucho antes de convertirse en presidente de la República Argentina, Javier Milei ya era un ícono y abanderado moderno de la ideología que defiende, el libertarianismo. Sin embargo, con su llegada a la arena política cuando se hizo diputado nacional por Buenos Aires, comenzó el verdadero boom libertario en la región, sobre todo entre la población joven. Desde la llegada de este excéntrico personaje, cada vez son más las personas que alzan la bandera de Gadsden y leen a los economistas de la Escuela Austriaca.
Ya no es raro escuchar a alguien expresar abiertamente que, a mucha honra, es liberal o libertario, endiosando y alabando la figura de Milei como su mayor exponente. Pero, ¿es Milei realmente un libertario?, ¿Cuál es la diferencia entre liberalismo y libertarianismo? Y, sobre todo, si no es libertario, ¿qué es?
Sobre la definición de liberalismo, la que emplea Milei parafraseando al economista Alberto Benegas Lynch (hijo), no es necesariamente inválida. Benegas Lynch dice del liberalismo: “El respeto irrestricto al proyecto de vida del prójimo”. Perspicazmente, Milei usa esa definición para sustentar la libertad de comercio entre individuos y condenar al estado por normar excesivamente sobre la vida de los demás. Por otra parte, Ludwig Von Mises, uno de los mayores representantes de la Escuela Austriaca de Economía (EAE), también aporta que la propiedad privada es la piedra angular del liberalismo y de ella emanan el resto de los derechos y libertades. Para terminar, una definición más común y técnica es sostener que el liberalismo es una doctrina política, económica y filosófica que defiende la libertad individual, la autodeterminación y la igualdad jurídica como pilares del progreso en la sociedad, tal como lo define Juan Ramón Rallo, un economista español y promotor del pensamiento liberal.
El libertarianismo, en cambio, puede definirse como una versión más extrema del liberalismo. Cabe aclarar, que el liberalismo surge en el siglo XVIII, como respuesta contra las monarquías y absolutismos de la época. En cambio, el movimiento libertario es del siglo XX. El término “libertario” surgió en Estados Unidos, debido a que los demócratas se habían apropiado del concepto de “liberal” y su agenda política. Entonces, para diferenciarse de los demócratas y sus ideas, los liberales de ese momento empezaron a autodenominarse “libertarios”.
Entre sus postulados, el libertarianismo se distingue por creer en un estado ampliamente limitado, llegando incluso a plantear su abolición, siendo el mercado el que debería encargarse de normar la sociedad. Además, sostiene que el libre mercado es el mejor sistema para garantizar el progreso. Otras declaraciones más polémicas, como el libre porte de armas o el alquiler de vientres, también se contemplan plausibles en esta corriente de pensamiento.
El liberalismo y el libertarianismo, en última instancia, defienden en mayor o menor medida la libertad de los individuos en todos sus campos, tanto el económico como el social. No obstante, se tiende a confundir a estas ideologías con el conservadurismo, pues este también defiende la libertad económica. La principal diferencia con un pensamiento conservador es que esta vela por el respeto a los valores occidentales (como la familia tradicional), los valores religiosos y, por tanto, hace oposición a temas como la ideología de género o el matrimonio igualitario que son defendidos por el liberalismo.
Con esas aclaraciones, lógicamente cabe suponer que, si Milei se suscribe a una ideología liberal o libertaria, debería defender la libertad de agencia del individuo en todos sus campos, sociales y económicos. Como ya se intuye, la realidad es otra. Tanto él como otros militantes de su partido La Libertad Avanza, han manifestado estar en contra de varias libertades sociales. Por ejemplo, Ramiro Marra, excandidato a jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, expreso en 18 de septiembre de 2023, a través de twitter (ahora X), la siguiente frase: “Menos actos LGBT en los centros culturales, más policías en las calles”. Javier Milei está en la misma línea. En una entrevista con Jaime Bayly, conocido periodista peruano, comparó la libertad sexual con la zoofilia, dándole un tono claramente negativo al hecho de ser homosexual.
Con esos ejemplos, basta para afirmar que ni Milei ni su partido tienen una postura favorable a la ideología de género, el matrimonio igualitario, u otras libertades sociales similares. Además, el argumento que usan para defender su postura es precisamente un argumento conservador, pues muchas veces (como en el caso de Marra), el rechazo a esas propuestas va acompañado de un apoyo a la prohibición de estas a través de la fuerza policial, expresando también el perjuicio que esas ideas significan para la sociedad ya que afectan a las formas tradicionales de convivencia social.
El liberalismo es una ideología que permite la discusión y el desacuerdo en muchos puntos de su aplicación, siempre y cuando haya un postulado liberal detrás. Uno puede diferir sobre hasta qué punto el estado debería regular la sociedad (pero detrás esta la afirmación de que el estado no debería regular todo), o uno puede diferir en hasta qué punto la salud debería ser privada (estando detrás la idea de que el estado no gestiona bien la salud). Pero en el caso de Milei, hay claras ideas conservadoras que son la base primaria de sus argumentos.
Un promotor del liberalismo puede disidir en algunos puntos filosóficos o prácticos, como ya se explicó, pero debe mantener coherencia mínima con los postulados liberales. Para el caso de Milei, este concuerda más con el conservadurismo que con el liberalismo si se analiza la base de sus ideas. El hecho de ser ampliamente promotor de la EAE en lo económico, ser un gran admirador de Friedrich Hayek o buscar desregular la economía no hace a una persona liberal si se está en contra del resto de libertades sociales que promueve el liberalismo. Por lo tanto, es incorrecto sostener que Javier Milei es liberal. [P]
